A los sajones les encanta el derecho consuetudinario. A mí también, sobre todo si hablamos de normas no escritas. Las costumbres cristalizan sobre el ejercicio de lo cotidiano. Su fundamento es elemental, y así lo discurre el ciudadano: si lo llevo haciendo largo tiempo y nadie me lo prohíbe, es mi derecho, pues si no lo fuera, la autoridad “competente” me lo prohibiría y como dicen en mi pueblo: San Pedro me la bendiga.
A los jóvenes y jovenas urbanitas se les da por reunirse en las plazas públicas, charlar de cosas banales y amenizarse colectivamente poniéndose hasta las cejas de cualquier líquido inflamable. Jóvenes, “priva” y aire libre son factores que, coincidentes en momento y lugar, multiplican exponencialmente los decibelios generados por la tropa de forma inversamente proporcional al aire contenido en las botellas. Resultado: el índice per capita de mala leche vecinal se dispara. Y claro, se preguntan quién es el responsable de que aquel rebaño de bestias se crea con derecho a hundir sus vidas.
Ahora, llegada la sangre al río electoral, “decretazo munipalis alcanto”. Y la madera a pedir más madera, desbordados que se ven. Ya ves, ellos, que llevan años advirtiendo, son los que se van a comer el marrón. Me los imagino: porque verás tú, compañero, cuando le digamos a esta peña que nos pasamos su derecho y costumbre por el medio y medio de las centelleantes y azules sirenas. Y los joveneses: verás tú, compañero, a dónde los mando yo como me quieran echar de mi plaza, donde mis etílicos pendones ondean al viento desde tiempo inmemorial. (Tengamos en cuenta la capacidad memorística de ciertos organismos vivos.) Y los vecineses, que, incautos, creen que aquella noche será su noche. Pobreciños.
Y la cosa sigue: papa poli, que sabe de barcos, advierte: esto va para largo, que si lo queremos en dos días se van a repartir hostias a horas intempestivas y mucho desaprensivo puede aprovechar el cirio para encender su vela. Los vecineses, por el contrario, quieren hostias a cualquier hora que no sea intempestiva, y que no manchen el piso, porfi. Los joveneses, bueno, puede ser diver, y quedamos a las once a ver quién los tiene más grandes.
Así están las cosas, cada cual con sus derechos: a dormir en paz, a beber en paz, y a guardar la paz en paz. Como dios manda.
Y digo yo que se veía venir. ¿O estas sardinas son frescas? A veces, parece que eso de ejercer el poder se queda sin verbo. En muy pocas ocasiones no actuar es peor que actuar y equivocarse. Gobernar conlleva riesgo. El tiempo corre a favor de la costumbre, y, a estas alturas, como diría nuestro respetado Damasceno Monterio, alea jacta est. Expresión atribuida a Petronio el día que Escipión le pegó fuego a Roma y que, traducida al castellano, viene a ser algo así como “bien la hemos jodido, amigo Sancho”. Y también en galego, faltara, para que no se mosqueen los arqueros de la guardia suiza de Guillermo Tello: “non soltamos unha frecha e demos todas na diana.”
A los jóvenes y jovenas urbanitas se les da por reunirse en las plazas públicas, charlar de cosas banales y amenizarse colectivamente poniéndose hasta las cejas de cualquier líquido inflamable. Jóvenes, “priva” y aire libre son factores que, coincidentes en momento y lugar, multiplican exponencialmente los decibelios generados por la tropa de forma inversamente proporcional al aire contenido en las botellas. Resultado: el índice per capita de mala leche vecinal se dispara. Y claro, se preguntan quién es el responsable de que aquel rebaño de bestias se crea con derecho a hundir sus vidas.
Ahora, llegada la sangre al río electoral, “decretazo munipalis alcanto”. Y la madera a pedir más madera, desbordados que se ven. Ya ves, ellos, que llevan años advirtiendo, son los que se van a comer el marrón. Me los imagino: porque verás tú, compañero, cuando le digamos a esta peña que nos pasamos su derecho y costumbre por el medio y medio de las centelleantes y azules sirenas. Y los joveneses: verás tú, compañero, a dónde los mando yo como me quieran echar de mi plaza, donde mis etílicos pendones ondean al viento desde tiempo inmemorial. (Tengamos en cuenta la capacidad memorística de ciertos organismos vivos.) Y los vecineses, que, incautos, creen que aquella noche será su noche. Pobreciños.
Y la cosa sigue: papa poli, que sabe de barcos, advierte: esto va para largo, que si lo queremos en dos días se van a repartir hostias a horas intempestivas y mucho desaprensivo puede aprovechar el cirio para encender su vela. Los vecineses, por el contrario, quieren hostias a cualquier hora que no sea intempestiva, y que no manchen el piso, porfi. Los joveneses, bueno, puede ser diver, y quedamos a las once a ver quién los tiene más grandes.
