APRIORISMOS SOCIALDEMÓCRATAS

Vivimos tiempos de confusión y turbulencias. La revolución tecno-científica de las últimas décadas no ha venido acompañada de las reformas institucionales y sociales necesarias que hagan más eficiente al sistema social vigente en las democracias occidentales. El descrédito de los partidos, el abstencionismo electoral de muchos ciudadanos y un desinterés creciente por la cosa pública no son sino parte de una sintomatología del desapego por parte de cada vez más segmentos de la población. La cristalización de una clase política ensimismada, elitista y alejada del sentir social general no es más que el punto central de la denominada ”crisis” de la política.

A este escenario confuso la izquierda europea no ha sabido o no ha podido aportar claridad, tanto en lo que refiere al campo de las ideas como al de la práctica política en su quehacer gubernamental. La reciente victoria de Silvio Berlusconi va más allá de la mera “anomalía italiana”. Zapatero se está convirtiendo en la “excepcionalidad española”.

Una izquierda perpleja, acomodaticia, poco innovadora, con escasa dosis de renovación teórica y doctrinal, poco diferenciada del discurso neoliberal posthacheriano dominante y cuya evidencia más clara es la preponderancia en la Europa de los veintisiete de los gobiernos conservadores, deberá esforzarse por “pensar la realidad” y pensarla de otra manera, paso imprescindible para la generación de alternativas creíbles al status quo actual .

Lo que sigue son, a mi parecer, un decálogo de los apriorismos todavía necesarios en el corpus doctrinal de los partidos socialdemócratas europeos. Ceder en estos puntos no sólo significaría perder el alma de lo que identifica a la izquierda, sino contribuir con mayores cotas de confusión a la confusión actual.

1) Radicalismo democrático. La izquierda debe defender una democracia “real” frente a los intentos continuos por parte de la derecha de descafeinarla. Rigurosa separación de poderes, prevalencia del Parlamento como sede de la soberanía popular, independencia del poder judicial y control y marcaje del poder del ejecutivo. Asimismo, defender la existencia de un cuarto poder-los medios de comunicación-verdaderamente independiente, pluralista y ajeno a todo tipo de injerencia partidaria.

2) Distribución de la riqueza. La socialdemocracia es una praxis política que postula la integración social y la defensa de los más débiles. Luchar contra la desigualdad salarial, la explotación internacional del trabajo-el dumping social- y el recorte del poder adquisitivo del trabajo frente al capital son conditio sine qua non de las posiciones socialdemócratas.

3) Progresividad fiscal. Una política fiscal que grave más a los que tienen más constituye la condición necesaria para acometer de forma consistente políticas redistributivas.

4) Crecimiento sostenible. El crecimiento económico tiene un límite: la destrucción de los recursos y el respeto a la sostenibilidad medioambiental. La socialdemocracia tiene que liderar el cambio de paradigma: frente a un capitalismo de rapiña existe la opción de un capitalismo sujeto a las restricciones necesarias para la subsistencia de los ecosistemas.

5) Derechos civiles. La izquierda debe ser el estandarte de la extensión de los derechos civiles a las minorías-por razón de sexo, raza, religión o cualquier tipo de creencias-.

6) La socialdemocracia debe ser la impulsora de un nuevo orden internacional alejado de la idea de hegemonismo imperial. Orden internacional basado en la Comunidad Internacional y la ONU, y multipolaridad frente a la pretensión un mundo unipolar dominado por una única superpotencia.

7) Empresa y mercado. La izquierda tiene que defender la economía de mercado y su corolario, la libre competencia, pero debe luchar contra el poder omnímodo de las grandes corporaciones y las multinacionales por su querencia a la dominación de los mercados.

8) Desarrollo de los países. La socialdemocracia debe liderar la lucha por el desarrollo equilibrado de los países. África y ciertas regiones de Asia y Centroamérica deberán ser los sujetos de esta política de ayuda internacional inaplazable. Un mundo que se desarrolla con los desequilibrios actuales está condenado a ser un mundo enfermo y con fecha de caducidad asegurada.

9) Industria de la guerra y escalada armamentística. El descontrol de la producción, distribución y venta por parte de la industria del armamento es incompatible con la paz, el equilibrio ecológico y los fundamentos del derecho internacional y la soberanía de los países. La izquierda tiene que posicionarse ineludiblemente en este gravísimo problema: la política de paños calientes es inútil y permisiva.

10) Terrorismo y seguridad. La batalla fundamental está en hacer compatible los derechos y las libertades con la seguridad de las personas. La ecuación a mayor seguridad, menor libertad, es una falacia que destruye la esencia del sistema democrático.


Un saludo socialista. Gautama

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Estamos bastante de acuerdo, pero si te fijas si le preguntas literalmente a cualquier dirigente de un Partido Socialista de Europa, te dirá que esta de acuerdo contigo, pero luego en su discurso y su gestión no se vislumbra nada de esto.

