Si hay algo que debe siempre caracterizar a la izquierda es precisamente su defensa de la clase media, verdadero sustento del equilibrio socio-económico de un país. La ideología socialista decimonónica originó en su momento una de las más importantes revoluciones de la humanidad, revolución que protagonizó una extremadamente convulsa primera mitad del siglo XX para finalmente poder presentar como su saldo más favorable el de obligar al capitalismo reinante a socializar las formas como única manera de mantener el fondo; sucediendo que estos cambios, temidos al principio, le permitieron incrementar exponencialmente su éxito, convirtiendo al capitalismo suave de formas en la única doctrina actualmente triunfante en occidente. El desarrollo económico originado por la humanización del capitalismo fue espectacular, y permitió la creación de una clase media en occidente cuyo consumo enriqueció aun más a quienes ostentaban la propiedad de los medios de producción.
El socialismo europeo de la segunda mitad del siglo veinte se tornó en socialdemocracia, es decir, en un socialismo al servicio de las clases medias y funcionó en una Europa derruida, impulsando una serie de políticas que ningún gobierno conservador ulterior se atrevía a remover. Los problemas comienzan a verse en la última década del siglo pasado, cuando las políticas socialdemócratas van perdiendo fuelle víctimas de su propio éxito, dejando un vacío ideológico que inmediatamente es ocupado por los trileros, esos hijos tramposos del capitalismo que aupados en el caballo liberal y en un teórico agotamiento de las ideologías pretenden que se deje hacer al mercado (trampas, se entiende), convirtiendo a dicho mercado en un fin cuando su verdadera función es instrumental. Es en ese momento cuando la socialdemocracia no sabe responder al envite y pierde utilidad para esa clase media que, inerme, comienza a engrosar las filas de la abstención.
En España podemos ver el ejemplo de la vivienda: existiendo una clase media con una cierta capacidad económica, los bancos se alían con los promotores para vaciarles el bolsillo, debidamente cubiertos por una clase política liberal que entiende que el mercado debe resolver de por sí el problema de la vivienda, y salvando la conciencia con políticas de vivienda-caridad que en una suerte de lotería van permitiendo que unos pocos se salven de la quema y puedan ver su derecho a la vivienda satisfecho de una manera razonable; podemos ver cómo el mercado inmobiliario comienza su excepcional despegue a la par que los gobiernos populares permiten que esa clase media se auto-esclavice para atender a una necesidad tan básica como la de la vivienda. Estos neo-esclavos modernos vienen perfectamente representados por el drama de los mileuristas, cifra de ingresos que sin ser alta, permitiría ir tirando dignamente si la vivienda no constituyese el principal elemento de gasto, con lo que estos ciudadanos quedan abocados a destinar la práctica totalidad de sus ingresos a pagar vivienda y comer y con escasas posibilidades de salir de esa situación, algo parecido al medievo pero en plan fino.
Visto así el asunto el recurso a la abstención no parece descabellado, ya que la izquierda sigue todavía sin afrontar un verdadero plan de vivienda-derecho que sustituya a los vigentes de vivienda-limosna, así como regular la imprescindible participación de los trabajadores en los beneficios de las empresas en las que trabajan. El éxito del capitalismo como instrumento económico que permita la superación personal y a la vez la redistribución de la riqueza sólo puede conseguirse distribuyendo también los beneficios y no sólo las pérdidas (que siempre se redistribuyen bajo la forma de despidos). Ello permitiría incrementar la productividad en el seno de las empresas, así como la renta disponible a aquellos trabajadores que mayor eficacia logren; a buen seguro que estos trabajadores preferirán esta solución, aunque conlleve mayor carga impositiva que las exenciones fiscales que últimamente se anuncian para las rentas bajas. Lo dicho anteriormente, si la socialdemocracia no es capaz de sustituir la limosna por el derecho, es que ha perdido utilidad.
Mientras las políticas socialdemócratas no afronten este reto, las necesidades colectivas de la clase media distarán mucho de tener encauzada su satisfacción y nos pagarán en forma de abstención, realidad electoral que ya es hora de que la analicemos como lo que realmente es: una política consciente de castigo mayoritariamente a la izquierda y no el resultado de la actitud de individuos despreocupados.
SAR
19 comentarios:
Lo cierto es que los integrantes de la clase media lo tenemos crudo:
viviendas inasequibles, petróleo por las nubes, mileurismo y deslocalización de empresas. Es decir, nos atacan por todos los frentes. Esto es fruto de una lógica económica (neoliberalismo globalizado) y de una lógica de escasez creciente de recursos.
El abstencionismo obedece a múltiples causas, pero creo que la principal es el descrédito de la política y de los políticos en cuanto instrumentos para servir a los intereses de los ciudadanos.
