CON S DE SANTIDAD

En época de beatificaciones a granel, fútil argumento político, diría el cínico Buñuel: “soy ateo, gracias a Dios”. Quizás Dios también es ateo, Buñuel, porque, si creyese en sí mismo como un ser superior, estaría pecando de soberbia y Dios no peca. Dejemos a Dios en las alturas. Aquí abajo, ser ateo o creyente es un derecho humano. En esta aldea global, creada o no por Dios, y organizada o desorganizada por los hombres, sólo los más avanzados adoptan la democracia como el sistema de gobierno que mejor garantiza los derechos. Sin embargo, la democracia no es el individuo; no tienen idénticas características. La democracia no puede ser atea, agnóstica, pagana o creyente. La democracia, por definición, implica la intervención del hombre, como pueblo, en su propio gobierno. El pueblo se compone de hombres sin o con creencias religiosas; en este caso, además, variadas, relativizadas, personalizadas. Por eso, la democracia ha de ser laica. Por eso, no tenía razón Lévy cuando decía que la democracia es esencialmente atea y sí cuando decía que es el primer régimen que prescinde absolutamente de la religión.

Siendo así, ¿por qué los próceres de la Iglesia interfieren continuamente en nuestra democracia? Una puerta abierta a las interferencias es el artículo 16 de la Constitución, que garantiza que “ninguna confesión tendrá carácter estatal” y también que “los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones” ¿Cuestión de legitimidad o de legitimación? ¿Cuestión de fe? ¿Cuestión de concordatos anacrónicos? La Constitución no está para resolver dudas existenciales, sino para establecer los derechos y deberes del ordenamiento político y social, aunque algunos proclamen que éstos estaban ya contenidos en el orden de la Creación. La Carta Magna no es una carta blanca para que la Iglesia trate de imponer sus preceptos a los ciudadanos, creyentes o no, de un país donde la democracia ha sido una conquista humana, no divina.

Somos ciudadanos de España, no del Vaticano. Si fuésemos ciudadanos del Vaticano, tendríamos que asumir la teocracia del actual estado pontificio, que nació en 1929 por acuerdo entre Mussolini y Pío XI. En 2001, por orden de Juan Pablo II, entró en vigor una nueva Ley Fundamental del Estado, cuyo primer artículo, por si había dudas sobre una posible adaptación a los tiempos, deja claro que “el Sumo Pontífice, Soberano del Estado de la Ciudad del Vaticano, tiene la plenitud de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial”. Negro sobre blanco, una perfecta definición de dictadura, que Benedicto XVI no se ha cuestionado ni como duda bizantina, ya que considera que, gracias al omnímodo poder papal, la Santa Sede es más sede santa que nunca. Sobran, pues, las lecciones de democracia y ciudadanía viniendo de donde vienen, ya sea por vía de la Providencia, la Conferencia Episcopal o la Embajada.

Tal concentración de poderes en una persona podría preocupar, si no fuera porque el Papa es infalible. Su infalibilidad le permite gobernar sin errores no sólo esa pequeña ciudad-estado dictatorial, sino la gran nación sin estado del Pueblo de Dios, cuyas jerarquías eclesiásticas interfieren en los gobiernos de aquellas naciones-estado con instituciones políticas que muestran síntomas de debilidad democrática. Tal condición de infalibilidad no es innata, ni adquirida personalmente; la tiene el Papa desde el momento en que se le impone al Espíritu Santo como asesor cualificado. Asesor que para sí querría Zapatero. Una campaña “Con S de Santidad” tendría, sin duda, más fuerza interior que “Con Z de Zapatero”. Para unos, con S de santidad, de solemnidad, de serenidad, de simplicidad. Para otros, con S de sinrazón, de superstición, de segregación, de subvención. Para mí, con S y Z de sensatez.