Los más valientes le han puesto nombre a la deriva, Socio-liberalismo, pero podríamos convenir en que tal incoherencia no es viable, tampoco en la práctica.

El sistema de organización interna de los partidos de izquierda no promociona a los que tienen una base ideológica y saben en base a qué toman decisiones, si no a personas que saben ascender en estructuras, pero eso no te capacita para defender un discurso y un proyecto en la sociedad civil, si no a ser un buen gestor de "negociaciones de pasillo" en estructuras cerradas. Esta estructura pre-condiciona para que surjan líderes sin capacidad política, tecnócratas y personas "de partido", pero no capacitadas para ocupar cargos en instituciones y, mucho menos, ser líderes sociales, que no se encuentran en los despachos, si no que muchas veces son personas anónimas que viven más en la calle, entre la gente normal.

Por eso Felipe González era bueno, sus estudios de derecho y economía hacían que supiera como funcionaban la "maquinaria" por dentro, pero podía entrar en un bar y hacerse con el favor de todos los que estaban dentro tomándose una cerveza; eso no se aprende en una Facultad de Derecho o en un despacho.

En las Universidades normalmente solo hay gente que respira doctrinas meramente teóricas, se crían en una endogamia que elimina la frescura y la naturalidad, y se convierten en gente "rara" en un entorno social abierto.

La izquierda en Estados Unidos por ejemplo se ahogó en la Universidad, tendría mucha razón en todo lo que decía, pero, ¿y qué?, eso no le sirvió de nada.

Tener la razón muchas veces no sirve de nada. Tienes que llegar a la gente.

Por decirlo de alguna manera, Bush ganó las elecciones no por saber como funciona el sistema judicial norteamericano (ni puñetera falta que le hace, para eso tiene asesores), si no porque sabe como se tala un árbol, como se dispara un rifle o como se monta a caballo, y eso, para el americano normal de todo el interior y el sur de los Estados Unidos, es lo que le acerca a él, y su percepción de la vida diaria.

Por eso, cuando algun progresista urbano y cosmopolita se burla de los "vaqueros del sur" y su incultura, yo me quedo en silencio y no digo nada, porque pienso en esos vaqueros, pienso en nuestros vaqueros, pienso en mi infancia en la aldea de mis abuelos, y pienso que la izquierda muchas veces no distingue lo que es la verdadera sabiduría... y esa muchas veces no se encuentra en los libros.

En fin reflexiones varias...

Saludos.

Anónimo dijo...

Por cierto Bloggeros:

Ya era hora de que se hablase en las Asambleas de la Agrupación socialista coruñesa, es bueno que se exprese lealtad a la ejecutiva y a su Presidente ya que han sido elegidos por los militantes, pero también es bueno que se diga alto y claro que así no se va a ninguna parte (aunque se diga en plan fino), creo que el partido en A Coruña está huérfano de liderazgo y eso es preocupante; las siglas PSOE solitas, y con el pasado que tenemos en esta ciudad, ya te sirven para conseguir diez concejales, el resto es lo que hay que ganarse y cuanto antes para sacarnos al Bloque de encima; no es un imposible, Orozco lo consiguió en una plaza históricamente pepera y partiendo de peor posición. Con sentidiño y sumando a los mejores se puede lograr.

Anónimo dijo...

Estimado anónimo:
Creo que es desacertado decir que el partido está huérfano de liderazgo y que así no se va a ninguna parte. Lo que sí dije ayer, y así lo reitero aquí, es que únicamente podemos aspirar a recuperar la mayoría absoluta y que no podemos conformarnos con revalidar los resultados que se obtuvieron en las últimas municipales. También dije, y también lo reitero, que se detecta en los últimos tiempos una pérdida de iniciativa política que es extremadamente peligrosa.
Por lo demás, me parece que el hecho de que ayer se hablara con libertad responsable en la asamblea, sobre todo teniendo en cuenta las fuertes resistencias (propias y ajenas, de tirios y troyanos) que hubo que vencer para hacerlo, es muy importante para revitalizar y enriquecer la agrupación, lo cual enlaza con el discurso de nuestro secretario general. Además, la reacción por parte de todos los militantes ante las intervenciones fue aún más positiva de lo que yo esperaba, yendo desde el respeto a las opiniones no compartidas a la aprobación de las compartidas.
Siento escribir para comentar temas ajenos al artículo de Gautama, pero me parecía importante matizar el comentario del amigo anónimo.

Anónimo dijo...

Gautama: te han salido los 10 mandamientos, supongo que pretendiéndolo, ¿no? En serio, yo no creo que la izquierda esté tan mal desde el punto de vista de su armamento ideológico. Sin ir más lejos, tu decálogo seguro que está presente en todos los programas socialdemócratas de Europa, creo.... Desde luego está presente en el del PSOE, aunque tal vez sea un poco pacato en cuanto a radicalismo democrático, cosa lógica en un país cainita como este en el que cualquier arma se intenta aprovechar frente al “enemigo”.
Me permito una pequeña crítica a tu buen artículo: los saludos socialistas, ¿en qué se diferencian de los que no lo son?
Un saludo ordinario

Anónimo dijo...

a von stauffenberg

Buena pregunta. Los saludos saludos son. No existen los saludos socialistas. Es un guiño sentimental que sobra. Entono, pues, mi mea culpa.

