EL DESASTROSO PROCESO DE CONSTRUCCIÓN EUROPEA

Es fundamental y hay que apoyarlo, sin duda, pero está muy mal gestionado. Hace tiempo publiqué un artículo muy extenso en la Fundación Sistema analizando país por país la aprobación de aquella “Constitución” Europea, según sus sistemas de aprobación. El cuadro resultante, con los datos oficiales encima de la mesa, es que aquel proyecto había sido aprobado en los despachos, por los “comisarios políticos del pueblo”, y que los pocos referendums se habían, o aprobado por los pelos, o con abstenciones descomunales; los otros se perdieron, y el resto se pasó exclusivamente por los Parlamentos (la casa de los “comisarios”). Hay una filosofía anti-social (no anti-socialista, aunque también), en la construcción europea por la cual al ciudadano se le ningunea, se le desprecia y no se le tiene en cuenta.

Aquel tocho descomunal que era el nuevo Tratado en su versión integra, y que solo servía para cuatro “frikis” del Derecho pero no para el 98% de los ciudadanos, no se la leyó nadie, la versión resumida algunos pero solo un puñado más. La religión partidista en España funcionó muy bien, pero en otros países con mayor tradición democrática les salió el tiro por la culata a los burócratas de Bruselas, y se dieron cuenta de que la ciudadanía no es un factor de una fórmula matemática, sino un ente vivo, que piensa, vive y opina. Al final, después de dos años de fastos grandilocuentes y el salmo a la religión europeísta consagrada en aquella Constitución, se tiró a la basura en meses, y un tiempo prudencial después, se aprobó un nuevo Tratado (esta vez ya sí sin la mentira del artificio democrático, es decir, íntegramente en los despachos y a la cara), y despacharon el expediente sin fiestas, y rapidito, que nos quema. El patetismo alcanzó entonces el sumun y la gente se dio cuenta de lo que había, desde el principio.

No podríamos llegar a colgarlo en la pared como la Constitución de los Estados Unidos, pero un Tratado resumido, con una doctrina básica y una serie de valores, que inspirarían el resto de los reglamentos y leyes interpretados por los Tribunales comunitarios, y presentado con pedagogía ante los ciudadanos de forma democrática para su aprobación hubiera sido, al menos, la forma correcta. De ahí se concluiría si lo que los legisladores europeos entienden por valores ciudadanos, y lo que realmente piensa la ciudadanía, al menos se parece, o directamente ellos viven encerrados en los despachos y llevan demasiado tiempo subidos al coche oficial.

Va a pasar mucho tiempo hasta que un nuevo paso en esta construcción pase por una urna, entre otras cosas porque lo que pensamos no les gusta. Casi se explica por si misma la consecuencia siguiente, y es que el proceso cada vez se alejará más de la calle, porque el rumbo no tendrá ligazón con la opinión popular (si no está ya difícil de ver en el horizonte donde queda la ciudadanía con respecto a la élite política). El argumentario de la clase política es el de siempre: la UE es una unión de Estados, el sistema electoral a las europeas con listas cerradas para elegir eurodiputados, los gobiernos elaboran las normas, elaboran los Tratados y además son votados en sus respectivas elecciones nacionales. Es una lógica de “paquetes”; en el paquete de la elección de gobierno, con sistemas normalmente bipartidistas, va incluida además de todas las cuestiones nacionales el rumbo de la UE, en el paquete ideológico y nacional, va incluída la elección cada cierto tiempo de los eurodiputados, y va incluída la firma de Tratados, de una UE que hoy en día emite derecho propio, e influye hasta en las cuestiones más próximas de nuestra vida diaria, y queremos que eso aumente.