(Publicado en “La Opinión 13-11-07")
Pedro Armas

15 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad, Pedro, es que la mayoría de los ciudadanos pasamos totalmente de la Iglesia, son unos palizas, casposos y anticuados (además de hipócritas, involucionistas etc... no quiero ponerme estupendo). En este país, como en la mayor parte de Europa la gente se resuelve la cuestión espiritual a su aire, y eso es francamente lo mejor. Yo no quiero una Iglesia fraterna, humana y justa, sencillamente "no quiero Iglesia" por lo que prefiero la que hay de gran poder centípeta que una Iglesia con capacidad para atrapar incautos. Lo que sí que me irrita es la sobrerepresentación que tiene y entiendo que las autoridades deberían de hacer algo de una vez por todas en materia de protección de datos, facilitar a los que quieran darse de baja que lo puedan hacer y no como ahora que resulta imposible apostatar, te matan antes de aburrimiento. En mi modesta opinión la espiritualidad pertenece al ámbito privado de las personas, ámbito en el que hay que encerrar de una vez por todas a la Iglesia.

Anónimo dijo...

CON H DE HUERO

A veces los juegos de palabras se quedan en meros juegos y en pocas palabras. El artículo de Pedro Armas recorre todos los tópicos y lugares comunes sobre el Vaticano, el Papa y la Iglesia Católica para apenas añadir nada. Por no mencionar ni menciona a Rouco Varela, este cruzado mágico entre Blas Piñar y Guzmán el bueno. Citar a Buñuel para quitarle todo el vitriolo que tenía el genial aragonés no deja de ser un mero brindis al sol, amén de un innecesario guiño cultureta. Últimamente en el campo de la derecha se reclama sensatez. Ahora parece que en el campo de la izquierda existe cierta morriña libidinosa por la sensatez, y don Pedro Armas parece que la busca y la busca-como a Wally-, aunque mucho nos tememos que tiene para rato. Y si la campaña de "con Z de Zapatero" a algunos nos puede parecer que adolece de cierto tono infantiloide, casi la preferimos a la de aquellos que buscando a todas horas sensateces olvidadas, olvidan que un artículo en la prensa es una oportunidad inmejorable para dar muestras de eso que buscan con tanto ahínco.

No sé si a algunos su paso por esa religión bobalicana llamada catolicismo les dejó alguna mancha neuronal, pero parece ser que la cosa no es tan inocua como parece, pues añoran santidades perdidas o líderes fuertes que les quiten de una vez por todas las dudas existenciales que desde chicos les torturan.

Espero que cuando se haga una critica política a la inefable Iglesia Católica haya un poquito más de sustancia-no sé si gris o blanca, que más da-,pero este blog se merece un poquito más de nivel que una huera redacción de un alumno un poco torpe de COU.

Anónimo dijo...

Por cierto internáutas, no sé si os fijásteis ayer en la noticia que al menos en La Voz de Galicia edición de A Coruña se daba: "Yoya Neira por fin contratada de asesora en el Ayuntamiento, todavía faltan por colocar un par de no-concejales". ¡Albricias!, otra más en la ya inabarcable nómina de asesores de nuestro Ayuntamiento, y luego dicen que no hay pasta para nada y nos piden que en campaña vayamos contando por los barrios las bondades socialistas. Tenemos un Ayuntamiento que apuesta decididamente por la creación de empleo y de calidad, por supuesto, dentro de poco la totalidad de la agrupación local, perdón, de los amiguetes de los bosses de la agrupación local, accederá a la envidiadísima condición de tres mil euristas, ahí somos nada creando empleo de calidad. Invito a cualquier militante socialista coruñés a darse un paseo por el Ayuntamiento, se sentirá como en casa; ese es el modelo de socialismo moderno que se practica por estos lares, fiesta que paga el pueblo, justito lo mismo que hizo Fraga en la Xunta durante quince años, claro que a Fraga lo echaron .... o no ....?

Anónimo dijo...

