PENAMOA, PENAMOA

Veinticuatro bofetadas
veinticinco bofetadas
después mi madre a la noche
me pondrá en papel de plata.

Creo que máis dun veciño de Novo Mesoiro bota de menos aqueles tempos nos que a un xitano se lle daban vintecinco bofetadas e outras tantas patadas e solucionábase o problema da delincuencia. Fosen ou non fosen, eles levábanas.

Un xornal maledicente e tendencioso informa de que hai irregularidades na concesión das vivendas, pois adxudicáronse a persoas que presentaron un DNI falso, que teñen débedas co concello e non sei que máis andrómenas. Pero, son estas irregularidades as que preocupan aos veciños?, son motivo suficiente para cortar o tráfico da principal vía de comunicación da cidade? NON.

O motivo que dan os veciños de Novo Mesoiro, Eirís e algún barrio máis é que se trata de persoas que trafican con droga. Quen son? Se identificaron aos morosos do concello, aos que teñen dezanove coches e demais andrómenas que identifiquen aos traficantes de drogas que aparecen nas listas. Se saben quen son, que os denuncien e que a policía actúe. E saber, sábese, alomenos iso di o devandito xornal, que todo o mundo coñece aos camellos, que son membros de tres coñecidos clanes familiares. Por que non os denuncian?Porque tampouco ese é o auténtico motivo. O auténtico motivo subxacente é a animadversión moi estendida, máis do que cremos, á raza xitana.

Guardia civil caminera
dadme unos sorbitos de agua
agua con peces y barcos
agua, agua, agua, agua.

Os xitanos teñen as súas peculiaridades e costumes, que non temos que compartir, pero polo feito de seren españois e galegos teñen os mesmos dereitos ca nós. Son españois e galegos. Tamén galegos, aínda que non falen galego, como tampouco o falan, por desgraza, moitos habitantes de pel clariña da nosa cidade.

Dous cortes de tráfico da principal arteria de entrada e saída da nosa cidade e tres manifestacións, nas que tamén obstaculizaron todo o que puideron o tráfico, ante a mera posibilidade de que realoxaran veciños de Penamoa no seu barrio. Nunha pasaxe da mellor novela publicada ata día de hoxe, Don Quijote, practicamente nú, tírase dos cabelos, fírese coas rochas do monte e laméntase amargamente da inconstancia sentimental da súa amada Dulcinea. Sancho dille que non é certo, ou cando menos non hai constancia de que sexa certo que a tal Dulcinea sexa culpable de semellante pecado e que, polo tanto, deixe de facer tolemias. A isto Don Quijote respóndelle, máis ou menos (falo de memoria), amigo Sancho, si hago esto en seco que no hiciera en mojado. O mesmo digo eu destes iracundos veciños de Novo Mesoiro, que non farían en mollado?

Tanta ira, demagoxia tanta cando aínda non hai ningún traficante xitano diante dos seus portais, cando as autoridades todas, municipais e autonómicas, negan a maior, cando aínda non se adxudicaron as vivendas, cando aínda non sucedeu nada. Gustariame ver a estes cidadáns despregar as mesmas enerxías en mellores e máis comprometidas ocasións. Por certo, a outros, por moito menos zoupáronlles abondo.

¡Ay mandor de los civiles
que estás arriba en tu sala!
¡No habrá pañuelos de seda
para limpiarme la cara!

Nota 1: O tráfico de drogas non é exclusivo dos xitanos, tamén os payos trafican.
Nota 2: Ninguén pode escoller aos seus veciños.
Nota 3: Eu, Damasceno Monteiro, non vivo nun barrio de señoritos, no meu barrio, na miña rúa hai xitanos, os meus fillos xogan no recreo con nenos xitanos e todos tan contentos.
Nota 4: A animadversión a unha raza chámase xenofobia, en romance máis común, racismo.
Nota: 5: O poema fragmentado e intercalado no meu humilde artigo pertence, como xa imaxinarían, ao grande Federico García Lorca.

Sempre socialista, mais sempre en galego, Damasceno Monteiro.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen artículo y muy oportuno, Damasceno.

Estoy de acuerdo parcialmente en tu apreciación de que estamos ante un problema de racismo. Parcialmente porque creo que es parte de la motivación de los vecinos pero no toda la motivación. Probablemente muchos de ellos actúan movidos por una combinación de:
a.Miedo a que su barrio se convierta en una zona de tráfico de drogas, marginalidad, etc.
b.Temor a que sus viviendas se devalúen.
c.Desinformación, manipulación y desconfianza.

De cualquier forma, sean cuales sean sus motivaciones, en este país suele olvidarse que existen unas leyes que confieren derechos y deberes y casi todos estos problemas están regulados por las mismas. Así, está regulado legalmente cómo debe promoverse la inserción social, quiénes y en qué condiciones pueden acceder a vivienda social, el derecho de manifestación y cómo puede/debe ejercerse, qué tienen que hacer la policía, los juzgados y la fiscalía en caso de tráfico de drogas, etc, etc, etc.