Es una reflexión casi aritmética: si la opinión de la ciudadanía es una caja de color rojo y la metes en una caja amarilla y supone el 50% de la caja amarilla, y luego esa caja amarilla la metes dentro de una caja azul que es el 25% de la caja azul, y metes la caja azul en una caja marrón de la cual supone el 10%, la caja roja supone aproximadamente el 0,8% del total. Las jerarquías en los sistemas políticos son necesarias, para garantizar una cierta eficiencia y estabilidad, pero cuando los órganos intermedios se multiplican y se mezclan una cantidad innumerable de cuestiones de diferente naturaleza y contexto que se juegan a una sola carta con una sola papeleta, y cuando todo esto se convierte en excusa, para mantener un cierto estado de las cosas, que convierte la estabilidad en una especie de "paz social" en donde la libertad y un sentido mínimo de democracia se sacrifican, entonces dichos valores de "sana estabilidad" se corrompen, y se convierten en un burdo instrumento de contención de las corrientes de cambio, y no una cualidad más en un contexto de libertad y legitimidad democráticas suficientes.

Somos el 0,8% de un proyecto en el cual no pintamos nada. Es muy triste.

Manso azul

16 comentarios:

Anónimo dijo...

Nihil novum sub solem. Lo que planteas, mnr, es perfectamente extrapolable al funcionamiento interno de las democracias que integran la UE. El distanciamiento de las élites políticas, auténticas castas de poder, respecto de la ciudadanía va en aumento en el viejo continente y ello es lamentable. La propia lógica empleada por los que ostentan el poder con mayúsculas, sirve de alimento para los delirios fascistas antisistema lo cual ralentiza enormemente la evolución política continental. Yo hace tiempo que me convencí de que a los grupos de poder les da miedo la ciudadanía y por ello prefieren mantener cautivos los cauces de expresión de su voluntad; un ejemplo claro es el español de listas cerradas, algo quizá comprensible, y digo quizá, en la post-transición, pero inexplicable hoy día.

Anónimo dijo...

Permitidme que disienta ligeramente.
Aquello que decía Ortega de que la solución a los males de España estaba en Europa se ha revelado totalmente cierto. En cuanto ves una norma que destaca por encima de las demás o dices "que buena ley" resulta que es la transposición de una directiva europea. Casi todo lo bueno que ha pasado en España en los últimos 20 años ha sido creado o, por lo menos, pergeñado en Bruselas.
Por otro lado, cuando dices que el nuevo Tratado era un tocho descomunal, sólo útil para "cuatro frikis del derecho", resulta que las constituciones suelen adolecer de ese defecto: son tochos elaborados por juristas porque son normas jurídicas y suelen entenderlas solo los juristas por idéntica razón. Si las constituciones las hicieran los bailaores de flamenco, por citar un colectivo cualquiera, serían mucho peores de lo que son. Eso sí, probablemente todo el mundo las entendería.
En realidad, el esfuerzo de determinados países por ratificar vía referéndum la constitución europea es bastante meritorio por parte de esos países pero resultó contraproducente, no por el contenido de la constitución sino porque los cambios generan resistencia y porque la democracia directa plantea esos problemillas y sorpresas.
Vamos, que considero que, siendo mejorable el proceso de construcción europeo, es la mejor experiencia colectiva de la historia de la humanidad, aparte del sexo en grupo.

Anónimo dijo...

Me parece inteligente tu artículo y nada exento de razón. Pero yo le añadiría un elemento de reflexión: ¿están los ciudadanos europeos preparados para una verdadera Unión Europea?
Criticas con razón a los burócratas de los despachos que van haciendo Europa a su manera, pero ¿sería posible hacerlo de una forma democrática en estado puro? ¿Los exaltados hooligans de las respectivas selecciones nacionales de fútbol aceptarían de buen grado una sola selección? ¿Permitirían que los gobernase otro que no fuese de su nación? ¿Un francés gobernando en España? Lo dudo, caro amico. Y mientras, menos mal que tenemos burócratas que se lo van currando.
Gracias a los burócratas viajamos de un país a otro de la UE y nos vamos conociendo y con el tiempo quizá nos vayamos comprendiendo y priorizando la idea de europeo ante la de español, inglés, francés, etc.

Anónimo dijo...

A Anisakis:

Que cualquier político alemán, francés o británico puede impulsar una norma más estricta que lo que, normalmente hemos hecho los españoles, es algo que cualquiera que estaba hasta las narices del atraso secular de España, agradece.