OPORTUNISMO INDECENTE

Yo, en mi inocencia, creí que en este apartado del Foro se discutía el artículo de Pedro Armas. Pero me equivoqué. Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, "anónimo" carga contra una compañera que acaba de ser nombrada asesora por el equipo de gobierno del Ayuntamiento de A Coruña. Parece que ciertos inspectores vigilantes de las esencias puras de la izquierda están en contra de que los políticos socialistas tengan asesores, quizás porque esperan que el único "asesor válido" sean ellos mismos. Recordemos que la ahora nombrada asesora del gobierno local fue en la anterior legislatura concejal, y que si hoy no es miembro de pleno derecho del equipo de gobierno es por unos cuántos cientos de votos. Pero más allá de todo esto y sin querer hacer de abogado de nadie, creo que este no es el lugar para expresar berrinches personales o fobias ad hominem, pues aquí se discute de ideas y no de personas. Y si bien es verdad que la opinión de Negrin es dura o muy dura con Pedro Armas, se ciñe a lo escrito por éste y no entra en ataques de tipo personal, que en este y otros foros deben quedar totalmente al margen.

Administración del Blog dijo...

Mientras este administrador decide si ejerce por primera vez la censura en el blog y borra el mensaje de anónimo en relación con la política de contrataciones del ayuntamiento, nuevamente hacemos un llamamiento a la responsabilidad y a la autoconteción.
¿No es más bonito autocensurarnos que ser censurados después?
El tipo de crítica que implica el comentario de anónimo no es admisible en este foro, al menos tal y como está formulada.

Anónimo dijo...

Negrín:
Personalmente considero interesante el artículo de Pedro Armas, que en todo caso ha tenido la deferencia de enviarlo para ser publicado, cosa de agradecer. Por otro lado, creo que deberías tener en cuenta que es un artículo publicado en su día en la opinión y, por tanto, necesariamente sintético.
En todo caso, si te parece huero, lo que te sugeriría es que nos enviaras uno tuyo menos huero y así comparamos y juzgamos.
Entrando en el tema del laicismo, sobre el cual debatimos en su día,
creo que la cuestión central es: ¿promoverlo políticamente o dejar que se promueva solo a nivel social? ¿debe un gobierno de izquierdas impulsar el laicismo del estado? ¿debe hacerlo en la próxima legislatura en el supuesto de que se ganen las elecciones o postergarlo "ad calendas grecas" como decía, si no recuerdo mal, Juan José Tamayo? Personalmente, me inclino por impulsarlo por distintas razones que no expongo ahora porque estoy un poco corto de tiempo.
Otro interesante debate que alguien citó en un comentario anterior: ¿se puede ser católico y de izquierdas? Personalmente creo que es un equilibrio difícil de conseguir, si bien no imposible.
Finalmente, por si hay algún lector católico, ahí va una de mis frases favoritas: "si dios existiera, se notaría" (Schopenhauer).

Anónimo dijo...

Me ha gustado el artículo de Pedro Armas: de fondo y forma.
Negrin, sinceramente, no entiendo tus comentarios. El que no dices más que lugares comunes y nada sustancial eres tú.
En cuanto al artículo de "anonimo" sobre la "política de nombramientos" en el ayuntamiento, a parte de estar completamente de acuerdo con él, me asaltan las siguientes dudas:
¿se insulta u ofende personalmente a alguien?
¿se comete alguna posible injuria o calumnia contra alguien?
¿se perjudica, de verdad, un auténtico proyecto socialista con estos comentarios?
¿no forma parte esencial de los valores de la izquierda la liberdad:libertad de expresión?
¿Por qué molesta tanto?,quizá ¿porque es verdad?
Administrador: la autocensura es la peor de las censuras.

Anónimo dijo...

No me ha gustado el "tono" de anónimo en referencia con la contratación de la compañera Yoya. Por un momento creí estar "oyendo la Cope". Pero no, este tipo de situaciones generan con fecuencia reacciones de explosión de rabia contenida. De rabia contenida por otras causas que desconocemos. De cualquier forma yo nunca censuraría el comentario. Es bueno que cada cual diga lo que piensa, o lo que le sale de dentro. Eso enriquece al colectivo.