Estos señores, igual que todo el mundo, tendrán que atenerse a las leyes y, de acuerdo con las mismas, no pueden escoger quiénes son sus vecinos y no pueden cortar el tráfico cuando les pete.

Por tanto, en mi opinión, el ayuntamiento tiene que hacer 2 cosas:
a.cumplir y hacer cumplir las leyes en la medida de su responsabilidad.
b.realizar una labor de pedagogía todo lo amplia que se quiera al respecto.

En este sentido quiero destacar que se está manifestando en los últimos tiempos, y convendría irla atajando, una peligrosa tendencia consistente en que el que tiene algún problema o reivindicación, algunas muy legítimas y otras mucho menos, empieza a cortar el tráfico en Alfonso Molina cada 15 días y a ver qué pasa. Esto es ilegal y políticamente muy negativo.

Anónimo dijo...

Opino con el autor que esta gente de Penamoa tiene un comportamiento racista y voy más allá, son fascistoides y deberían pensar en que ellos, en su mayoría, también son beneficiarios de vivienda protegida. Si son partidarios de aplicarle a la gente de Penamos la solución final, que lo digan y que dejen de cortar el tráfico y hacer demagogia con el ayuntamiento, que tiene y ha tenido un comportamiento excelente para con ellos.

Anónimo dijo...

-¿Yo,racista?
-Qué va. Yo no soy racista. No tengo nada contra los negros, ni contra los chinos, ni contra los moros...Ah!, pero los gitanos, eso es otra cosa...Son ellos los que se automarginan...

¡¡Cuántas veces habré escuchado esté sermoncete!!

Y es que una de las cosas que primero se originan en las democracias débiles son las manifestaciones impúdicas de racismo y xenofobia, disfrazadas, eso sí, de civismo reivindicativo.

Malos tiempos para la lírica y malos tiempos para imponer discursos "fuertes" sobre los valores democráticos irrenunciables.

Si las instituciones y las autoridades democráticas hacen dejación de los principios, los ciudadanos, simplemente, se olvidarán de los valores para sustituirlos por los intereses más egoístas, antesala de la defensa programada de las pasiones más bajas del ser humano.

El miedo al otro, al diferente, al extraño, es el primer paso para que el huevo de la serpiente anide en los corazones y que las almas, antaño cándidas, se apunten entusiastas a los ejércitos del fascio.

Anónimo dijo...

Muy buen artículo Damasceno.

La falta de educación, civismo, prende en donde no hay desarrollo y este desarrollo no va acompañado de cultura y una vida en una serie de valores... indiferente a razas claro, porque como la izquierda lleva defendiendo desde siempre, es la educación, lo que diferencia, no la genética, que no define quien debe ser pobre.

Digo desarrollo acompañado de otra serie de cosas, porque conciudadanos coruñeses, ¿cuanta gente hemos visto en esta ciudad, vecinos de barrios céntricos, de muchos posibles, comportándose como verdaderos cenutrios sin educación ni civismo?

El entorno es completamente determinante para explicar como crece una persona, y por eso nos jugamos mucho con el que los que viven entre ratas y trozo de metal, condición absolutamente indigna para cualquier ser humano y que hemos aceptado como normal en esta ciudad, puedan integrarse en sociedad, y las nuevas generaciones puedan crecer como personas de otra manera.

Lo que no comprendo es como se puede protestar sobre las consecuencias de la marginación, y a la vez mantener a ciertos sectores de la sociedad marginada.

Es un contrasentido.

Habría que preguntarse si las fuerzas de seguridad hicieron lo suficiente estos años para luchar contra las mafias de la droga. Da la sensación de que la actitud de estas fue más bien pasiva, y eso también lo acabamos pagando todos.

Saludiños.

Anónimo dijo...

De acuerdo con todos vosotros. Solamente algunas dudas:
¿Existe una línea coherente por parte del ayuntamiento en este tema?
A mucha gente lo que se le queda de todo esto son las afirmaciones por parte del máximo representante del ayuntamiento de que “no habrá ningún realojo individual ni colectivo en Novo Mesoiro” ( cosa que no se podrá cumplir ) y los cortes reiterados de tráfico.
¿No tenemos una voz que se haga oir frente al racismo, intolerancia, ilegalidad, etc, de las que habláis?

Anónimo dijo...

Como dice Rosa ... Malos tiempos para la lírica ...

En este triste país retrocedemos cada vez más a las cavernas, no avanzamos.

No se trata ya de la cuestión de tener una derecha prehomínica, sino del problema de que la sociedad actual no se escandalice ante ciertas manifestaciones antidemocráticas y antisociales que vienen dándose últimamente.