Es cierto que, intrínseco al proyecto, la bondad de que todo dependa de un órgano más lejano consiste en que la debilidad a la hora de aplicar estrictas normas es más difícil, es menos vulnerable al tráfico de influencias; las administraciones más cercanas suelen ser más vulnerables a la corrupción, por norma general.

Por muchas más razones el proyecto es portentoso, pero adolece de algo que me parece importante resaltar, y es que no se ha demostrado una gran capacidad para incluir a los ciudadanos europeos; la gestión del mismo ha sido desastrosa.

La Constitución (la parte estrictamente "constitucional") podría haber sido brutalmente más reducida (como ya dejo caer en su momento Josep Borrell); ese tocho monstruoso ha sido calificado de "obra para frikis" por muchos politólogos, con el sentido común suficiente para darse cuenta de que esa "cosa" no puede ser una Constitución.

Esa visión corporativista al extremo, de que ese texto debía ser una magna obra jurídica, pero no un "texto del pueblo", es lo que ha llevado al fracaso al proyecto, lo cual es bastante obvio; los que la apoyaron en las urnas no la leyeron, y los que no pidieron el voto de la ignorancia, dijeron que No .... ¿más patético?, es complicado.

Al texto original le sobrabra aproximadamente la mitad, y en la otra mitad había una cantidad de redundancias brutal (hay partes repetidas como cuatro veces).

Por otro lado el sistema de aprobación fue nefasto, fue bochornosamente obvio que fue un "vamos a peter el pie en el agua a ver si está muy fria", dicho de otra manera, lo de España y Francia fueron globos sonda, nosotros cumplimos, pero para nada, porque ahora es Francia quien va a liderar la reforma (entre otras cosas porque fueron los que dijeron NO), y me temo que Sarkozy dijo hace mucho tiempo cosas que la izquierda debería haber dicho hace tiempo sobre la UE ... por cierto, acorde con lo dicho por Tony Blair en su momento, pero ya era un cadáver político como para que la Internacional Socialista, y el Partido Socialista Europeo, pudieran implicarse con tal personaje publicamente... aunque en este caso, tuviera razón.

También es parte de la doctrina que Felipe González lleva defendiendo hace tiempo, desempolvándose ciertos complejos.... ¿complejos izquierdistas, amigo Anisakis?, pues no, todo lo contrario, complejos derechistas, como que la UE debe ser una especie de embajada de Estados Unidos, como pretende cierta derecha. González tiene suficientes amigos en Estados Unidos para que nadie le pueda decir a la cara que es anti-americano, y a la vez, poder pegar el puñetazo en la mesa que se necesita, afirmando, que la UE tiene que tener un proyecto propio, diferenciado, y dejarse de una vez de estupideces.

Lo que seguramente no acaba de percibir González (quizás por su miedo a los referendums... no le culpo), es que como no se incluya a la ciudadanía europea en el proyecto, no habrá proyecto, y ahora mismo, a los ciudadanos, se nos ha dejado de lado.

Saludos a todos.

PD:
Moratinos pidió aumentar la Constitución Europea, en una reunión con Secretarios de Estado de Europa, con dos apartados nuevos sobre medio-ambiente y energía.

Al día siguiente, pedí su dimisión publicamente.

Anónimo dijo...

Me sumo a la petición de dimisión de Moratinos que formula mnr. Creedme que lo he intentado, he querido creer que había en el veterano diplomático algo de lo que se precisa para ser Ministro de Exteriores; incluso lo he comparado con Ana Palacio para que pudiese hinchar pecho, pero claro es que lo estaba comparando con la peor Ministra de Exteriores de nuestra democracia; al final, no me queda más remedio que sumarme a la petición de dimisión. El pobre es malo hasta rabiar; es todo un ejemplo de cómo un probablemente buen Director General de Oriente Medio puede patinar de la A a la Z cuando lo asciendes a Ministro. Increíble el apego que le tiene ZP, qué se le va a hacer, nos va a aguar la legislatura con la contínua nadería de su gestión, qué desastre, con lo necesario que es para España un buen servicio exterior y ZP nos brinda a este personaje. No había a mano una mujer, por eso de la parida, digo yo.