Esa es la barrera que tenemos que vencer y solo puede conseguirse renovando bastantes ideas. Y si hay que renovar ideas, también habrá que renovar a algunas de las personas que las encarnan. Por ahora aquí me quedo. Espero que este blog pueda servir a estos objetivos. Enhorabuena a los que lo habéis montado.
Tiene bastante razón el articulista, parece increíble que nuestra economía siga empleando mayoritariamente al sector de la construcción como elemento de tiro y que no se adopte una verdadera política de protección a la vivienda, la cual está dentro de esta lógica abocada siempre a subidas incontroladas por haberse convertido en un bien de inversión. Zapatero debería de tomarse más en serio el problema.
Efectivamente, se constata que existe un problema de pérdida acuciante de poder adquisitivo de la clase media que viene determinado por la pérdida constante de peso específico de las rentas del trabajo en la renta agregada, en beneficio de las rentas del capital. Es decir, cada vez hay más dinero y cada vez está peor distribuido. Como dice Von Stauffenberg, esto es fruto de la neoliberalización de la economía, que supone que el mercado de trabajo se flexibiliza cada vez más y eso propicia que los trabajadores sean tratados estrictamente como un factor de producción cuyo precio (los salarios) tiende a la baja dada la competencia de países con mano de obra más barata.
Por otro lado el precio de la vivienda es imposible de asumir para una mayoría de la población actualmente y tiene que ver con la ley de la oferta y la demanda y también con varios problemas, uno de los cuales es la escasez de otro factor de producción, en este caso el terreno, sobre todo cuando se trata de terreno en una ciudad, porque si nos vamos a la provincia de Soria (p.ej) el coste del terreno es muy inferior. Esto tiene que ver también con el modelo de producción en el que nos movemos, en el que los trabajos se concentran casi siempre en las ciudades y exigen un desplazamiento desde los hogares, que no pueden situarse muy lejos. Además, como peculiaridad española que agrava el problema, los 2 turnos de trabajo agravan el problema puesto que exigen 4 desplazamientos en vez de 2. Esto es irracional e insostenible y no se ha estudiado su incidencia sobre el precio de la vivienda. Un solo turno de trabajo combinado con un eficiente transporte público (del que desgraciadamente carecemos en muchas ciudades) podría suponer una presión a la baja sobre el precio de la vivienda, al permitir expandir las ciudades hacia los extrarradios. Lo mismo sucede con el tema de los alquileres (hacen falta medidas jurídicas y fiscales más decididas, además de estimular las empresas de alquiler de inmuebles). Finalmente estoy de acuerdo en el tema de la política de vivienda. No tiene absolutamente ningún sentido hacer VPO simbólica y un coste enorme en el centro de las ciudades. Lo que hay que hacer es vender el terreno céntrico a precio de oro y hacer mucha VPO en las afueras. ¿Que se crean guettos? No necesariamente y, además, prefiero vivir en un presunto guetto que tener que hipotecarme hasta las cejas y hasta los 90 años.
Perdón, se me olvidaba.
El tema del teletrabajo, que tímidamente se ha intentado implantar en el sector público por parte de Jordi Sevilla , es absolutamente fundamental y afecta en buena medida a la política de vivienda porque permite que la gente trabaje desde sus casas y no tenga que desplazarse y, por tanto, un teletrabajador puro puede vivir en los Ancares sin necesidad de desplazarse al centro de Santiago. Además disminuye la necesidad de tranporte y permite conciliar vida laboral y profesional.
Si se implantara en el sector público y privado, los beneficios colectivos serían enormes. ¿Ley de teletrabajo?