Pasando a lo que importa, el artículo de Pedro me ha gustado. Creo que somos muchos en este pais que los que deseamos que "a modiño" se vaya ubicando a la Iglesia católica y a otras religiones en el lugar que les corresponde en un Estado de la Ciudadanía. Las creencias religiosas hay que respetarlas siempre. Pero sobre todo "viceversa", es decir, los poderes religiosos han de respetar a la sociedad civil y a sus normas democráticas de convivencia. Y eso es lo que no hace la Iglesia Católica con el pueblo español. La Cope, el Arzobispo de Granada, el ex-Ecónomo de Valladolid, Rouco Varela, etc. no son anécdotas que aisladas, son manifestaciones explícitas de una organización que ha tenido un poder cuasi-absoluto en la Historia a lo largo de muchos siglos y pelea por mantenerlo deseperadamente a medida que va perdiendo "clientes". En este pais sobran predicadores y falta mucha educación para la cidadanía. Yo solo quiero que me respeten. ¿Pido mucho?

Anónimo dijo...

Sinceramente no salgo de mi asombro. Se habla se habla y se habla sin conocimiento de causa, casí os estaís pareciendo ya a Lotina que insulta en la rueda de prensa a los homosexuales y los periodistas le rien la gracia. Aquí en este supuesto foro de discusión política se insulta como ya pasó anteriormente en el artículo de Lakoff y el Administrador lo dejo creo que muy claro, y nada cachondeo y rienda suelta si total la vida son dos días. Cuando se afirma algo tan duro y tan serio hay que tener pruebas y os aseguro por mi conocimiento que yo si las tengo y Sr. Anonimo no sabe absolutamente nada de lo que habla. Se habla creo que del artículo de Pedro Armas y sino mande usted su artículo desarrollado sobre lo que está afirmando, ya que cada cosa en su sitio. No entiendo eso de invitar a los militantes del PSOE ha que se pasen por el Ayuntamiento y que se sentiran como en casa. Te diré ya que me parece que no lo sabes que cualquier coruñes/as puede pasarse por el Ayuntamiento ya que es la casa de todos los coruñeses, quizás si esto lo hubieras dicho con menos sarcasmo hubieras acertado.
Si realmente fueras un buen militante no te plantearias esas dudas que te asaltan de ir por lo barrios defendiendo el programa y las ideas socialistas, lo harias de corazon desinteresadamente,pero se te ve el plumero.Algo se de lo que hizo Fraga y aquí nada de eso, te lo aseguro si se hubiera realizado eso que tu dices, ahora no estariamos con algunos problemas que hay en algún área municipal y no te voy a dar detalles si los quieres por privado. ¿Sabes cuantos trabajadores hay en el ayuntamiento? ¿Sabes cuantos militantes tien el PSOE? solo respondiendo esto ya te contestas a todo lo anterior pero seguor que tu desconocimiento te impide saber estas dos cosas.
Por cierto el Administrador esta para eso compañero jonás y no pasa nada si censura un comentario como este, no es un fascista ya que eso no es libertad de expresión los ataques personales y sin pruebas de ello son mezquinos y dejan ver el tipo de persona que puede ser el SR. anónimo un cobarde. Los ataques personales se hacen con pruebas y a la cara de la persona en cuestión para que pueda defenderse. Muy brabucones estamos todos en el foro del blog y ninguno habla donde tiene que hablar que vergüenza.

Anónimo dijo...

Pablo, por alusiones

Quizás no estuve demasiado afortunado en mi calificación del artículo de Pedro Armas. No. Quizás me equivoqué al llamarlo huero. No es huero. Es peor que huero. Es confuso y rezuma todo él un quiero y no puedo.