Anónimo dijo...

Estimado Gerardo, no creo que ese camino sea el legítimo, es arriesgado, ¿el pueblo no está preparado, pero el burócrata o el político sí? No sé, es un arma de doble filo, pero te lo digo dudando yo mismo. Quiero decir que tienes parte de razón, al menos, y nos es poco, en el plano práctico. Se produce un choque magnífico entre los fundamentos de la democracia y la realidad social.

Anónimo dijo...

Moratinos era ... bastante bueno en Oriente Medio, no se porque lo quitaron de allí, a pesar de que generaba ciertas desconfianzas entre el derechismo israelí (aunque bien pensado, ¿quien no?), pero no creo que tenga el perfil de Ministro de Exteriores... tiene una visión demasiado elitista de la política, "socialismo de salón" se llama, se cree que todo se puede resolver en los despachos, cuando realmente en Israel y Palestina se hizo conocido por tener reuniones pseudo-clandestina con gente que no circulaba por los circuitos oficiales...

Pero en Europa aplica otra filosofía, y no es comprensible.

Guste o no, si no se incluye a los ciudadanos en el proyecto, el proyecto seguirá muerto, y realmente ahora está muerto; el problema es esa visión elitista de la política, el problema es que la izquierda europea ha perdido un perfil definido de votante, el problema es que, o nos dedicamos a copiar a la derecha, o no sabemos qué decir, el problema es que no pensamos en los ciudadanos, en la gente normal de la calle... y así todo sale como sale, y así la gran mayoría de los Partidos Socialistas están en la oposición.

Si hay quien sigue apostando por la misma filosofía, presentando tochos intragables a los ciudadanos, creyendo que por cuatro leyes (por muy positivas que sean) que se manden desde la UE la percepción de los ciudadanos va a cambiar, que sepa, que está apostando por una estrategia perdedora, que ya ha perdido, y que seguirá perdiendo... que se fije, que en las últimas generales, aun con miles de votos prestados de IU y los nacionalistas, y cientos de miles de nuevos votantes de 18 a 22 años, el PSOE solo subio 50.000 votos, y el PP cuatrocientos mil.

No hay más ciego, que el que no quiere ver.

Somos muchos los que estamos hasta las narices de que no nos escuchen.

Saludiños.

Anónimo dijo...

Mi impresión personal es que el proceso de construcción europea está sumamente "afectado" por el tipo de idea preconcebida que se tenga de Europa. A fuerza de ser simplista creo que hoy coexisten tres concepciones de lo que debe ser la UE.

La primera es la "idea fuerte" de una UE política, la UE nacida en Maestrich, la que decide la moneda común, la que en a comienzos de los años noventa representaban políticos como Delors, Mitterrand, González y Kohl. A este modelo pertenece un concepto de la Unión de carácter potente y autónomo, decididamente europeo y decontrapeso real al hegemonismo americano.

La segunda concepción, imperante hoy, es una Europa a la carta, una Europa de círculos concéntricos y a varias velocidades, una Europa regida por los cinco países fundadores y alguno más, mercantilista, centrada fundamentalmente en el mercado único y en los aspectos puramente económicos; en definitiva, una Europa fortaleza frente a la inmigración, una Europa fuertemente vinculada con el amigo americano, pero que conserva todavía parte del acerbo primigenio de los padres fundadores. Esta Europa es la que actualmente representan Sarkozy y Merkel.

La tercera idea de Europa es la que representan los recién llegados a la UE, los antiguos miembros europeos del Pacto de Varsovia, totalmente proamericanos, y que cuentan con aliados del “peso” de un Silvio Berlusconi recién salido victorioso de las urnas. Es la idea de una Europa subsidiaria de la gran potencia americana, alicorta y poco ambiciosa, manejada por intereses ajenos a los de las sociedades y pueblos europeos, y que rechaza todo tipo de constitución europea, todo lo que huela a una Europa política, autónoma y que pueda conformar un contrapeso mundial a la hegemonía Estadounidense. Se trata de una Europa Otanizada y sumamente proatlántica, y que se prefigura como seguidora acrítica de una visión del mundo que necesita siempre de la existencia de un enemigo común, ya sean los ejes del mal bushianos, el terrorismo internacional islamista o los peligros de un superhegemonisno chino. Es la visión de países como Chequia, Hungría, Polonia y de líderes tan “prestigiosos” como Aznar, Blair o Berlusconi, quintacolumnistas de la corriente neocon y ultraconservadora del partido republicano estadounidense.