Parece que entramos en materia y de qué forma. "El vaciamiento de la clase media" es un exponente claro de ello, no exento de polémica. Sin menospreciar a la sufrida clase media uno se pregunta dónde están las clases trabajadoras y si éstas sufren o, por el contrario, no saben/no contestan. Y que conste que lejos de mí el querer caer en un discurso obrerista simplón y poco serio para el tema que nos ocupa. Digamos que en lo que concierne a la historia del PSOE hay un antes y un después en su traumática trayectoria a lo largo del siglo XX. Si en el período anterior a la guerra civil predominó, en algún momento, cierta ideología "obrerista"-encarnada sobre todo por Largo caballero-no es menos verdad que Besteiro, Prieto y otros, representaban otra visión más atemperada de lo que debe ser un partido socialista moderno de raíz socialdemócrata. Lamentablemente el exilio y la larga dictadura franquista no animaron precisamente los debates de tipo ideológico y, podemos afirmar que, hasta la instauración de la democracia, el socialismo español no se adaptó a las corrientes imperantes en el socialismo europeo. Y hoy el debate que surge en la socialdemocracia europea es éste: por una parte la denominada tercera vía y , por otra, la opción de rescatar y renovar una serie de valores irrenunciables que hagan posible seguir apostando por una izquierda que no sólo gobierna distinto de la derecha, sino también desde presupuestos teórico-prácticos distintos. He de decir que el artículo "El vaciamiento de la clase media" tiene grandes aciertos y que algunos de éstos son plenamente asumibles, pero cierto énfasis dados a otros, termina desenfocando la visión con el peligro de emborronarlo otra vez todo. Veamos un ejemplo, lo que hizo la socialdemocracia sueca es que basándose en su defensa clara de las clases trabajadoras y sus derechos llegó a establecer una alianza con las clases media en un territorio compartido y compartible: el estado de bienestar. Dicho de otro modo, la instauración de un estado de bienestar eficiente y dotado de derechos universales no sólo, en el modelo sueco, repito, fue compatible con el crecimiento económico-preocupación de los blairistas de la tercera vía-sino que, además, fue compatible con el equilibrio social, la cultura solidaria, los "valores" de sacrificio de la clase trabajadora y una conciencia fiscal que ya quisiéramos por estos lares. Es decir, que la clase media sueca vio que era mejor hacer un esfuerzo y sacrificio constante en el terreno fiscal-que duele mucho- en aras de un beneficio comunitario-el estado de bienestar-dador de servicios públicos de alta calidad. Antes de continuar hay que decir que el modelo sueco es de díficil adaptación a las condiciones de España o Italia, por poner ejemplos extremos.Pero lo que aquí importa es que la socialdemocracia y sus valores genuinos-de solidaridad, de progreso, de visión comunitaria, de conciencia fiscal-pueden garantizar largos períodos de gobierno socialdemócrata, mientras que el otro modelo, el terceroviísta, garantizará más bien apoyos coyunturales según el ciclo económico: si el ciclo es alcista, bien, sino seremos flor de un día.
Estoy de acuerdo con la frase de "si la socialdemocracia no es capaz de sustituir la limosnoa por el derecho, es que ha perdido utilidad." Pero de eso precisamente se trata: extender el derecho, en especial a los que más sufren su carencia. Si un gobierno socialista aprueba una ley universal de matrimonio donde no se excluya a nadie de ese derecho, independietemente de su orientación, lo que está haciendo es extender los derechos civiles. Si otro gobierno socialista impone por ley que un 40% de la vivienda sea protegida, independientemente de su ubicación en la trama urbana-centro, periferia-está también extendiendo derechos y no limosnas. Que ciertas capas medias urbanas piensen que no se ha capitalizado adecuadamente el suelo y ésa inmejorable oportunidad de recaudar más, pues lo sentimos, la ciudad tiene que ser de todos. Además, ¿quién dijo que en la vida sólo existen los buenos negocios?
Después de realizar un detenido análisis de las opiniones y artículos vertidos en el blog, he de reconocer que “armar” un programa de izquierda y revitalizar y actualizar las teorías socialdemócratas frente al neoliberalismo es realmente complicado, sobre todo cuando nosotros mismos “pecamos” y caemos en el más profundo pragmatismo capitalista. Y viene esto a cuenta después leer alguna reflexión acerca del artículo: vaciamiento de la clase media, con el que coincido en el planteamiento del problema del acceso a la vivienda, pero con el que no coincido en absoluto al plantear que las políticas de la socialdemocracia han de incidir solamente en la clase media. Las políticas de un partido de izquierdas deben de mejorar la calidad de vida de los colectivos más desfavorecidos, de hecho la apuesta de Zapatero de elevar el SMI, subida por encima del IPC de las pensiones, ley de dependencia, no es ni más ni menos que mejorar el bienestar de las clases menos pudientes. Si hoy gozamos de una clase media asentada, culturalmente preparada, con acceso a la educación y a la sanidad, es debido a que en general en todos los países que han tenido gobiernos de izquierda desde la 2º mitad del siglo XX, se han aplicado políticas de apoyo a la masa trabajadora, mejorando salarios, condiciones laborales, y acceso a servicios públicos gratuitos, Esto ha provocado que parte de las rentas bajas pasasen ha integrar la clase media debido a la mejora de sus condiciones económicas. Por supuesto que esto no quiere decir que haya que olvidarse de mejorar el poder adquisitivo de este segmento de población, pero lo que identifica a un gobierno de izquierdas es el apoyo a las clases más desfavorecidas.