Lamentablemente en España sufrimos desde hace ya mucho tiempo el embate dislocado de una jerarquía católica tridentina y preconciliar de tintes protofascistas. El problema del artículo del señor Armas es que no aporta nada. Ni desde una postura de izquierdas ni desde una postura “ligera” de laicismo liberal. Con la S de santidad mezclada con la Z de Zapatero: pues casi me lo esperaba más de un Núñez Feijoo cualquiera. Además “eso” se publicó en un diario de nuestra ciudad (¡!¡¡)

Aquí parece que cualquiera con ínfulas literarias puede publicar su articulito periodístico. Fíjate que tú, en tu breve post, aportas mucho más y das de lleno en la cuestión del laicismo y democracia.

Yendo ya directamente a la cuestión, te diré que el laicismo se demuestra andando. Yo no quiero un gobierno que me adoctrine en laicismo o en las propiedades milagrosas de la remolacha. Yo quiero un gobierno que, valga la redundancia, extienda la democracia: más derechos individuales, más pluralismo en los medios de comunicación públicos, mayores cotas de respeto a las minorías-políticas, étnicas, sexuales, etc.-. Por eso, la nueva ley de matrimonio civil que incluye a la minoría homosexual significa precisamente eso: extensión de los derechos civiles a todos. Mayor democracia. No mayor laicismo, pues el laicismo es el conjunto de valores que deben presidir lo público, en un sentido negativo: no adoctrinar a favor de ésta o aquélla creencia sea religiosa o no.

Si la jerarquía católica no está de acuerdo, pues problema de la jerarquía católica. El Estado-y su instrumento, el Gobierno-no deben legislar a favor de nadie-en el sentido de “parte” en la configuración del sistema de valores de los ciudadanos. Sólo deben instruir para el conocimiento del conjunto de las normas públicas que deben ser respetadas, en primer lugar la CE.

El Gobierno no debe decir si es moralmente “bueno” cruzar un semáforo en rojo. Sólo debe decir que es peligroso y no conforme a las normas y, por tanto, su incumplimiento debe estar sujeto a una sanción-penal, o del tipo que sea-. Un padre no quiere más a su hijo porque le permita ir sin cinturón en el coche. No lo quiere más y tampoco lo quiere menos. Simplemente ese padre es un irresponsable. Los valores católicos están bien para los católicos. Como en España hay gente que no es católica y también hay muchos católicos que si cumplieran todas las normas católicas-so pena de “pecar”-se quedarían simplemente paralizados, pues colega, tenemos un problema. Y así la legislación civil, administrativa o penal, por citar algunas, tienen que ir por otros derroteros para intentar solucionar los problemas sociales que afectan a la gente.

Yo no defiendo que los domingos en la TV pública me pongan a Michel Onfray. Simplemente no quiero ver a un curita o a un pope o a un ulema o a un sacerdote hebreo predicar sus disparates. Para eso están las Iglesias, las Mezquitas o las Sinagogas. Que hay viejecitas o paralíticos que no pueden ir: hojas parroquiales, emails, microbuses o lo que usted quiera.

En cuanto a la promoción social del laicismo o que la misma dinámica social nos lleva a…me da igual. Menos milongas. La cosa está clara: el Estado debe ser neutral. No debe promover ninguna creencia, ni siquiera la creencia de que tener Estado es mejor que no tenerlo. Sólo respeto a las normas democráticas de obligado cumplimiento: fiscales, de tráfico, escolaridad obligatoria, respeto medio ambiental, derechos laborales, etc. Y la asignatura de educación para la ciudadanía debe ser eso: educación en el respeto a las normas de nuestra sociedad democrática y a los demás individuos, incluidas sus creencias.

Ojo: en un sentido negativo: no puedes dejar de respetar a un ciudadano en cuanto tal a causa de sus creencias. Las creencias en cuanto tales pueden ser respetadas o no en función de las leyes de la lógica o del discernimiento de cada uno. A mi toda milonga de tipo religiosa me las trae al pairo, pero debo respetar a sus heraldos en cuanto ciudadanos con derecho a…todo a lo que yo tengo derecho.. Eso me pasa por leer a Nietzsche, a Onfray, a Chomsky o a Pablo (de Tarso, no Arangüena).