Estoy en parte de acuerdo en que los socialistas europeos subscriben el decálogo-por otra parte nada original(no lo pretendía)-, pero creo que la agenda política de muchos partidos socialistas en Europa está en otras cosas más coyunturales. Además, yo sí percibo cierta tendencia en ciertos dirigentes a "diluir" el mensaje y los programas. No se trata de aplicar el decálogo de una vez, sino de aplicar ciertas prioridades del "aquí y ahora" Y ésas son las referentes al radicalismo democrático, a la apuesta por un mundo multipolar y a toda la problemática medioambiental. Por otra parte no puedo más que congratularme por nuestras coincidencias...

Un abrazo

Anónimo dijo...

Estimado Mnr,una corrección: Felipe González era abogado, laboralista para más señas, y no tiene estudios de economía aparte de la economía política que estudiamos los abogados, a no ser que los haya cursado después de dejar la política. Por otro lado, esa disyuntiva entre tecnócratas y políticos es uno de tantos reduccionismos que circulan por el mundo. ¿Acaso no se puede tener una buena formación técnico-teórica y ser un buen político, buen orador, empático, inteligente, astuto, con sentido común, etc? Yo creo que sí y si alguien cree otra cosa, que lo argumente. El problema de los partidos no es como tú dices que se produzcan “líderes sin capacidad política, tecnócratas y personas "de partido", pero no capacitadas para ocupar cargos en instituciones y, mucho menos, ser líderes sociales, que no se encuentran en los despachos, si no que muchas veces son personas anónimas que viven más en la calle, entre la gente”. El problema es que suele triunfar en los partidos gente sin formación (que creo que es lo contrario de un tecnócrata) cuyo único mérito es haber sido muy “fiel”. Por eso yo creo que la fidelidad es mejor guardarla para los amigos (siempre) y para la pareja (aquellos que lo consideren oportuno, entre los cuales me incluyo). Y también creo que cuantos más tecnócratas por metro cuadrado,mejor.

Anónimo dijo...

Me parece cojonudo tu artículo, Gautama, aunque me gustaría matizar un par de cosas: no creo que la izquierda tenga que defender la economía de mercado, en realidad ya lo hace, sino ponerle límites, para como, muy bien dices, las multinacionales no tengan, que ya lo tienen un poder omnímodo.
Y yo sería más explícito y contundente en cuanto a la industria armamentística: la socialdemocracia debería ir transformando progresivamente esta industria en otra distinta pues crear riqueza fabricando armas lleva inevitablemente a que éstas se usen; es decir, la riqueza, el capital ganado y los salarios dependientes de esta industria al final se pagan con vidas humanas.
Felicidades por tu artículo

Anónimo dijo...

La perplejidad de la que habla Gautama es consecuencia de que la Izquierda es una ideología de transformación, y transformar el mundo parece que se está volviendo cada vez más complicado. Por el contrario la derecha se limita a dejarse llevar por la corriente de la historia, que es mucho más fácil.

Anónimo dijo...

A Gerardo

No puedo más que estar de acuerdo en lo que apuntas. Creo que la "defensa" de la economía de mercado por parte de la izquierda debería pasar por un posicionamiento "liberal",es decir, por una parte abogar por la eliminación-dentro de lo posible-de las barreras de entrada a nuevos competidores-más eficientes-en cualquier mercado-lo cual llevaría como corolario la lucha decidida contra las prácticas monopolísticas y estrategias de dominación por parte de ciertas "corporaciones" en cualquier sector económico y, por otra parte, dado el aumento de la complejidad económica y la interdependencia global, yo no descartaría cierto tipo de planificación económica por parte de los gobiernos. Esta planificación, evidentemente, se haría en virtud de evitar malos mayores y sería de tipo transitorio. Esta estrategia de bombero apagafuegos, tampoco por otra parte, debería ser la única posible, pues en los sistemas sociales no hay nada definitivo y yo tampoco descartaría que a largo plazo se introdujensen mecanismos planificadores permanentes por razón de cierta "conducción" de la economía en función de los intereses y necesidades sociales colectivos.

En tu segunda matización, estando de acuerdo en general, soy más pesimista: en la última reunión de la OTAn se ha dado pistoletazo se salida a la estrategia de instalación radares antimisiles en Chequia y Polonia, lo cual conllevará una escalada armamentística entre Rusia y Occidente. Como en dicha reunión estaban representados también los pocos gobiernos socialdemócratas que ahora mismo gobiernan en Europa, no entiendo muy bien el no sabe/no contesta de los mismos y su aquiesciencia con la postura americana.

Un abrazo.