Respecto al tema de la vivienda, me sorprende la reflexión de Anisakis de que la vivienda en el centro debe de ser prohibitiva y fomentar la vivienda VPA en el extrarradio, aludiendo él mismo a los guetos, que según la RAE se definen como: Situación de marginación y aislamiento de una comunidad por motivos religiosos, raciales, políticos o culturales. Si desde la izquierda abogamos por la redistribución de la riqueza para eliminar la distancia “inter-clases”, por un reparto más justo y equitativo, no se que tiene de socialdemócrata estar a favor de limitar por razones económicas el acceso de las rentas menos pudientes a la vivienda en el centro de las ciudades. Construir perímetros urbanos con ciudadanos de primera y segunda es lo más cercano a lo noecon que he visto, con esta teoría acabaríamos haciendo educación para ricos en colegios y universidades privadas y con grandes medios frente a una reducción en la inversión en la educación pública a la que asistirían los pobres de los guetos. Lo mismo podríamos proponer para la sanidad, dotar de medios a hospitales privados y los pobres al servicio de urgencias a esperar diez horas para que lo atiendan.
Las ciudades en su planificación urbanística han de conseguir la interacción entre personas de diferentes rangos, de hecho la política realmente socialista de Touriño y Zapatero de reservar un porcentaje determinado de suelo público para la construcción de vivienda protegida es el facilitar el acceso a la vivienda a todas las rentas.
Morel parece rehuir el pragmatismo capitalista para aliviar los problemas de la sufrida clase media, algo con lo que no puedo estar de acuerdo. Las políticas sociales para ser realmente eficaces (y hasta ahora lo son parcialmente) han de ser crudamente realistas; lo que hay es lo que hay y la socialización del capitalismo se hace desde dentro, con calma y astucia y cómo no con valentía.
Si estamos todos de acuerdo en que el centro de las ciudades es un espacio cada vez más escaso, la aplicación posible de vivienda social será siempre escasa en ese espacio y por supuesto el detraimiento de recursos hacia una verdadera política social limitado; por ello la tesis de que se rentabilice el centro al máximo y que ello permita que en el extrarradio se pueda duplicar la oferta de vivienda protegida no es una idea a descartar, quizá sea políticamente incorrecta bajo los "dogmas" socialdemócratas, pero preguntémosle a los demandantes de vivienda social y te dirán que con tal de que multipliques la oferta les parece estupendo. La sociedad europea no es como la estadounidense, disfrutamos de una amplia clase media, y la creación de barrios de esa clase media no tiene por qué resultar conflictivo. Conflictivo puede serlo el realojamiento de grupos étnicos diferenciados, pero en España tan solo tenemos a los gitanos y es un grupo pequeño fácilmente diluible entre esos barrios de clase media. Yo me imagino que si a un promotor le dejas hacer en el centro solo vivienda privada y que venda al precio que quiera, podrás sacarle recursos importantes para destinarlos a vivienda pública. El que dicha vivienda pública se ejecute en el extrarradio no debe ser un problema, de hecho los propios promotores ya ejecutan en el extrarradio para las clases medias y la cosa funciona perfectamente; lo que hace falta es que esa vivienda de extrarradio cueste menos de lo que actualmente cuesta. Que soy políticamente incorrecto, puede ser, es el precio de ser fundamentalmente pragmático.
El vaciamiento de la clase media s produjo en la etapa del PP, se favoreció el auge de la construcción con el blanqueo del dinero negro, con la privatización de empresas públicas y favoreciendo a los intermediarios, con la llegada del PSOE al poder se frenó todo esto, y dando unos apoyos sociales que el PP había suprimido.
Morel: eso de que caemos en el más profundo pragmatismo capitalista me parece un pelín exagerado. Tengo que insistir en que el capitalismo está ahí, nos guste o no ( a mí me repugna, pero también me repugnan muchas otras cosas y me tengo que aguantar). Lo que habrá que hacer es encauzarlo, moderarlo, modularlo, ponerle frenos, contrarrestarlo.
Otra opción es juntarnos cuatro y organizar mañana la revolución (podemos quedar en María Pita a las 12 y empezamos) pero creo que nos van a correr a gorrazos....
Lo de los guetos es un argumento que no se sostiene, muy de izquierda dogmática. Conozco gente de mi generación (llamémosle dinámica) que vive en Cambre, en Culleredo, en Mera, en Ares, en Arteixo, etc, etc y no se sienten apestados ni cosa que se le parezca. Se van ahí porque los precios son más baratos. Pero es que hay que aceptarlo: el centro de la ciudad es el que es y la población urbana crece. Ahora me saldrá alguno con que no crece porque tenemos un problema de natalidad. Pues sí que crece: la gente de las villas emigra a las ciudades y, además, en España había, no hace ni quince años 40 millones de habitantes y ahora somos 45. Y no se han ubicado en la Terra Chá sino en las ciudades. Y prefieren el centro. Por eso es absurdo construir VPO en el centro de una ciudad. Lo lógico, si hay un solar disponible, es venderlo o permutarlo por cinco o seis en las afueras y construir ahí VPO. Es lo que dicta el sentido común, no el capitalismo. Y, como dice anónimo y reafirmaba yo antes, no se crean guetos.
La política no puede basarse en castrar el sentido común.