Es que soy muy raro.

Anónimo dijo...

Compañero Rubén:

A mí me gustaría hablar de laicismo pero no puedo dejar pasar determinados comentarios....

Aunque tampoco comparto el tono de anónimo, creo que no debe censurarse a nadie por el hecho de expresar su opinión, sea cual sea y se aleje lo que se aleje de la doctrina oficial.
Eso forma parte de la esencia de la izquierda y es bueno que todos vayamos comprendiéndolo rapidito porque si no no avanzamos.Sin perjuicio de que la ropa sucia se lava en casa, obviamente.
Por eso no estoy de acuerdo en que el administrador censure nada, siempre que no se caiga en el insulto o en la ordinariez.

Por otro lado, me interesa sobremanera el concepto de "buen militante" que parece que has patentado.Del análisis gramatical de tu comentario se desprende que "buen militante" es aquel que "no se plantería esas dudas" que "asaltan" a anónimo. O sea, que buen militante es el que no duda. Conclusión: que hay buenos militantes y malos militantes y los buenos son los que no dudan.
Vamos, que la duda metódica cartesiana (siglo XVII) nos la pasamos por el forro. Y yo que pensaba que era un avance filosófico asentado...
Aquí no hay que dudar. Ergo la militancia es cuestión de fe. ¡¡Como en la Iglesia Católica¡¡
La verdad, puestos a elegir entre la fe católica y la del buen militante, yo me quedo con la católica, que por lo menos ofrece vida eterna y, si cometes algún pecado, te tienen que absolver por narices.

Cambiando de tercio, Rubén, me gustaría que me aclararas cuántos trabajadores hay en el ayuntamiento y cuántos militantes hay en la agrupación porque no he entendido bien la relación que estableces entre una cifra y otra.
Concretando: ¿puedes decirme cuántos trabajadores hay en el ayuntamiento y cuántos militantes en la agrupación?. Me parece que las relaciones entre una y otra cifra (con algún cálculo complementario) podrían dar lugar a reflexiones de gran interés para todos, aunque no tengan que ver con el laicismo.

Espero impaciente que me proporciones esas cifras para empezar a analizarlas.

Gracias anticipadas y un saludo desde la guarida del lobo

Anónimo dijo...

Si me lo permitís, os recomendaría a todos la lectura de un espléndido artículo de Gregorio Peces-Barba, “Sobre laicidad y laicismo”, publicado en el diario el País (19/9/2007). A modo de breve recensión:
A partir del debate planteado en torno a la asignatura de Educación para la ciudadanía –en especial por parte de la denominada jerarquía eclesiástica–, Gregorio Peces-Barba expone la evolución de la secularización, “que es un rasgo distintivo de la modernidad”, como un proceso de origen eclesiástico (de derecho canónico: paso de las propiedades religiosas a manos seculares, Paz de Westfalia) de largo recorrido, caracterizado por la “…afirmación de una competencia secular-laica y estatal sobre sectores de la realidad, de la cultura, del arte y de la ciencia hasta entonces controlados por la Iglesia a través de la teología…”. En definitiva, por un lado, un proceso incardinado plenamente en la modernidad (Ilustración, racionalismo; autonomía e individualismo del hombre: el “Sapere aude” de Kant); pero, también, un intento de superación de las guerras de religión que habían asolado el continente europeo durante siglos –aunque Gregorio Peces-Barba no lo hace explícitamente, citaremos a Spinoza como genuino representante de este proceso–, y cuyo referente ontológico es la tolerancia. Algo, realmente, revolucionario en su momento (y, probablemente y desgraciadamente, todavía hoy día). Recordemos, como hace Peces-Barba, que este proceso evoluciona hasta configurar una parte esencial de los actuales derechos humanos.
Una vez expuesta esa evolución y sus raíces históricas, Peces-Barba plantea una diferencia fundamental entre LAICIDAD (“dimensión jurídico-política” de la secularización): “una situación, con estatus político y jurídico, que garantiza la neutralidad en el tema religioso, el pluralismo, los derechos y las libertades, y la participación de todos”; y, por otro lado, LAICISMO: “actitud enfrentada y beligerante con la Iglesia”. Paradójicamente, la confusión e ignorancia sobre estos términos es hoy utilizada por la jerarquía católica (asombroso, verdad Negrín) para mantener sus posiciones. Acaba Peces-Barba citando las palabras del gran maestro Norberto Bobbio (desde luego, nada sospechosos de ultramontano): “el laicismo es un comportamiento de los intransigentes defensores de los pretendidos valores laicos contrapuestos a las religiones y de intolerancia hacia las fes y las instituciones religiosas. El laicismo que necesita armarse y organizarse corre el riesgo de convertirse en una Iglesia contrapuesta a otra Iglesia (…)! Para Iglesia nos basta con una!”
Para terminar, Rubén, pienso que darle demasiada importancia a determinados temas supone “inflarlos” artificialmente (y, además, excusatio non petita…). Pero, por supuesto, ya sabes que respeto tus opiniones, y, hasta cierto punto, comprendo en este caso tu enfado.