Es labor de la socialdemocracia europea impedir que sean las opciones segunda y tercera las que finalmente configuren el escenario europeo de los próximos veinte años.

Anónimo dijo...

¡Bien introducido Negrín!, pero ahora hay que dar un paso más.

De hecho, en parte estamos en la situación actual por una transición de una Europa de líderes fuertes, de la Europa de hace un cuarto de siglo, en donde el paradigma predominante era el del Estado-nación con una fuerte impronta europeísta, por distintas razones (desde Europa vista como futuro democrático y moderno desde la España post-franquista hasta la Alemania reunificada, pasando por el deseo de Italia de darle racionalidad a su caótica vida pública...) hasta la Europa actual, en donde dichos liderazgos se han disuelto en una mercadotécnica electoral, con sustitutos nacidos en una falta de hilación entre aquellos deseos primigeneos de la fundación europea, y las nuevas inquietudes del siglo 21; globalización, inmigración, crisis del sector primario, guerra contra el terrorismo y como encontrar un sitio para la UE en el mundo, debates que hace 20 años no existían.

Esto configura un cuadro distinto, en donde los Estados por si solos no pueden hacer frente al escenario como hace 25 años, sería un disparate, y es ahí donde entrar en valor la UE como estructura supra-estatal de soluciones compartidas.

Si la ciudadanía hace 25 años podía sentirse implicada como españoles, italianos o franceses en el proyecto, porque eran sus propios sueños nacionales que así fuera, ahora, no verlo como europeos supone no entender la forma en la que se deben abordar los nuevos retos, y no implicar así a la ciudadanía es no dar el paso necesario para que el proyecto no sea un proyecto de las élites, si no un verdadero proyecto colectivo en donde los europeos puedan invertir sus esperanzas de futuro.

Ese, amigo Negrín, es el capitulo pendiente, un capitulo suspenso por ahora, y por ceguera, cobardía o un mal planteamiento (quizás una mezcla de las tres) no se ha abordado correctamente.

Abrir la UE a la democracia y a la participación, amigos mios, no es un problema: es la solución.

Saludiños.

Anónimo dijo...

Que guay, habéis descubierto América, y en once comentarios, qué Ministros se pierde ZP. Ahora quisiera, craneos privilegiados, que me explicáseis qué c... hacemos para construir una Europa si estamos en manos de Funcionarios, la peor especie de no-trabajador (salvo honrosas excepciones) que circula por Europa. En España, salvo esas honrosas excepciones, la mayoría de los funcionarios pasarían hambre en el sector privado, tras varios años en la función pública los pobres ya no sirven para nada, es una carrera de bajas y escaqueos hasta la meta final: la jubilación. Y esto os lo dice un funcionario desengañado que asume la injusticia de generalizar ante la enormidad del problema. Y digo yo quién les mete mano si están especialmente protegidos por la mafia sindical. ¿Y con esto queremos construir Europa?

Anónimo dijo...

En este debate sobre "el desastroso proceso de construcción europea", pienso que existe una correlación entre la "marea conservadora" que asola a los distintos países europeos y que, la reciente vistoria de don Silvio, no es más que el último y esperpético episodio y la "debilidad" de la UE en estos momentos. Pero no deberíamos de contenarnos sólo con esto. Y es que algunos partidos socialistas europeos-incluido el nuestro- parece que se conforman sólo en emprender vuelos alicortos centrados en clave "nacional" y bastante alejados de una necesaria concepción estratégica de lo que debería ser la UE. La IS debería ser refundada o reformulada, pues parece que últimamente no sabe y no contesta.

Anónimo dijo...