Por cierto, a ver si dejáis de llamarme neocon y centroderechista, que yo no os llamo polpotistas... Y si lo hiciera lo haría con cariño.
Hola a todos los que participais en el blog. No sabia donde poner este mensaje y lo voy a hacer aqui perdón por si no es el sitio.
Enhorabuena a los administradores del blog
un abrazo ruben
Clase trabajadora yo la definiría así, o por lo menos a mi me gusta más y no deja de sorprendeme encontrar la percepción generalizada en las culturas políticas y mediáticas de nuestro país que asumen que la mayoría de la ciudadanía española pertenece a la clase media o se define como tal. Se asume que la clase trabajadora ha ido disminuyendo, hasta tal punto de desaparecer del discurso político y mediático del país. Nos avergonzamos de esa palabra, o que intentamos hacer ver con lo de clase media, borrar la palabra trabajadora. La clase media es la clase trabajadora y deberíamos sentirnos orgullosos de esa palabra. Pero debido a esto es infrecuente oír en los discursos políticos, incluso de dirigentes de izquierda, referencias a la clase trabajadora. Es más, si tales términos se utilizaran es muy probable que los medios de información y persuasión les criticaran, acusándoles de "anticuados", calificativo que a los políticos, y sobre todo a los de izquierda, les causa pánico. Por lo visto, modernizarse significa olvidarse de que en España continúa habiendo clases sociales. Pues yo opino que sigue habiendolas y en ellas y en su reconocimiento radica mucho del abstencionismo que tiene el PSOE y os explicare el motivo.
CLASES SOCIALES existen en España y la manera en que la gente vive, enferma y muere depende mucho del azar y según esto de la clase social a la que pertenezca. La mayoría de la población pertenece a la clase trabajadora y se define como tal cuando las encuestas se realizan con rigor, y me explico, mirar: Si preguntamos a la ciudadanía si pertenece a la clase alta, media o baja. No es de extrañar que la respuesta de la mayoría de la población sea que pertenece a las clases medias. Ahora bien, cuando se le pide a la ciudadanía que nos diga si es de clase burguesa, pequeño burguesa, clase media o clase trabajadora, la mayoría, tanto en Suecia, Gran Bretaña y EEUU como en España, se define como clase trabajadora, este dato es curioso verdad. Por eso yo opino desde mi mas modesta percepción, y desde que es mi parecer y no la verdad absoluta, que el ignorar este hecho implica que tal clase se abstenga de participar en las elecciones al no sentirse reconocida en el debate político del país. La gran abstención (sobre todo entre la clase trabajadora) en las últimas elecciones de Galicia y de Catalunya, así como en las legislativas españolas, nos traslada a la inexistencia de propuestas y no reconocimiento de este colectivo que en definitiva somos todos, y cuya diferenciación podríamos hacerla entre clase trabajadora cualificada y no cualificada.
Hubo un paisano que dijo: "La parte del capital, la ganancia aumenta en la misma proporción en que disminuye la parte del trabajo, el salario y viversa. La ganancia aumenta en la medida en que disminuye el salario y disminuye en la medida en que este aumenta". Razón tenía y olvido lo tenemos.
La clase media o como dijo Rubén la clase trabajadora, ha sufrido un proceso de vaciamiento. Porque el capital ha aumentado sus ganancias en progresión geométrica (sólo hay que ver los beneficios de nuestros bancos) lo que quiere decir que el salario de los trabajadores ha disminuido. El salario no es más que el precio de la fuerza del trabajo y ese precio se mide con la cantidad de mercancías que con él se puede obtener.
Hoy ganamos mucho más dinero que en los años 70 pero en los años setenta el precio del salario era mayor, pues con los sueldos de dos años se podía adquirir un piso aceptable en un barrio aceptable. Hoy se necestan como mínimo los sueldos de 10 años para adquirir el mismo piso.
Las ganancias del capital crecen y las de las clases trabajadoras disminuyen. La inevitable globalización está contribuyendo a ello. Y aquí está la raíz de la cuestión. El capitalismo no es la solución, dentro de él podremos salvar el culo unos cuantos, unos mejor que otros pero no el conjunto de la humanidad, que en su 99% es clase trabajadora.
Por supuesto el paisano se llama Carlos Marx y aunque muerto y enterrado aún culebrea.
De verdad pensais que la clase media o la trabajadora viven ahora peor que antes o que tienen "menos poder adquisitivo".. peor que cuándo?, qué edad teneis?, de qué país hablais?.
Es cierto que los últimos dos años el debate del acceso a la vivienda ha ocupado espacio en los medios y en el debate público, pero no es menos cierto que algunas afirmaciones nos llevarían a pensar que vivimos en una economía empobrecida y que vivimos una pérdida de derechos o estatus, cosa que no sucede, sino bien al contrario.