Así están las cosas, cada cual con sus derechos: a dormir en paz, a beber en paz, y a guardar la paz en paz. Como dios manda.
Y digo yo que se veía venir. ¿O estas sardinas son frescas? A veces, parece que eso de ejercer el poder se queda sin verbo. En muy pocas ocasiones no actuar es peor que actuar y equivocarse. Gobernar conlleva riesgo. El tiempo corre a favor de la costumbre, y, a estas alturas, como diría nuestro respetado Damasceno Monterio, alea jacta est. Expresión atribuida a Petronio el día que Escipión le pegó fuego a Roma y que, traducida al castellano, viene a ser algo así como “bien la hemos jodido, amigo Sancho”. Y también en galego, faltara, para que no se mosqueen los arqueros de la guardia suiza de Guillermo Tello: “non soltamos unha frecha e demos todas na diana.”
Espero, de corazón, que el sentido común prevalezca. Siempre nos quedará el ejemplo de Granada. A buenas horas mangas verdes.
Sísifo el rojo
28 comentarios:
El derecho al descanso de los vecinos es fundamental, y está bien que se proteja, pero debe comprenderse que, sobre todo la gente joven, necesita compartir su tiempo con los demás, reírse juntos, hablar y disfrutar de la compañía, lo cual incluye, muchas veces, hablar de todo o de nada, compartiendo tragos, que la sensatez de los años te enseña a disfrutar, y por lo tanto, a moderar, y buscar otras calidades.
En cuanto a alternativas de ocio, sí, porque no, siempre es interesante, pero que nadie busque "soluciones" únicas, porque a lo mejor esa tampoco es la respuesta.
En este tema, como en otros, la verdad no está premiada en el discurso público, asi que lo dejaré aquí. Es imposible contentar a todos si alguien opina sobre este tema, sin embargo, yo siempre opté por ser fiel a mi mismo, y a poco más aspiro.
Un saludo.
Y digo yo, no podría el señor Alcalde subvencionar la estadía en soluciones habitacionales por hora para que los jóvenes puedan tocarle la miembra a la que se deje ... por supuesto las jóvenas tendrán derecho a otro tanto.
" Las costumbres cristalizan sobre el ejercicio de lo cotidiano. Su fundamento es elemental, y así lo discurre el ciudadano: si lo llevo haciendo largo tiempo y nadie me lo prohíbe, es mi derecho, pues si no lo fuera, la autoridad “competente” me lo prohibiría y como dicen en mi pueblo: San Pedro me la bendiga"
Exactamente.
Esto del botellón me refresca otra de esas lacras modernas ante las que el ayuntamiento permanece impasible: la ordenación del tráfico en la ciudad.
Esto es como lo de la Supernanny cuando los padres de un monstruíto de 13 años que no les hace ni puñetero caso y arrasa con todo y, de repente, tras 13 años de satisfacer todos sus caprichitos y de no ponerle limitaciones a nada, deciden que ya está bien y le exigen a la supernanny que obre un milagro y transforme a su galopín pseudo-delincuente en un chaval de provecho.
Y, claro, a los 13 años ya es como tarde y es que o se van a Fátima o acaban todos a hosti...
Hoy se aparca en doble o triple fila( hay calles enteras, Entrepeñas o avenida Mallos donde hay una segunda fila perenne a cualquier hora) y se obstaculiza el paso de los peatones con los coches subidos a todos los pasos de cebra.
Yo he comprobado como una persona en silla de ruedas no podía cruzar más de dos manzanas por la existencia de esos obstáculos a motor en cada badén habilitado para ellos.
Hoy en día el tipo que se va a tomar dos cervezas en el bar de la esquina ni se molesta en dar una vuelta a la manzana en busca de un sitio, sino que lo aparca donde cae y molesta porque sabe que nadie le va a decir nada y que los municipales son más difíciles de ver en algunos barrios que el cometa Halley, que pasa cada 75 años.
Hay barrios en los que se comenta entre los vecinos:
- Oye, pues yo hace 3 años vi por aquí a un municipal y no parecen tan fieros.
- Bah, eso es una leyenda urbana como lo de los cocodrilos en las alcantarillas: todo el mundo sabe que los municipales no existen.
Y no exagero mucho.
De alguna forma desde el ayuntamiento se premia la conducta del mal ciudadano con la pusilanimidad institucional( al que pone bacalao a las 3 de la mañana, al botellonero chillón, al que aparca en doble fila o sobre los pasos de cebra o en la acera...), y se penaliza al buen ciudadano( el que soporta al gilipollas del tuning porque mañana se levanta a las 7 para trabajar, el que tiene que aguantar los claxonazos de algún coche que quiere salir y que tiene uno en doble fila, al minusválido que no puede cruzar dos aceras seguidas, al que da media docena de vueltas a la manzana para aparcar bien su auto y no molestar, etc)
El mundo al revés o cómo la dejadez institucional en la aplicación de las leyes beneficia a los infractores y perjudica a los cumplidores. Se premia la mala ciudadanía en detrimento de la buena. Un pésimo ejemplo para nuestros jóvenes y jóvenes, por ejemplo.
