BIOÉTICA Y BIOTECNOLOGÍA ( I )

Hay quien ha definido la Ética como una reflexión filosófica sobre el comportamiento humano. Cuando ese comportamiento humano afecta a la vida en sentido amplio, es decir, a la salud de los seres vivos, a la naturaleza que alberga la vida animal y vegetal que conocemos, y reflexionamos filosóficamente sobre él, hemos entrado en el mundo de la Bioética.

En una primera etapa la Bioética se ha venido centrando alrededor del mundo de la medicina en asuntos tan esenciales como el aborto, la eutanasia, el consentimiento informado, las técnicas de reproducción asistida, clonación, investigación de células madre y la terapia génica, entre otros, al ser estas materias fuente de fuertes tensiones, tanto por su naturaleza como por las numerosas implicaciones morales, éticas, religiosas, sociales, económicas y políticas que comportan.

Mi primera reflexión desde la izquierda sobre estos asuntos es la de incentivar y provocar el debate social y ciudadano sobre estas materias atendiendo a la recomendación del Convenio de Asturias sobre Derechos Humanos y Biomedicina (1997). No se está haciendo y es un error. De hecho, los grupos y asociaciones tanto nacionales como internacionales que se han configurado centrados en estos temas, además de estar orientados a la defensa de posicionamientos religiosos y morales concretos, están mas empeñados en crear grupos de opinión y de presión para la defensa de sus propios posicionamientos que para el debate libre y responsable.

Por otra parte, el impresionante avance de la tecnología asociada a la biología a lo largo de la segunda mitad del siglo XX y la aceleración de nuevos descubrimientos tanto científicos como tecnológicos están conformando la biotecnología como un elemento que empieza a tener tal potencialidad de impacto sobre el medio que de hecho está afectando a la propia evolución de las especies.

Desde el punto de vista científico, el siglo XX ha sido el siglo de la química, de la física y del nacimiento de la informática; para muchos, el siglo XXI será el siglo de la biología y la biotecnología. El hombre está demostrando que es capaz de interferir, que no de controlar, la evolución de las especies, y de afectar el hábitat de este planeta sin haber valorado el riesgo que comporta. Y no se puede valorar el riesgo porque la ciencia no ha llegado a tanto, pero sí ha llegado a obtener indicadores que apuntan a hacia un futuro incierto y no sabemos si próximo.

El cambio climático es un problema bioético porque afecta a la vida. Y aquí parece que el Gobierno de España está tomando iniciativas concretas que deberían provocar el debate público tan necesario como deseado. Felicidades a Zapatero por que el asunto no es baladí. Pero dejemos el cambio climático para otra ocasión.

Estos días leí en un periódico que una compañía americana, a través del estudio del ADN y otros, te encontraban la pareja ideal y cosas así. Esta es “la cara amable con el usuario” como diría Jeremy Rifkin en referencia a los avances científicos en el conocimiento del genoma humano y de los códigos genéticos, incluida su manipulación. Es este autor, hoy miembro del comité de sabios que asesoran a ZP para diseñar su programa electoral, el que avanzó hace mas de un decenio la reflexión de que los nuevos instrumentos de la ingeniería genética son, por definición instrumentos eugenésicos, cuya finalidad es mejorar la herencia genética de los seres vivos mediante la manipulación de su código genético. Es la nueva eugenesia, defendida por los importantes grupos farmacéuticos y empresas de biotecnología. ¿Quien puede oponerse a poder, mediante la manipulación genética, procrear hijos más sanos, con mejores defensas para evitar enfermedades? Otra cosa es que a tales oportunidades habitualmente se tiene acceso restringido.
Pero ojo con los avances de la ciencia controlados por los grupos económicos y su comunidad científica asalariada. La sociedad civil ha de tomar partido en el debate, por muy complejo y difícil que resulte, y para ello hace falta información y formación para el debate. (Educación para la ciudadanía)

No quiero pensar en una sociedad dominada por los humanos “gen enriquecidos” según terminología de Lee M. Silver en su fantástico libro “Vuelta al Edén” (Mas allá de la clonación en un mundo feliz), donde preavisa cómo se puede mutar parte de la especie humana a través de la ingeniería genética y dominar a los “gen ordinarios” que acabarían como subespecie sometida a los primeros. A veces el futuro está mas cerca de lo que parece.

Pronto habrá que volver a hablar desde la izquierda de la actualización de las leyes que regulan la interrupción del embarazo. Cada cosa a su tiempo.

Miguel Ángel Jiménez

6 comentarios:

Anónimo dijo...

En primer lugar quiero felicitar a Miguel por su artículo.
Creo que Miguel pone el dedo en la llaga cuando nos previene respecto al control y manipulación que ciertos grupos económicos y sus científicos asalariados pueden realizar medianto los avances en biotecnología.
Resulta obvio que los logros farmacéuticos no son para todos, millones mueren en África para preservar las ganancias de las farmacéuticas. Posiblemente, mucho peor será con los nuevos descubrimientos en biotecnología: podrían ser para uso exclusivo de una restringida y privilegiada población que así se convertiría en una aristocracia genética, superior física e intelectualmente.
Aquí es donde tiene que intervenir la izquierda: debe suponer un freno, un control respecto a los posibles abusos de los grupos económicos aludidos y al tiempo un dinamizador ideológico que combata el conservadurismo atenazador e involucionista de la Iglesia Católica y grupos afines.
Y ZP en esto está llevando una política valiente. Que no decaiga.