Cuánto ha contribuido el consumo privado al crecimiento económico de los últimos años?, mucho. Cuánto gasta una familia en tecnología (hecho insólito en este país)?, cuánto en vacaciones, en fines de semana, en ocio, cuántos automóvile se han comprado los últimos años?, cuántas famlias han adquirido una segunda vivienda (por cierto, la verdaderamente afectada por el pinchazo inmobiliario)?.
Y lo que es más importante... de dónde venimos?, alguno de vosotros estaba vivo en los ochenta, con los intereses al 19%, el paro por encima del 20% y sin NINGÚN servicio público?. Y cuando alguno de los comentaristas habla de "sustituir limosnas por derechos", de qué país estamos hablando?. No sé en qué entorno vivís, pero en mi barrio los chavales van a un cole público, a un instituto público, a una universidad pública y a un médico público. Sus abuelos viajan cada año gracias a un sistema público, leen en una biblioteca pública y hacen gimnasia en un polideportivo público. En fin, viví varios años en la magnífica France y ni rastro de bienestar por ningun lado. Lo mismo se puede decir de Italia, de Bélgica, del Reino Unido.. Porque recurrir siempre a un país de ocho millones de habitantes, con una industria pesada consolidada desde el siglo XVIII, que nunca vivió una dictadura y donde medio año es de noche, quizás no sea lo más realista (en cualquier caso, Suecia vive una crisis improtante, tanto económica como del propio sistema del bienestar).
Es cierto que no hay todavía una asistencia social consolidada como sistema (camino de ello va la Ley de Dependencia); es cierto que no hay vivienda en alquiler para jóvenes (ni costumbre de alquilar); es cierto que la Ley del Suelo del PP consagró un liberalismo que trajo (en una realidad económica determinada) como consecuencia la mayor subida de vivienda de la histoira; es cierto que no hay demasiada vivienda pública (por cierto, era bueno que alguien empezara a explicar quién o quiénes o cómo le van a pagar a los Ayuntamientos todo el dinero que van a perder con lo de dedicar el 40% a vivienda pública.. tremenda la cara que se le quedó a Caballero con los números del nuevo PGOUM de Vigo, después de los déficits del IAE veremos cómo solventan esto), pero no es menos cierto que esta legislatura de Zapatero ha sido de gran avance social y de un espectacular crecimiento de la economía (no perdamos de vista el incremento en la inversión en bienes de equipo de empresas españolas), así que el enfriamiento actual no debería hacernos perder la perspectiva global.
Creo que ZP no estuvo brillante en centrar buena parte de su mandato en debates absurdos (la reforma de lso estatutos es una coña marinera) y que algunos personajes de su gabinete tampoco le han ayudado (Magdalena, Bermejo, Moraleda o la intransigencia de la Salgado en algunas cuestiones no han sido de ayuda) pero no lo es menos que fuera de sus propuestas sólo está el PP, reaccionario y caótico a la vez.
Abstenerse siempre es una opción para cierta clase media siempre dispuesta a sentirse agraviada y para la "gauche divine", más cerca de sentirse aristocrática que de comprender el mundo en que vive y encantada de abstenerse si no le convence en punto h) del apartado 64 de la página 56 del Programa del PSOE...
Pues nada, a vivir, que los otros no se abstendrán.. y si no, mirad las fotos del Aceves en la manifestación de esta tarde... Es lo que hay!
Bilbo: creo que no se trata de que la gente viva peor que hace 10 años. El crecimiento económico está ahí objetivamente.
Se trata de que, efectivamente, los salarios son cada vez más bajos y, además, parece que se está produciendo un incremento de los precios que perjudica a quien perjudica. Y también parece que la tendencia no es a que la situación se modere, sino a que se agrave. Por eso creo que el artículo sobre el vaciamiento de las clases medias es bastante acertado.
Otro tema es la responsabilidad que en esta situación pueda tener el actual gobierno ZP. En mi opinión prácticamente ninguna, a pesar de que comparto contigo que se han cometido errores: además del que citas de los estatutos está el de la negociación con ETA que, como mínimo, no se ha gestionado bien. También es cierto que hay personajes en este gobierno que restan valor al conjunto. La inefable Magdalena, Moraleda, Moratinos, Salgado, Trujillo, Carmen Calvo, el bueno de Bermejo...
No obstante, a pesar de sus errores, creo que el balance es altamente positivo y espero que se vea reflejado en las urnas, lo cual no debe ser obstáculo para criticar aquellos errores que se cometan. Esa es una diferencia de la Derecha con nosotros. La izquierda es, ante todo, crítica y, cuando deje de serlo, dejará de ser izquierda.
LA DERECHONA
Uno de derechas (sin complejos,no como otros):
"Compañeiros", lo tenéis muy, pero que muy crudo.