"la "teoría de los cristales rotos". La idea es que, si en un edificio abandonado, alguien rompe el primer cristal, seguramente esto implique un efecto llamada, de forma que, poco a poco, el deterioro del edificio irá avanzando rápidamente"
Es evidente, por lo menos para mí, que todo el deterioro de ciudadanía y convivencia en A Coruña viene dado por una falta total de compromiso con la erradicación de problemas puntuales, concretos y cotidianos por parte de las autoridades políticas pertinentes; una lamentable falta de voluntad por resolver situaciones nada complejas de ser resueltas aplicando la legalidad pertinente sin titubeos.
Esa falta de respeto por el otro que vamos perdiendo día a día está, a la vez, incentivada por unos políticos pusilánimes y en pos del marketing efectista a los que le interesa más poner una banderita en la ensenada o un ascensor en el monte que combatir el deterioro cotidiano con que este tipo de perniciosas conductas afectan a nuestra convivencia.
Al final acabaremos todos rompiendo los cristales porque ya ni sabremos si eso está bien o mal hecho.
Tiempo al tiempo.
Jim Alegrías, en posición de espera a ver si ese plan de movilidad del alcalde es algo más que sci-fi.
Las alternativas de ocio del ayuntamiento las podemos observar en la pequeña plaza de las Conchiñas, donde en unos escasos metros cuadrados pavimentados se juntan para disfrutar de su esparcimiento 200 ancianos en bancos, 100 niños en 4 columpios con sus padres y madres, otros 100 ñiños jugando al fútbol entre los ancianos y las madres con bocadillos y unas cuantas docenas de yonkis.
¿ Biblioteca? No.
¿ Hemeroteca? No.
¿ Ludoteca? No.
¿ Centro Social?No.
¿ Zona verde? No.
¿ Museo, sala de cine, de teatro...? No.
Para que queremos aquí nada de eso si tenemos unos metros cuadrados de plaza, 4 columpios, 6 bancos y una fuente para niños y perros para más de 30000 personas( densidad de 900 personas por hectárea)
Antes vamos a hacer un segundo ascensor panorámico, que viste más, ya que la pasta en CULTURA Y OCIO nos la gastamos en traer a la Chenoa, al David de María ése y al Melendi, que están de un actual que te cagas y no tocan de espaldas al público como el mamotreto del Dylan, que ni toca Blowind in the Wind ni ná.
Tenemos lo que nos merecemos, que decía Gandhi.
Mi solución a todo esto: un alcalde y unos concejales a los que les apasione la ciudad de verdad. Que amen Coruña y conozcan sus barrios y problemas y tengan voluntad de solucionarlos.
Un alcalde y equipo que se preocupe por la cotidianeidad de sus ciudadanos; que se pasee la ciudad y tenga más recorrido que María Pita-Conferencia en Cantón Grande- María Pita- Conferencia en Cantón Pequeño- María Pita.
Un alcalde que interactúe con los actores que hacen posible que él esté ahí de forma más directa y natural. Que cuente con los militantes de su partido y facilite el intercambio de puntos de vista con ellos.
No un tecnócrata atrincherado en su despacho.
No un ratón de ayuntamiento.
No alguien que sólo salga de su mullido despachito para dar conferencias sobre lo buen ciudadano que es el presidente de Caixa Galicia o para hacer campaña en la Plaza de Lugo unos días antes de las elecciones para salir en una foto en La Voz de Galicia.
Necesitamos un alcalde al que se le note que disfruta de la gestión de las cosas de A Coruña y que no tenga miedo al riesgo que supone tomar decisiones, acertadas o no.
Lo que no necesitamos, en ningún caso, es a un tecnócrata ambigüo y pusilánime que no sepa ejercer la autoridad necesaria en caso de que los primeros cristales comiencen a romperse, y se quede parapetado sobre su moqueta con escudo hasta que todas las ventanas estén rotas y no le quede más remedio que salir a imponer cierto orden.
La ciudad hay que ganársela día a día en la calle si es que no te conformas con quedar de segundo o tercero.
Que igual sí.