Anónimo dijo...

Desde Marte:
No se de donde salisteis la mayoría de los asiduos a este blog, pero si es verdad que sois de izquierdas, con el olor a alcanfor que se deduce de vuestra manera de expresaros y los comentarios elitistas de niños pijos de colegio religioso de mucho pago, a mí, me saturan. Siendo incapaz de seguir leyendo este tostón me voy a tomar algo fuerte para volver a la tierra.
Pd: cuando vuelva a la tele os mando a Cárdenas¡menudo filón!

Anónimo dijo...

Por enriba de todo liberdade de expresión.
De todas maneiras considero que quen descalifica a alguén con nome e apelidos tamén debe ter o valor suficiento como para asinar con nome e apelidos.
Respecto ao que di Rubén cada un fala onde quere, cando quere, como quere e con quen quere. E por iso non se é mellor ou peor.
Respecto a Negrín, rapaz, tes unha soberbia intelectual que non podes con ela. O artigo de Pedro pode gustar máis ou menos pero non é un mal artigo. Xa que dis que calquera con ínfulas literarias podo colgar o seu artigo dígoche que os teus comentarios estilísticamente son francamente malos e moitas veces conceptualmente confusos. Por non falar da extensión excesiva, inadecuada para un comentario.
A idea deste foro non é descalificar a ninguén senón pensar e reflexionar sobre a política e o socialismo. Cada un o fai o mellor que pode dentro da medida das súas posibilidades, polo que deberiamos cinguirnos a discutir sobre as ideas verquidas e non chamar torpe alumno de COU ou cousas semellantes a ninguén.
As miñas palabras son duras pero non hai calificativo sobre ningunha persoa, sí sobre conceptos ou estilos. Este debería ser sempre o noso límite.

Anónimo dijo...

Me parece increíble que se pida que se censure un comentario solamente por expresar cabreo con ciertas prácticas sobradamente conocidas.
Aquí hay que hablar de todo y sin tapujos porque en eso consiste el debate político y hay una gran cantidad de cosas que mejorar en nuestra agrupación. A los últimos resultados electorales me remito, para aquellos a los que no les valgan otros argumentos. Sobran razones para empezar a hablar de todo, en serio, salvo que nos conformemos con ser las comparsas del Sr. Tello, que parece que a muchos ya les vale.
Y discrepo de Negrín en cuanto al artículo de Pedro Armas, me ha parecido muy bueno.
Se me olvidaba, la semana pasada le dieron los fotógrafos otro premio o medalla al gran Méndez I de Caixagalicia. Y van 400.
Creo que a Santiago Rey también le dieron algo en algún pueblo de Galicia.
Debate sin cortapisas ya.