MEDIO AMBIENTE VERSUS AGRICULTURA

Los críticos literarios se dan de bofetadas por dilucidar cuál de las tres églogas de Garcilaso de La Vega es la mejor y la más bella. Un buen amigo mío, que es profesor de literatura, dice que, descartada la segunda por coñazo (Garcilaso se lanzó y no paró hasta llegar a los 1885 versos), se queda con la primera, aparte de por motivos filológicos que me explicó y no entendí, porque en ella aparecen algunos de los versos más deliciosos de la poesía en cualquier lengua:

Por ti el silencio de la selva umbrosa,
por ti la esquividad y apartamiento
del solitario monte m’agradaba;
por ti la verde hierba, el fresco viento,
el blanco lirio y colorada rosa
y dulce primavera deseaba.

Me parecen hermosísimos estos versos, capaces de estremecer los órganos internos de mi sensibilidad. El problema es que hoy en día Salicio y Nemoroso tendrían enormes dificultades para encontrar un bosque umbroso, silencioso y solitario en la España en que vivimos.

Creo que el desafío más importante al que se enfrenta la humanidad es el de compatibilizar un modelo económico y productivo que nos permita seguir manteniendo un nivel de vida digno con la conservación del planeta. Si no le ponemos remedio, corremos el riesgo de volver inhabitable este cuerpo sólido celeste que gira alrededor del sol, donde vivimos todos.

España tiene por delante grandes desafíos en el ámbito medioambiental, por ejemplo: promoción de un programa ECO-ciudades 2020 para todas las de más de 50.000 habitantes con el objetivo de atender los compromisos en materia de energía y mitigación del cambio climático establecidos en la UE y en las negociaciones del Protocolo de Kioto, sustitución gradual de la energía nuclear por energías mas seguras y limpias, cerrando las centrales nucleares de forma ordenada en el tiempo, al final de su vida útil (este año le toca a Garoña), aprobación de una Ley para la movilidad sostenible que contribuya a disminuir el impacto del transporte en las emisiones de gases de efecto invernadero,etc

Por otro lado, los intereses de los agricultores (y pescadores) en más de una ocasión entran en colisión frontal con la preservación del medio ambiente. Cualquiera sabe que uno de los principales enemigos del árbol es el campesino: donde antes había frondosos bosques ahora hay verdes praderas con abundosas vacas pastando. También es de sobra conocido el hecho de que en España el consumo de agua por habitante es excesivo y se debe en un 80% al consumo de agua en el sector agrario. Es decir, se necesita una nueva política de aguas eficiente que reduzca el consumo, o sea, los regadíos. A esto podemos añadir la contaminación de los suelos y aguas subterráneas causada por el uso del purín, cuyo aroma embriagador puede percibir cualquiera que se dé un paseo por nuestras bucólicas aldeas.

Concluyendo: España tiene por delante unas tareas medioambientales ímprobas que realizar y para ello el ministerio de Medio Ambiente desaparece y se integra en el de Agricultura, cuyos intereses, en más de una ocasión, serán contrarios. Aparte de crearle una considerable esquizofrenia a la sanísima, fibrosísima y antitabáquica Elena Espinosa, corremos el peligro de que los problemas medioambientales queden relegados ante los intereses de las industrias agrícolas y pesqueras. Si a esto añadimos que José Luis en su discurso de investidura basó su idea de España en cuatro ejes, el cuarto de los cuales es un país comprometido con la causa de la paz y en la lucha contra el cambio climático y la pobreza, juzgo poco coherente haberse cargado el Ministerio de Medio Ambiente.

Consciente de mi atrevimiento, así lo dejo dicho.

Nota 1: Los tres puntitos con sus contenidos en cursiva están extraídos de nuestro programa electoral 100 motivos (y hay seis puntitos más, también importantes).
Nota 2: A todo aquel que tenga un mínimo de sensibilidad artística le recomiendo la lectura sosegada y completa de la égloga I de Garcilaso. Es belleza en estado puro.


Lino Lagoa, para servirles a ustedes, desde la izquierda.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Zapatero ya explicó que los integraba en la misma cartera para alcanzar ese, como dices, deseado equilibrio. No lo digo yo, lo dijo él.