Oye Jim, me estás saliendo un poco revolucionario; cualquier día te la cortan (la miembra, me refiero). Dicho esto, te diré que tienes más razón que un santo, creo al igual que tú que si los concejales estuviesen más tiempo en la calle pulsando la ciudad, el gobierno municipal no iría permanentemente a remolque de la situación. Opino, como tú, que falta capacidad de liderazgo, algo que lamentablemente no se puede comprar al peso en el super, o se tiene, que no es el caso, o no hay nada que hacer. Sin embargo te anticipo que somos muchos los que venimos diciendo que el Rey está desnudo, lo que no evita que el aparato y quienes del aparato viven miren para otro lado; convéncete de que María Pita y sus poltronas, después de 25 años, se ha convertido en un algo muy rentable para muchos y que no lo van a soltar, mucho menos por el bien del partido o de la ciudad, así que ten paciencia, sólo quedan tres años para que, lamentablemente, los ciudadanos nos pongan en nuestro sitio, el anticipo ya lo tuvimos en 2007 y aún hay quien dice que fue un éxito electoral.
Estimado Jim Alegrías, por favor, creo que hay que ser más modesto y sobre todo no faltar al prójimo. Pintas a nuestro alcalde como un chikilicuatre salteador de sillones, incompetente y lameculos. Te equivocas, y además te pasas tres pueblos. Pareces un infiltrado del PP más que un socialista. Por favor, y reitero, respeto, respeto, respeto.
Ya le gustaría a muchas ciudades y pueblos de Galicia tener un alcalde como el nuestro. ¿Qué tiene sus defectos? Bueno, ¿quién lo duda? Defectos los tenemos todos. A no ser, claro, que te consideres de antes del Pecado Original.
En resumen, genial es tus críticas constructivas, de pena con tus puñaladas traperas contra un compañero socialista. Espero que tomes nota, retires esos post y pidas disculpas, luego, ya puedes continuar con esas excelentes visiones que tienes de los problemas de nuestra ciudad: aciertas cada vez que abres la boca. Gente como tú, con esa capacidad de análisis, nos es cada vez más necesaria.
Compañero Jim, no te lo tomes como una bronca, a todos nos puede pasar que se nos caliente la boca. Hazme caso y no pierdas las formas que haces gala en tus otros muchos e interesates mensajes.
Humildes saludos de Sísifo
Y al anónimo, pues eso, que si quiere criticar con acero que se identifique.
Sísifo
Para anónimo:
totalmente de acuerdo contigo. Desde hace demasiados años en el socialismo coruñés existe una élite perfectamente diferenciada y muy endógena que ha conseguido hacer del partido su colchón y del ayuntamiento su trampolín para él y su prole.
Yo puedo hablar porque no soy ningún concejal que tenga a su hermana de directora en ninguna biblioteca coruñesa y al resto de su familia colocada por ahí.
Ni me repartí el cacho con la privatización de la gestión de las bibliotecas municipales como un par de gentes del ayuntamiento hicieron.
Y podría seguir hasta el anochecer.
Existe una voluntad de perpetuación de los de siempre en la cúpula del socialismo coruñés que es inquietante. Son una docena de apellidos, y sus familiares, que se están repartiendo cargos directivos y concejalías( da igual cuál; se lo jugarán a la carta más alta y al que le toque la más baja le darán Fiestas)en la ciudad a tutiplén y se han apropiado de la dirección del partido, impidiendo cualquier mínimo atisbo de regeneracionismo.
En la última asamblea pudimos comprobar algunos como la simple presentación de una lista alternativa para algunos ya era un motín o una especie de revolución de palacio.
Tíos, sobrinos, nietos, hermanos... se reparten sin ningún pudor el pastel.
Es triste pero cierto y lo único que podemos hacer los socialistas de base e ideología( una gran parte de ellos se han subido al socialismo cuando algún familiar o amigo han trincado poltrona y son los típicos desideologizados que mañana cae el Psoe y se te van al PP con todo el morro) es proponer alternativas y regeneración en el aparato desde la discrepancia y el debate.
Todo este automatismo elitista y apesebramiento de una docena de familias (de) socialistas está desembocando en un desencantamiento general en Coruña, por lo que yo puedo pulsar, y no auguro nada bueno si continuamos en esta dinámica de abulia, de amodorramiento y de sesteo vespertino de salón.
La falta de liderazgo no se puede comprar en el súper, cierto, pero es que en este caso no te dan ni la opción de mirar en el súper a ver qué hay.
Luis J. te saluda, anónimo.
Para Izquierda 21, blog desde la discrepancia:
El artículo sobre el Agra del Orzán que os envié dos veces y que no fue subido al Blog, es hoy publicado( mutilado, pues no cabía entero) por LA OPINIÓN en la sección CARTAS AL DIRECTOR.
Lo firma un tal Luis José Rodríguez, que, casualmente, soy yo mismo.
Para el que le interese, claro.
Saludos de Luis.
Para Sísifo:
a) Primero decir que no tengo nada personal contra Javier Losada y que mis alusiones se limitan a su desempeño político únicamente, al que critico cierta ambigüedad y pusilanimidad a la hora de enfrentarse con la gestión de lo público en A Coruña. Cierto pánico a tomar decisiones y asumir riesgos, que son inherentes a la condición política.