Os lo explico, como soy algo masoca he leído vuestros comentarios y el artículo, cómo se llamaba, "el vaciamiento de la clase media", ahí es nada: "vaciamiento", me encanta la palabreja. ¿Me pregunto cómo será el "llenamiento"? Se notan los malos colegios...
Pero, sinceramente, a estas alturas de la peli seguís con esos rollos: clase media por aquí, clase trabajadora por acá, precio del petróleo, de la vivienda, etc. Sinceramente, pensáis que álguien os va a hacer .... caso. ¿Renovación de la izquierda? ¿Pero qué izquierda compañeiros, la de super Paco o la de Javi Losada? Estáis de coña.Debéis haber sufrido un "vaciamiento mental" porque vosotros hace tiempo que de izquierda sólo tenéis el nombre, si lo tenéis.¿No os habéis enterado? o ¿no queréis enteraros? No os llegó la "encuenta" del pasado 27 de mayo . ¿Queréis más? Tranquilos el próximo 9 de marzo váis a tener otra. Luego la analizáis con detenimiento; y, como los de izquierda sois muy intelectuales y sesudos seguro que llegáis a interesantísimas conclusiones (el del "vaciamiento",porfa, que se nota que sabe). Pero mientras tanto dejáis que otra gente: empresarios, clase media, clase baja,clase trabajadora, burguesía, etc; recuperen la ilusión, las ganas y se puedan poner a trabajar en paz.
Porque vosotros, compañeiros, algunas de las cosas que habéis hecho, y en plan resumen, son las siguientes:
-Poner en peligro la estructura territorial básica del estado al negociar con partidos nacionalistas ERC,BNG (sí,los de PSOE, PP a misma merda é; los "amigos" de super Paco, el de "izquierdas",sí, ése).
Claro, os hacía falta para gobernar,ya lo entiendo.Si no cómo iba a ser Presidente el brillantísimo Touriño (los alumnos de económicas se han perdido sus amenísimas lecciones, qué pena), con su patético galégo y su estúpido gallegismo "responsable e sostible". Me encantó lo de la reforma del Estatuto.Fino, a la altura de un Presidente de Galicia. Y si hablamos de finos, el Sr. Quintana, todo preocupado él por sus galescolas; básicas:hai que facer país.Pero hombriño, eso non é facer país, eso é facer o idiota.Sin embargo,como es "Vicepresidente" nadie se lo dice (a lo mejor se lo dice Paco Rodríguez, ahora que retorna). En fin, la corte de los milagros.Así les va y les va a ir.
- Otra más grave: negociar con unos asesinos.
- Crear falsos debates en la sociedad, o si preferís, cripar. Sí vosotros sois los que habéis crispado el debate político: educación, sanidad, ejercito,política social, política exterior,...
En fin, no me quiero extender.
Pero,desde luego, no tenéis nada que hacer:no sabéis ni lo que sois,estáis más pasados que Marujita Díaz, y tenéis unos líderes (por ejemplo, Javier Losada) más caducados (o caducos) que un yogurt del año pasado.
¡Hombre, es que después de 25 años hay que ser muy golfos para llamarnos a nosotros la "derechona"!: La Coruña, se ríe.
Vamos a ver Pepe y como decía Felipe González, "sin acritud chico", deberías de leer el diccionario de la RAE para aprender que vaciamiento es la
"Acción y efecto de vaciar o vaciarse" a partir de ahí y como podrás comprender, todas las calificaciones peyorativas y despectivas de "chico listo que va a explicar al resto de qué va la vida" pues quedan en lo que es todo tu discurso, un Bluff. Si quieres debatir, cosa que me parece estupendo, comienza por leer e informarte, recaba al menos un par de argumentos, y luego exponlos. Ser de derechas no está reñido con la indigencia intelectual aunque tú te empeñes en intentar probarlo. Espero que regreses a este blog a debatir pero como dices tú, "porfa", acuérdate de traer el cerebro. Chao.