Que lo logre luego o no, no puede ser criticable a priori, habrá que ver si se logran avances o no a posteriori, sin embargo me parece una integración acertada.

No hay nadie más auto-critico, y critico con el Gobierno, que yo, pero por lo menos hay que ser justos y ajustarse a lo que realmente dice el Gobierno... y no a lo que no dice.

Saludos.

PD:

Gordon Brown se cae con todo el equipo:

http://www.elmundo.es/elmundo/2008/05/02/internacional/1209715504.html?a=e832635f09f947a158c6cf23af9c669a&t=1209735146

Esta caída la predije ya hace mucho tiempo, en algunos artículos en la Fundación Sistema.

Eso pasa cuando copias a la derecha, no ofreces alternativas que provoquen un enfrentamiento ideológico, solo ofreces "gestión", eliminas la política ... y de paso tienes la desgracia de no tener carisma; lo último tiene difícil solución, lo primero la tiene.

Aviso a navegantes.

Anónimo dijo...

Querido mnr, criticar a posteriori es facilísimo. Si ha salido mal te ensañas y si ha salido bien ensalzas. A toro pasado todos somos grandes maestros. El mérito está en juzgar a priori lo que nos deparará el futuro. Cuando nos manifestamos contra la guerr de Irak no sabíamos cómo saldría. Podía haber sido un paseo militar y estar hoy el petróleo baratísimo. Pero no manifestamos por el concepto. Y el concepto es el concepto, como muy bien dijo Manquiña. Y Medio Ambiente y Agricultura son dos conceptos difícilmente compatibles. Ahora, caro amico, ojalá me equivoque, ojalá todo vaya bien y dentro de 4 años me tenga que tragar mis palabras. Porque lo que yo deseo es que le vaya bien a ZP, del que me declaro gran admirador, y sobre todo al partido socialista en general, pues es mi partido.
Apriorísticamente te deseo un buen fin de semana.

Anónimo dijo...

No solo es fácil: es justo.

Apriorísticamente el planteamiento, que es lo que exclusivamente se puede juzgar por ahora, es el correcto (en mi opinión).

Desde luego estamos de acuerdo en que ese debe ser el sentido de dicha política.

Un buen fin de semana! (parece que viene buen tiempo).

Saludiños.

Anónimo dijo...

Estimado Lino, creo que la integración del Ministerio de Medio Ambiente con Medio Rural y Medio Marítimo es sensata y la redundancia del nombre nos da una pista: dentro de lo que conocemos como medio ambiente queda incluido el medio rural, el marítimo, aéreo, urbano y limícola, entre otros. (Esto nos recuerda un poco al paradigma exencionalista que ya tratamos en otros textos: Parece que la explotación agrícola o pesquera no tiene nada que ver con el medio ambiente, al menos, hasta ahora.)

Al fin, tiene dos lecturas:

1º Sentar a una misma mesa a todos los interesados en conservar el medio ambiente puede dar muy buenos frutos si todos comprenden sus “verdaderos” intereses. Tengo mis dudas de que un armador comprenda que la sobreexplotación soluciona sus objetivos del mes, pero lleva a la quiebra a todo el sector. Aquí hace su aparición el problema del free raider, y tiene difícil solución, lo que nos lleva de cabeza a la segunda lectura.

2º Sentar a lobos y corderos a la misma mesa acaba como acaba… Pero, y no obstante, recordemos el caso de los cazadores: como colectivo pasaron de verdaderos destructores del medio a fanáticos conservacionistas. (Y ya sé que hay de todo.)

En resumen: difícil lo tiene la ministra, pero es una oportunidad para que muchos comprendan que la economía no es ajena al medio. Quizá el camino sea despertar el egoísmo inteligente.

Anónimo dijo...