No veo, por lo tanto, ninguna falta de respeto en tildar al "político" Losada de tecnócrata sesteante y de alguien que no tiene el empaque y la capacidad necesarios para generar ilusión entre ciudadanos y militantes.
El distanciamiento con respecto a la calle y sus problemas de esta cúpula endogámica del PSOE coruñés que yo percibo desde la equidistancia de la militancia crítica no creo que pueda ser interpretado como falta de respeto o agravio hacia nadie.
Es mi margen para la discrepancia como militante socialista que soy, siempre desde el respeto a la persona y únicamente incidiendo en el papel político que unos y otros representan en el partido y ayuntamiento.
Es inevitable que en una organización se susciten estos debates y discrepancias, pues la cúpula se acomoda y perpetúa en la poltrona de sus privilegios( se vuelve inmanentemente conservadora) y es labor de los discrepantes dinamizar el aparato, crear el espacio para el regeneracionismo, revitalizar la estructura de oportunidades que toda organización contiene...
Eso o languidecer en la calma chicha de la abulia hasta que el barco se hunda y no quede más remedio que reflotarlo o construir uno nuevo.
b) Lo de infiltrado del PP es un golpe bajo. Que yo me muestre discrepante con algunas esencias y actores del Psoe coruñés no tiene nada que ver con mi ideario o doctrinario básico, que ha sido, es y será siempre profundamente socialista y articulado desde la perspectiva de la izquierda crítica.
Y una de las cosas que más me incomodan es el dogmatismo acrítico, la aprobación por "aclamación" de una única opción o cierta tendencia hacia el "socialismo aséptico y desideologizado"( ese fin de la Historia Fukuyamesco) en la que parecen solazarse algunos de nuestros políticos más cercanos.
Quizá la mejor forma de estar de acuerdo es estar de acuerdo con diferencias.
Un abrazo de Jim para ti, Sísifo.
El miedo es un clasico de la defensa del poder, miedo a lo nuevo, miedo a lo desconocido, miedo a la discrepancia: el que discrepe es que es uno del PP agazapado; es la doctrina Bush aplicada al PSOE. Estimo que nuestros dirigentes a quién deberían de tenerle miedo (si es que no son capaces de funcionar sin miedo)es a los ciudadanos, pues son los que quitan y ponen rey, y en esta ciudad cada vez cuentan menos con nosotros. Creo que tras 25 años de hegemonía vamos a tener un final muy triste y no lo merecemos.
Para el que le pueda interesar, el texto completo publicado hoy en LA OPINIÓN ,parcialmente, es éste:
HUXLEY, PACO VÁZQUEZ Y EL AGRA DEL ORZÁN
Si entendemos que una buena parte del doctrinario socialista se articula alrededor de la preeminencia de lo público sobre lo privado, del utilitarismo sobre el monetarismo, del "sentido de comunidad" por encima de ese individualismo categórico que deviene en una suerte de " multitud aislada", deberíamos de concebir la ciudad como un espacio de convivencia favorecedor de interrelaciones que no se generen única y exclusivamente en el ámbito de los intercambios productivos de la contabilidad privada; como un entramado de recursos públicos al servicio del bienestar común: cultura, ocio, esparcimiento...
A. Huxley, "Un Mundo Feliz", comentaba que los gestores político-económicos de la sociedad de consumo tenían dos evidentes enemigos a batir para completar la inmersión total del ciudadano en el modelo de reproducción capitalista Taylorista-Fordiano: la naturaleza y los libros.
La naturaleza entendida como freno del consumismo, pues su contemplación, solaz y disfrute no inducía a la producción o compra de bienes materiales( es evidente que un paseo por el campo o una tarde en el parque no estimula la mentalidad capitalista- y sus necesidades inducidas- con la misma intensidad que una tarde en el centro comercial o entre los resplandecientes brillos de calles abarrotadas de escaparates y productos)
Asimismo, los libros poseían la peligrosa virtud de generar ideas, reflexiones, imágenes nuevas y críticas de la realidad dotadas con la suficiente autonomía y consciencia para cuestionarse su rol de mero reproductor de intereses ya definidos y determinados, de engranaje prescindible de la maquinaria perfecta de la oferta y la demanda. El peligro de la transición de inconsciente homo oeconomicus a rebelde funcional y desestabilizador.
Huxley, en definitiva, parecía entender que sin libros y sin naturaleza el ciudadano deambulaba desarmado frente a las alienadoras fuerzas del determinismo económico.
Lo que quiero decir, en definitiva, es que yo vivo, junto a casi 40.000 personas, en un barrio, El Agra del Orzán, que durante varios mandatos de un alcalde ¿socialista? fue prácticamente invisible.