Anónimo dijo...

Tal vez sea fruto de mi afición por la literatura de ciencia ficción, en la que este tipo de temas se proyectan con toda normalidad, pero el caso es que creo que una gran cantidad de las objeciones que se plantean a la investigación biomédica por parte de los sectores conservadores y/o religiosos son manifiestamente absurdas. En primer lugar, clonar a una persona (en el supuesto de que pudiera llegar a hacerse) no significa duplicar a esa persona o violar su unicidad o algo así como suelen argumentar, sino crear otra persona distinta, con el mismo material genético, pero completamente autónoma e independiente.
En cuanto a la investigación con células madre, la utilización de embriones desechados no me parece que pueda plantear problemas éticos, aparte de que parece que ya puede hacerse sin necesidad de los embriones.
Coincido con Flavio Tiboldi en que debe controlarse que la investigación no sirva a unos pocos pero, por otra parte, los avances científicos son, por definición, comunes a toda la humanidad, temas de propiedad intelectual aparte y sin perjuicio de recortar el poder de las multinacionales.
Un tema distinto, bastante complicado, son los transgénicos, donde el debate se centra en saber los efectos sobre el medioambiente y la salud humana, además de impedir monopolios por parte de las multinacionales biotecnológicas. Personalmente no veo demasiado claros los efectos nocivos de los transgénicos, aparte de la monopolización de su uso que hacen ciertas empresas.
En todo caso, como principio,soy partidario de que se impongan la luz y la razón frente a las tinieblas y a la irracionalidad.

Anónimo dijo...

Creo que en todos estos temas se están mezclando consideraciones de tipo religioso que no deberían condicionar lo que debería ser un debate estrictamente científico, con las derivaciones éticas que haga falta, pero de base científica. Un ejemplo es la eutanasia: ¿quién tiene autoridad para prohibir a alguien que está sufriendo que opte por morir si lo hace de forma libre y consciente?. ¿Debe permitirse que los sectores católicos condicionen permanentemente lo que debería ser un debate racional? En mi opinión, no.

Anónimo dijo...

Miguel Ángel Jiménez realiza una primera reflexión sobre la necesidad de incentivar y provocar el debate social y ciudadano sobre estas materias, referidas a la bioética (Convenio de Asturias sobre Derechos Humanos y Biomedicina). Dice que “no se está haciendo y es un error”. Es verdad. Estoy totalmente de acuerdo con él.
Yo pondría sobre la mesa dos temas: aborto y eutanasia.
Sobre el aborto, todos estamos viendo lo que está pasando… ¿para cuándo una ley de plazos?, ¿es presentable ante la sociedad la actitud zigzagueante del PSOE en este tema? ¿Tiene sentido, entre otras, defender una Ley de igualdad de géneros, como conquista progresista de este gobierno, y seguir manteniendo una regulación del aborto, básicamente, hipócrita, y que exige a las mujeres hacerse pasar por una especie de débiles mentales?
En cuanto a la eutanasia, ¿no se podría entender el derecho a una muerte digna, como parte de esos derechos, denominados de cuarta generación, y que conducen a una sociedad “más justa, libre y democrática” – Zapatero dixit? ¿No aumentaría nuestra calidad de vida –de todos– el saber que tenemos derecho a abandonar este mundo sin sufrir una angustia y dolores inenarrables? ¿Es algo de poca incidencia social…?
Hace un tiempo que leía una serie de reflexiones de Rodríguez Zapatero sobre este tema de la eutanasia, decía que no era el momento para plantearlo porque no había el suficiente debate social sobre el tema. En otras palabras, según él, la sociedad no se lo planteaba en serio. ¿Otros, sí, Sr. Presidente…?
Termino, animando a todos, y en primer lugar a las mujeres, para que utilicen este humilde blog para contribuir a producir ese necesario debate social.
POR EL DERECHO A UNA LEY DE PLAZOS
POR EL DERECHO A UNA MUERTE DIGNA

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Jonás en que es necesaria una reforma del tema del aborto ya. Tenemos una de las legislaciones más restrictivas de Europa, gracias como siempre a los obispos y a su brazo político, el PP. Yo no abriría el debate ahora, pero sí lo haría justo después de ganar las elecciones. Cruzo los dedos.

Que empecemos bien el año

Anónimo dijo...

Es cierto, Morgana, que existen "resistencias" por determinados sectores sociales -al igual que en otros países -, que probable y lamentablemente, seguirá habiendo en el futuro...
No sigamos "echando balones fuera" en temas tan serios.Es un compromiso de nuestro partido.
Insisto:
-Por un ley de plazos, YA.