CONTESTANDO A BILBO O CÓMO LOS SOFISTAS SIGUEN LLENANDO EL ÁGORA
La verdad, Bilbo, es que la gente es insaciable e, incluso, en su desparrame, tiene cierta tendencia a ser viciosilla. Amén de desagradecida. Sí, ya lo decía Franco en los años sesenta: de qué os quejáis, españoles, si ya podéis compraros a plazos un seiscientos? Claro que la clase media es ambiciosa y quiere más. Y la clase alta, qué curioso, también quiere más-¿por qué demonios abrirá más tiendas Amancio Ortega si ya tiene miles?. Y la clase trabajadora, siempre quejica a todas horas, por supuesto, también quiere más. Es que son incorregibles. Parece que a la gente no le llega lo del polideportivo público, lo de la biblioteca pública o lo del colegio público. Parece. Pero es que lo que le pasa a la gente es que no conoce a Bilbo y no conoce la France y, menos aún, a los pobres, antiguos ricos, de los suecos, que andan a cuestas, pobriños, con su modelo sueco de crisis en crisis. Bilbo habla de la inflación del 19% de los setenta. Sí, la conocimos,y eso, fíjate, que todavía no nos habíamos dado una vuelta por la France, más que nada por no darles envidia, ya que como todo el mundo sabe, en la France la gente está a la caída buscándose la vida como puede. Claro es que todo depende de la perspectiva histórica y de lo que queramos ver y lo que no queramos ver. Por ejemplo, en los años sesenta, cuando Franco, en ciertos ejercicios económicos, la inflación apenas existía, ya que el dictador y su gobierno había decretado la congelación de precios y salarios. Y en la segunda República, no te digo la cantidad de colegios públicos que se crearon. Pero la gente, y tú bien que lo sabes, es muy viciosilla: es que quiere el colegio público a dos manzanas de su casa. Y no eso, ¿verdad bilbo?, no es eso. ¿Los mileuristas?, unos depravados. ¿La gente con hipotecas a cuarenta años? : adictos a las orgías. ¿Los prejubilados?, unos gorrones contumaces. Menos mal que estás tú, tu visión del socialismo y una tal Alicia, que nació en el país de las maravillas. Y es que no sabes lo mucho que necesitamos a pensadores tan preclaros como tú, que vengan a aclaranos de una vez por todas las cosas. Lo que pasa, Bilbo, es que la gente no tiene perspectiva histórica. La gente pide y pide, pero, en realidad,lo que le pasa es que no tiene perspectiva histórica y tú, por lo menos, tienes unas cuatrocientas perspectivas históricas: una para cada ocasión, como las corbatas. En fin que la izquierda, visto lo visto, tiene que tumbarse comodamente en una hamaca a leer una antología de cuentos chinos y, como mucho, enarcar las cejas o hacer un leve ademán con la mano,cuando vea delante a su vecino en chancletas arrodillarse de puro agradecimiento, camino del polideportivo, público, por supuesto, los domingos, a dos metros de su casa.
FE DE ERRATAS
Pido excusas a Bilbo por una lectura apresurada, referida a los datos, de su artículo. Donde el habla de tipos de interés y de la década de los ochenta, yo hablo de la década de los setenta y de inflación. Y pido perdón porque no es lo mismo lo uno que lo otro. Si bien es verdad que en el año 1977 la inflación en España estaba en torno al 18%-20%-año de la firma de los pactos de la moncloa-, no menos es verdad que los tipos de interés en la década de los ochenta llegaron hasta el nivel que el menciona. Pero, eso en nada cambia lo que, a grandes rasgos, sostengo. En los años noventa los tipos de interés también pasaban de dos dígitos y fue precisamente la entrada en el euro y la disciplina obligada del BCE lo que hizo que en España los tipos bajasen de forma significativa. Creo que el pp o el psoe no deberían ponerse medallas en este asunto: el BCE heredero de la disciplina monetaria del marco alemán en lo concerniente a los tipos de interés es el culpable de la alegría hipotecaria en España.Ahora bien otra cosa es que psoe y pp compartan los méritos en lo relativo a los requisitos que se exigían a los países para integrarse en el euro, aparte de cierta contabilidad creativa para maquillar las cuentas del Estado.
Lo malo no es que los sofistas sigan llenando el ágora. En realidad, los sofistas eran tipos simpáticos y, lo que es mejor, inteligentes, y todo el mundo sabe que es mejor un cabrón inteligente que un tonto bueno. Lo malo es que los sofistas de ahora son una banda de iletrados.
Venía el otro día en mi periódico oficial (ya sabéis cuál es) una interesante tablita (fuente: Comisión Europea) en la que se veía la disminución de la participación de los salarios en el PIB, en torno a 15 puntos en 30 años en toda la UE y en España idem. Estas cosas tienen que hacer reflexionar a la izquierda, a nosotros.
Y si fuera una tendencia coyuntural, sería poco importante, pero es estructural y se agravará.
Nuevamente no es que sea adivino, es que las tendencias están ahí para el que las quiera ver (economía, economía básica).
Y el que quiera enrocarse en ensoñaciones, seguidismos u ortodoxias, es muy libre de hacerlo pero que no nos pida a los demás que le sigamos.
Y otro día hablaremos del gobierno.
Que no es el mejor gobierno de la historia, aunque yo le vote. Es un gobierno que se merece el voto de los ciudadanos por distintas razones, pero no el pasteleo asquerosamente empalagoso que se traen algunos.
El pasteleo empalagoso es de derechas, no de izquierdas.
Lo siento, últimamente me estoy poniendo un poco agresivo.
¿Será que incluyo demasiadas proteínas en mi dieta?
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