Toda la estrategia de gestión de lo urbano en este barrio de Paco Vázquez se limitó a peatonalizar la Calle Barcelona y poco más. Ni bibliotecas ni parques ni ningún otro tipo de equipamiento social y cultural. Se especuló y cementó cada centímetro cuadrado sin contar con las necesidades no materiales( ocio, cultura, esparcimiento, asociación...) de las personas. Se cercenó ese sentido de comunidad al que aludía en el inicio; se fueron cerrando los espacios públicos de interacción que habían existido al margen de lo privado.
Una dejadez absoluta, sin ningún tipo de planificación, de dotación de infraestructuras públicas y servicios al ciudadano.
Cuando un conocido arquitecto sentenció que " la única forma de hacer algo con el Agra del Orzán es bombardearlo", se culpó desde el ayuntamiento al desarrollismo de los años 60 y demás zaranjadas autoexculpatorias para intentar conjurar su mala conciencia por aquella dejadez institucional con la que se había tratado a más de 30000 personas, que contemplaban como se hacían Parques de San Diego, Fórums Metropolitanos y se invertía en otros barrios mientras se dejaba desabastecido, sin recursos mínimos, al suyo, al de más alta densidad de población de A Coruña( 900 personas por hectárea), pese a que en varios programas electorales de Paco Vázquez se prometía la construcción de ese parque y Biblioteca para el Agra.
Los que vivimos allí en los años setenta y ochenta conocemos la desoladora verdad: El barrio estaba, en gran medida, por hacer, por definir, por diseñar( solares, zonas de campo, huertas, todo para ser aprovechado mediante una planificación eficaz a nivel de habitabilidad humana mínima), y se podría haber hecho con un poco de voluntad política... pero nada, no existió esa voluntad nunca por parte de Paco Vázquez y su equipo. Estarían pensando en el pirulí de cristalitos, en el tranvía de juguete, en las terrazas de María Pita, en el ascensor panorámico y en la policía municipal alrededor de la bandera 24 horas al día y otros macroproyectos de esas características como para pararse a gestionar eficazmente los recursos urbanísticos de un barrio de aluvión de esos de 40000 mindundis desertores del arado.
Posiblemente lo único bueno para la ciudad es que gracias al " sacrificio" del Agra del Orzán y a esa hiperinflación descontrolada y anárquica de viviendas baratas y a sus respectivas licencias municipales, las arcas del ayuntamiento pudieron acometer las "sociales y socialistas" empresas que antes he mencionado del tranvía, las terrazas, etc.
El Agra del Orzán es un epítome de dejadez institucional, de carencia de voluntad política y ordenamiento urbano. En su comprimida geografía se hacinan en condiciones de franca inhabitabilitad más de 30000 almas sin ningún tipo de tejido público de carácter lúdico, asociativo, cultural, de esparcimiento.
El barrio es ahora un piélago de cemento, asfalto, vehículos, aceras estrechas, sin biblioteca, sin apenas mobiliario urbano o zonas verdes; el ejemplo perfecto de "neoliberalismo" político aplicado a una determinada área urbana, de dejación de funciones y de carencia de recursos públicos. Una política de predominio de lo privado y especulativo sobre lo público y utilitarista.
Javier Losada y Carmen Marón nos deben a los ciudadanos del Agra del Orzán algo más que un trozo de jardín en la adoratrices cercado por una nueva muralla de cemento.
Nos deben una gestión pública socialista de verdad.
Nos deben cultura y naturaleza, que diría Huxley.
Jim Alegrías, maestro horchatero.
Jim, la verdad es que el Agra del Orzán es una aberración desde su raíz pero tienes bastante razón en que se ha hecho muy poco para mejorarlo. Lo que se está planeando para la zona del observatorio está todavía pendiente de algunas alegaciones, si no me equivoco. Lo ideal sería crear un gran parque pero parece que va a primar la edificación y se va a crear un miniparque. Eso va a incrementar la densidad del tráfico en una zona ya congestionada.
En cuanto al tema del botellón,la nueva ordenanza que se va a aprobar es probable que, queriendo contentar a todos, acabe por no contentar a nadie, aunque lo importante es su aplicación, no el instrumento normativo en sí mismo.
Lamentablemente en la izquierda confundimos con gran frecuencia churras con merinas y miembros con miembras. El botellón es una muestra más. He escuchado a quien define el botellón como una "manifestación cultural", una "forma de expresión" y chorradas por el estilo. En mi opinión el botellón es un síntoma de la decadencia de un modelo socioeconómico, una excrecencia de un sistema que las genera en abundancia. Pero aparte de su explicación y de su interpretación, objetivamente, el botellón genera molestias, costes y vulneración de derechos ciudadanos. Los vecinos de las zonas afectadas, voten al PP, al Psoe o se abstengan, tienen derecho a descansar. Los botelloneros no tienen derecho a dejar toneladas de basura y desperdicios varios. Arbítrense todas las fórmulas de ocio alternativas que se quieran. Dénsele masajes en la espalda a los botelloneros si se considera conveniente. Pero respétense y haganse respetar escrupulosamente los derechos de la gente. Todo lo demás es neblina relativista. Y cálculo electoral absolutamente erróneo.