Me parece muy pertinente el artículo de Lino Lagoa, como siempre.
Creo que Cristina Carbona ha sido una buena ministra de medio ambiente, que ha tomado decisiones controvertidas pero necesarias y me da mala espina la supresión del Ministerio. Si la lógica es la reorganización, lo mismo da que la política medioambiental se articule en torno a una Secretaría de Estado que a un Ministerio, así que no se gana nada suprimiéndolo. Si la lógica es la coordinación de las políticas medioambientales con las agrícolas, lo mismo podía conseguirse colaborando ambos ministerios y no poniéndolos bajo un “mando” único. Si la lógica es la falta de competencias del Estado en materia medioambiental, no digamos en materia de vivienda…Lo dicho, malas vibraciones, pero a lo mejor es porque es lunes.
En todo caso, lejos de mí dudar del compromiso medioambiental de este gobierno.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Lino Lagoa: la desaparición del ministerio de medio ambiente me parece una mala noticia, aunque como dicen sea verdad que se hace por razones organizativas.
Mal podemos tomarnos en serio la conservación del medioambiente si ni siquiera se le da categoría de ministerio.
MNR, ¿tienes facultades adivinatorias? ¿Me podrías decir quién va a ganar la liga?Es broma,eh...

Anónimo dijo...

Al Anónimo:

Leí las declaraciones del Presidente del Gobierno explicando dicha concentración.

Si juzgas como negativa dicha concentración porque no leíste tales declaraciones, entonces es ignorancia, si las leíste pero las sigues juzgando como negativas antes del primer triste Decreto, entonces es un juicio de intenciones (y ya sabemos como ha terminado Pedro J. Ramírez con tal actitud), si lo haces por cierto análisis de procedimiento (aún no te lo he leído...) como hace Anisakis, entonces bienvenida sea la crítica.

A Anisakis:

Todo menos la concentración, ergo, ¿la "no concentración" administrativa lleva a la mejor coherencia de las políticas que la sí concentración?, es casi... físicamente incoherente.

Recordemos que no hay solapamiento de competencias; el Medio Ambiente y la agricultura siguen existiendo, con sus Servicios, direcciones generales, agencias e instituciones, por lo tanto, no hay elementos tangibles de juicio para determinar que dicha concentración sea negativa, si se cumplen dos condiciones; la permanencia de todo el árbol de políticas anterior, sin perjuicio de su potenciación, y por otro lado, la efectiva coordinación que, como bien explicó Sisifo, resulta muy necesaria.

Todo lo demás, son apriorismos... y esos, amigo Anónimo, si son futurismos tipo Rappel leyendo la bola de cristal... lo mio es el análisis... no te lo tomes a mal.

Le pedimos 100 días de tregua al PP, y nosotros ni cinco horas... lo nuestro es la auto-crítica, y lo demas son gaitas ¿eh?.

Saludiños!.

Anónimo dijo...

Qué profundo es todo esto, ¿y si probásemos con el sexo tántrico?

Anónimo dijo...

Nota para el WEB Master:

Por favor, ¿puedes eliminar las entradas del Troll y bloquear su IP?


saludos,

Sísifo

Anónimo dijo...

Coincido con Lino en que los intereses de agricultores, pescadores y ganaderos frecuentemente entran en conflicto con la conservación de la naturaleza, sobre todo por una visión miope de esas activiades económicas. A este respecto es interesante reflexionar sobre cómo la agricultura-ganadería ecológica mejora posiciones respecto a la convencional: los insumos de la convencional (fertilizantes, piensos, etc) suben vertiginosamente, mientras que los de la ecológica (que no usa fertilizantes ni piensos industriales ) se mantienen en gran medida. Al mismo tiempo, los agricultores-ganaderos ecológicos pueden beneficiarse de la subida generalizada de precios de su producto final.
En todo caso, la crisis de los precios de los alimentos que se está produciendo ( con causas múltiples de las cuales no parece la mayor el tema de los biocombustibles) no debería derivar en una relajación de estándares medioambientales ( ya de por sí bastante laxos) porque ello significaría probablemente un agravamiento de la crisis, como suele suceder.

Anónimo dijo...

Pablo, no tengo claro dónde terminan las premisas de la agricultura ecológica y comienza el marketing. Además, desconozco por qué los productos ecológicos tienen que ser más caros que los "tradicionales"!? ¿Quizá se le pone la etiqueta de "ecológico" para aumentar los precios? Repito, no tengo claro todo este tinglado, pero me resulta bastante sospechoso.

Saludos,

Sísifo