La Internacional Socialista no tiene absolutamente nada que ver con esto, no es nada por si misma, y es más, ahora mismo no debe serlo, y además aglutina a todos los partidos progresistas y socialistas del planeta, de aquí a las Islas del mar de la China oriental, así que no confundamos el tocino con la velocidad.

El Partido Socialista en España resiste la tendencia actual porque ha confrontado un debate ideológico como cualquier partido progresista de la epoca postmoderna. Hace tiempo que le robó el discurso a la derecha en ciertos temas, como la seguridad pública, fletamos porta-aviones como cualquier partido de derechas, y hasta tenemos buenas relaciones con el gran empresariado.

Sin embargo, lanzamos 3 o 4 embistes en temas como la libertad moral y de conciencia, propios de una sociedad post-industrial con ciertas garantías sociales en donde la necesidad material no es tan importante para la mayoría como la libertad de costumbres y de opinión... si además eso lo hace un Partido Socialista que es capaz de seguir firmando leyes de carácter social, cubre los dos flancos, y presenta una base sólida.

Esa es la clave de la victoria actual, y seguramente los dos déficits coyunturales, y uno estructural, más relevantes, fueron en clave nacional; los dos coyunturales fueron el borroso discurso en cuanto a la concepción de España y su efecto sobre las reformas estutarias, y por otro lado el errático proceso de paz con ETA.. el déficit estructural tiene que ver con la incapacidad del Gobierno de transmitir su mensaje (tal y como dijo Felipe González en el último gran miting en Barcelona), que está relacionado con su desastrosa política de comunicación, la coordinación entre los ministerios o la propia falta de carisma de Zapatero.

Dicho esto, uno puede plantear estas fortalezas propias del PSOE, sin dejar de ver que existe, y es asi, una tendencia histórica, a largo plazo, en donde si el PSOE no tiene un gran liderazgo personalista, la indefinición de discurso puede convertir a España en otro país en donde la izquierda pueda tener dificultades sustanciales para alcanzar el gobierno.

Los lideres carismáticos no se producen, por encargo, en una fábrica, asi que lo único que puede planificar y, hasta cierto punto, garantizar, un partido político, es un discurso y un programa, un proyecto de ideas.

Que duda cabe que detrás de la debilidad de discurso del PSOE ante los nacionalismos periféricos tiene en parte el mismo origen, y no es extraño que Maragall acabe fundando un partido propio, en donde (vaticino) el socialismo económico propuesto, será más bien nulo; ya fuera el Neoliberalismo de los 80 (y ahi tenemos a Miguel Boyer), o el federalismo asimétrico de nuevo cuño del siglo 21, pero el PSOE siempre se ha visto influenciado por las corrientes de signo conservador (el capitalismo y el nacionalismo lo son), y en parte absorvió parte de sus preceptos, quizás con el interés de representar a mayores masas de la sociedad civil y forjar mayorías amplias y sólidas.

El problema, más allá de esta estrategia que desde un punto de vista más o menos maquiavélico puede ser útil, es que si pasamos del funcionalismo a la ideología, y realmente uno se cree que debemos dar cabida en nuestro proyecto a la sociedad más implicada en una cultura más liberal en lo económico, o más sensible ante la pluralidad obvia de la sociedad española en cuanto a sentimientos de pertenencia, no entendiendo todo esto desde una óptica COHERENTE en si misma, sostenible en todos sus puntos desde la misma lógica... si no dejándose fagocitar por ideologías ajenas, difuminando el discurso, y acabando por no explicar absolutamente nada.

Felipe González fue el primero en hablar de España como Estado "nación de naciones", pero nadie puso en duda jamás su concepción, nítida, sólida y coherente, de lo que debía ser el Estado.

Alfonso Guerra fue el primero que dijo que España necesitaba "empresarios profesionales", no explotadores o especuladores, y nadie puso en duda jamás cual era su visión global de lo que debía ser la economía en España.

El error se inició, hace 25 años, cuando alguien dijo "muerte a las ideologías", y por eso estamos donde estamos, ya no conseguimos mayorías absolutas, la derecha ha crecido más que la izquierda en España, y el problema grave va a ser como ese crecimiento electoral se convierta en un "suelo electoral" del PP... entonces, hasta los viejos cálculos de Alfonso Guerra, dejarán de servir.