¿Expresión cultural?, no claro, ¿masajes en la espalda?, menos.
El que no escuche a los jóvenes, se equivoca.
Las alternativas de ocio tienen un efecto muy limitado.
Saludiños.
Yo vivo en el Agra y doy fe de lo que dice Jim Alegrías. Este barrio lo ha dejado de la mano de Dios el socialismo coruñés y me alegro de que se diga así, alto y claro.
En el tema del botellón, como han dicho antes, no se puede contentar a todos y hay que hacer que se cumplan las leyes y se respete a la gente. Lo que pasa es que a nuestro alcalde le da miedo perder un voto y por eso no le meterá mano al problema.
Bueno, podría decirse también que ahora Javier Losada estaba perdiendo votos de los vecinos de la Plaza del Humor.
Desde luego yo solo quería remarcar que, la necesidad de la juventud de poder relacionarse es normal, y en la calle es en el único sitio en donde se puede hacer, porque los locales son ruidosos, pequeños y las bebidas suelen ser muy caras.
No creo que por cumplir las normas se pueda dejar descontento a todo el mundo; lo que puede dejar descontento a todo el mundo es, si al aplicar esas normas, no se incluye a todos los sectores sociales implicados... que es completamente distinto.
Saludos.
Por cierto, respecto a lo del botellón, fijaros si podéis en dos cosas, que no son baladís:
1) En los Opencor, Carrefour y otros supermercados proliferan desde hace algún tiempo las ofertas conjuntas, packs, de ron+botella cocacola 2litros o whisky+redbull+6vasos de plástico, vasos mezcladores,etc...
2) Si uno compra en un Opencor( franquicias del Corte Inglés) hasta las 6 ó 7 de la tarde te dan bolsas serigrafiadas con la publicidad del establecimiento, etc... pero a partir de una hora a los chavales que van al botellón les dan bolsas blancas, sin ningún tipo de publicidad de la firma.
Es interesante como el mercado aprovecha, estimula y juega al equívoco o disimulo mientras provee de más madera a los chavales.
Y es que en las guerras o entre el infortunio de los demás también se originan e incrementan las grandes fortunas.
Saludos de Luis.
Quiero felicitar a Sísifo por su artículo, con sentido del humor dice cosas muy interesantes. Así como los 10 mandamientos se resumen en uno, no sé cuál, que yo desde que hice la comunión de marinerito me alejé de la Santa? Madre? Iglesia, esto se resume en falta de autoridad. Pero falta de autoridad no en el sentido de ejercer el poder contra, repartiendo candela, sino en el sentido latino del término auctoritas, es decir, prestigio, influencia.
Cuando un profesor tiene auctoritas entre sus alumnos sin castigar practicamente nunca da sus clases con rigor y sus alumnos aprenden. Otros, como no la tienen, gritan, se desgañitan, castigan a diario y no consiguen nada. Los alumnos ni aprenden ni lo respetan.
Pero la auctoritas no es tuya, te la dan los otros, porque consideran que te la mereces: porque no pierdes los nervios, porque demuestras que dominas tu asignatura, porque eres ecuánime, etc.
Por supuesto no es lo mismo dar clase que dirigir una ciudad pero los mecanismos psicológicos son los mismos. Javier Losada no tiene auctoritas, porque no se la merece. ¿Acaso puede merecerla quién promete no realojar a los gitanos en Novo Mesoiro cumplan o no los requisitos? Nunca se realojarán, integrarán los gitanos en ningún b barrio, porque si los vecinos no quieren ya saben lo que tienen que hacer: el alcalde, como se demostró acabará cediengo.
Paco Vázquez, y os aseguro que no es una persona a la que admire, tenía auctoritas, porque se la había ganado y la gente no se le reía en las barbas.
Es triste pero es lo que tenemos.
El buen gobernante tiene que tomar decisiones que no gustan en muchas ocasiones a los gobernados. Sin que le tiemble el pulso.
A Felipe González le tocó la reconversión naval y la llevó a cabo. Hizo lo que debía aunque fuese duro y doloroso. La gente lo entendió. Sólo cuando el fango de la corrupción acabó salpicándolo dejó de apoyarlo.
Un buen alcalde también tiene que tomar decisiones que disgusten a sus vecinos, a parte de ellos, pero tiene que gobernar para el bien de la mayoría.
Es inadmisible que se les permita a los jóvenes amargar la vida a los demás, gente cuyos pisos se devalúan, que acaba mal de los nervios, etc, sin hacer nada por evitarlo.