Hace diez o quince años una manifestación como la de los vecinos de Novo Mesoiro hubiera sido motivo de vergüenza para cualquier ciudad y , en consecuencia , el resto de la ciudadanía se hubiera definido claramente en contra.

Hoy en día parece lo más lícito y justo pedir que no quieres a un gitano por vecino , se sienten demócratas y socialmente irreprochables cuando , al igual que Hitler en su día , piden que a una comunidad se le aparte , se le aísle , se la confine en un geto.

Los vecinos de Novo Mesoiro disfrutan de viviendas de protección oficial en las que , no olvidemos , parte del su coste esta pagado con los impuestos de todos. Ello es consecuencia de vivir en una sociedad solidaria que apoya a aquellos que más lo necesitan.

Simplemente , si los propietarios de viviendas de Novo Mesoiro no creen en la solidaridad para con los gitanos ¿por qué aceptan la solidaridad del resto de los ciudadanos a la hora de costear la compra de su vivienda?.

En resumen , algunos están aplicando el principio de que algo es solidario cuando me beneficia personalmente y cuando no es así , cuando el beneficiado es otro colectivo , entonces me siento legitimado a pedir que se le aparte y se le margine.

Anónimo dijo...

Creo como Alberto que no se está afrontando bien el problema desde el Ayuntamiento. No se debería permitir que estos señores racistas e insolidarios corten el tráfico cuando les parezca y hay que decirles con claridad que si en Nuevo Mesoiro hay vivienda de protección, la gente de Penamoa tiene todo el derecho a ir allí si les conceden esas viviendas.
Me apena ver que en mi ciudad pasan estas cosas y se permite que pasen, como dice Rosa, haciendo dejación de los principios por parte de las autoridades.

Anónimo dijo...

De acuerdo con todo lo escrito hasta ahora, sin embargo, creo que también hay que reflexionar sobre lo siguiente:

- El Ayuntamiento permitió que ese foco fuera conformándose año tras año, hasta llegar a ser el supermercdo de la droga más importante de Galicia.

- Es lógico el resquemor de los vecinos de Novo Mesoiro, el problema es que es un resquemor originado por informaciones manipuladas, por la pasividad de nuestro Ayto durante los últimos veinte años y por la débil credibilidad que nuestro Alcalde tiene ya entre la mayoría de los vecinos de esta ciudad.

- Tenemos que hacer pedagogía y ocupar espacios en el tejido ciudadano, es la única manera de ser creíbles.

Sentado lo anterior, creo que el tema de Penamoa hay que abordarlo con dinero y decisión; ir hacia los poblados de transición, pero bien hechos, con asistentes sociales y laborales que encaucen el futuro de ese colectivo marginal, poblados de viviendas prefabricadas en los que a todos los que quieran se les ayude para reintegrarse en la sociedad, a encontrar trabajo, como paso previo a su acceso a la vivienda social, se les haga un seguimiento policial para asegurarse de que viven al margen de la delincuencia, pero a la vez se les den oportunidades, claro que para ello hace falta presupuesto. Al resto de los habitantes de Penamoa que no entren por el aro, hay que desalojarles ( el crecimiento de la ciudad no perdona) y a muchos de ellos aplicarles de verdad el Código penal. El resto, en mi opinión son buenismos y demagogia.

Anónimo dijo...

Lo que dice el autor del comentario anterior sobre la escasa credibilidad del alcalde me parece que, además de equivocado, está fuera de lugar ya que precisamente el conflicto de Penamoa se produce por la defensa que hace el ayuntamiento de los derechos de la gente de Penamoa frente al fascismo de los de Novo Mesoiro.
Un poco de sentido común en los comentarios, por favor.
Saludos

Anónimo dijo...

no soy un fan del alcalde, tampoco un detractor, lo voto porque es nuestro secretario general y nada más, pero creo que en este caso no es un problema de autoridades, sino de malevolencia y racismo por parte de los vecinos, pues no creyeron ni en las autoridades municipales ni en las autonómicas y en cambio van a echarse en brazos del PP, ¡anda ya!
En este caso se han utilizado los instintos más rastreros para ir contra el alcalde, lo que no quita que pudiese haber actuado con más habilidad de lo que lo hizo.

Anónimo dijo...

Non creo que os poboados de transición sexan unha boa idea porque ao final a transitoriedade acaba converténdose en eternidade.
Creo que se debe realoxar a aqueles que cumpran os requisitos, como a calquera cidadán, e a aqueles que trafiquen ou estean cometendo delitos que se lles aplique o peso da xustiza.
O que sí creo que deben dispersarse, non seren realoxados todos no mesmo sitio e despois os servizos sociais do concello deben ir facendo un seguemento destes novos veciños e ilos axudando á integración. Non é un camiño doado pero é o camiño axeitado para un goberno de esquerdas