Es deber del alcalde buscar una solución y aplicarla con rigor.
En nuestro alcalde no se percibe firmeza, sino titubeo;no se percibe claridad, sino confusión de ideas.
El alcalde tiene que representar un referente claro para sus vecinos, a algunos gustará ese referente y a otros no, pero todos sabrán lo que representa. Javier Losada quiere agradar a todos y al final no agrada a nadie.
Y quienes lo rodean y no le dicen lo que ven, flaco favor le hacen. Alguien tiene que decirle al rey que va desnudo.
Anda diciendo Solchaga que ahora que vienen tiempos duros, veremos la entidad de cada uno de los ministros nombrados por ZP, incluso la del propio ZP; no le falta razón, la anterior legislatura fue la de los Hooligans del PP que se desprestigiaron ellos solitos, respecto al PSOE, como la economía funcionaba bien se le perdonaban sus ocasionales errores. Lo de ahora ya va en serio, ahora hay que gobernar, no es cierto que todo lo decida Bruselas, hay margen, muy estrecho, pero margen al fin y al cabo para tomar medidas que hagan comprender a la población que hay alguien al mando de la situación. Va a resultar muy gratificante ver lo que dan de sí las Bibianas, Magdalenas (a ésta poco le queda por demostrar) etc ... de momento y pese a la crisis del PP estamos en empate técnico en las encuestas. Respecto a la gestión de las huelgas, hasta la fecha un cero en comunicación, peor imposible, y eso que ya no está Moraleda, empiezo a pensar que el problema está en el mismo ZP.
Sobre el tema del botellón, el ruido, las dobles filas y demás lacras urbanas me parecen muy interesantes unas apreciaciones que hace Antonio Fraga Mandián, magistrado coruñés:
" En la sociedad que nos toca vivir conceptos tales como orden, disciplina, autoridad o jerarquía no son "progresistas", parecen evocar principios de regímenes totalitarios. Craso error, precisamente aquéllos deben ser valores en alza porque son soporte ineludible de una sociedad democrática, porque son garantes del sistema de libertades y derechos fundamentales. A medida que nos alejemos de ellos nos adentraremos en el desgobierno, horadando la convivencia e hiriendo de muerte el activo más importante de una sociedad, el respeto hacia nuestros semejantes"
Estimado Jim Alegrías, vale, retiro lo de "infiltrado pepero", no fue justo contigo y es mi deber pedir disculpas públicas. No obstante, reitero el contenido del resto del mensaje: hay formas que los militantes no pueden saltarse y menos en público y este foro es público.
Te ruego de nuevo que no pierdas las formas. Fíjate que fácil es pedir disculpas: No se me ha caído ni un sólo anillo. ¿Será que no los uso? :)
Saludos y talante.
Sísifo
Sísifo, no es mi intención agraviar a nuestro alcalde ni mucho menos.
Fuera de su rol institucional y político, es alguien que me cae simpático. Igual alguna de mis apreciaciones resultó un tanto hiperbólica o desmesurada. Puede ser.
Pero alguien debería decirle que no transmite la emoción, energía y determinación de un líder y aconsejarle sobre ello.
El tono, su oratoria, su lenguaje no verbal no funcionan; y es como si siempre fuese a medio gas y titubeante cuando hay decisiones que necesitan firmeza porque, como alguien bien decía antes, no se puede intentar agradar a todo el mundo o corres el riesgo de no agradar a casi nadie.
Mi debate interno ahora mismo es entre la lealtad y la coherencia.
Mi opción personal pasa por el regeneracionismo en la estructura directiva de la agrupación local coruñesa, que considero muy anquilosada.
Necesitamos más energía y frescura. Sacudirnos la pereza, las viejas inercias y volver a implicar al militante e ilusionar al ciudadano con renovadas propuestas.
Ayer Tello salía muy ufano en una entrevista LA OPINIÓN, anotándose todos los tantos que no se anota Losada.
Parecía él el alcalde.
Saludos.
Por cierto, Sísifo, se me olvidó en su momento darte la enhorabuena por tu artículo de cabecera" Granada 1, Coruña 0".
Bien escrito, incisivo y dotado de un gran sentido de la ironía.
" Sísifo 1, Botelloneros 0"
Coincido con Sísifo en pedir un poco de prudencia y contención a la hora de hacer críticas con nombres y apellidos, sean a nuestro alcalde o al presidente del gobierno.
No olvidemos quienes sómos, de dónde venimos y adónde vamos.
Saludos
A anisakis:
te invito a leer este post, y despues, abandonando un minutito el rollito demagógico, si ves que tal, rectificas.
Pincha, lee, y despues me repites lo del "miniparque en el Agra"
http://agradelorzan.blogspot.com/2008/06/bueno-para-el-barrio.html
saúdos dende o Agra
Jfk
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