El PSOE ha mantenido una linea más o menos coherente, y siguiendo la pirámide de necesidades de Maslow, es normal, es lógico, esa nueva fuerza que le ha dado a la Igualdad entre hombres y mujeres, o al ecologismo... Zapatero está haciendo lo que ya hacen Sarkozy o David Cameron, porque forma parte del momento histórico, y en ese sentido sí ha sabido subirse al tren.

Pero, a pesar de todo esto, veo ciertos nubarrones en el horizonte, porque los veo desde muy atrás, la tendencia de la que hablo se mide en décadas.

Que nadie en el Gobierno de España pueda sentir como propia la impronta socialista, es un problema grave.. porque solo saben que están ahí porque un señor los ha elegido con el dedo, no porque sientan el proyecto como propio, ni entiendan la relevancia histórica del mismo.

Asi, logicamente, no podrán defenderlo con un discurso, porque cuando no sientes la necesidad de algo, no puedes explicarlo.

Saludos.

Anónimo dijo...

En cuanto a nivel continental (añado) la derecha nos ha robado parte del discurso que teníamos que haber sostenido nosotros, lo hizo Sarkozy, y lo hizo Blair, pidiendo una UE más simple y más ágil, con menos burocracia y más fuerte en sus decisiones políticas.

Lo que seguramente ellos no acaban de ver, es que será dificil explicar dicha fortaleza política cuando sus partidos políticos pedían una reducción del presupuesto comunitario (en el caso británico quizás sea más explicable), y que no puede explicarse ante la ciudadanía que uno quiere una UE más autónoma con, a la vez, una actitud quizás excesivamente complaciente con los USA, como hace Sarkozy.

Y por último, como ya dije antes, no se puede implicar a la ciudadanía definitivamente si se le deja fuera, como hemos podido ver en los últimos años, o no se enfrenta de una manera más contudente y nítida cosas como la Directiva Bolkenstein, disolviendo nuestro discurso ante una derecha que sabe perfectamente lo que quiere.

Simplificación de la estructura, unificación de políticas exteriores y políticas de defensa e intervención militar, reafirmación en nuestro modelo social, apertura democrática a la ciudadanía.

Lo que hay que hacer se sabe muy bien, ahora hay que hacerlo.

Saludos.

Anónimo dijo...

Hablando de robos de discursos por parte de la derecha, habría que mencionar también la habitual idiotez de la izquierda a la hora de abordar ciertos temas, ese buenismo absurdo del que ya se ha escrito aquí. Y digo esto por el último caso de buenismo, del que esta vez es responsable directa la ministra pacifista de defensa que ZP ha nombrado: el asunto es que parece ser que en el ejército están alucinados con la prohibición de actuar la fragata tras la huída de los secuestradores del pesquero español, las fuentes militares sostienen que, al igual que pasó en el caso francés, al estarel pesquero español a gran distancia de la costa y disponer las fuerzas españolas de una avión orión controlando los movimientos, y disponer la fragata de helicóptero, la represión armada tras abandonar los piratas el buque era fácil, pero que no se pudo hacer ante las órdenes recibidas en sentido contrario del gobierno. De ser esta noticia cierta, algo que se sabrá cuando el gobierno de cuentas en el parlamento, habremos, entre otras cosas contravenido los tratados internacionales de represión de la piratería en el mar que nos obligan a usar la fuerza en esos casos y habremos de paso dembrado todavía más dudas entre nuestros socios internacionales sobre nuestra fiabilidad en la escena mundial. De aquí en adelante es posible que los piratas se lo piensen a la hora de asaltar otro barco francés (el último les costó la detención a la mitad de ellos, piratas que serán juzgados en Francia y que ya están a disposición del gobierno francés) pero desde luego no dudarán a la hora de asaltar barcos españoles ya que nosotros pagamos y les dejamos huir tranquilos. Espero que la explicación parlamentaria sea convincente, de momento lo que parece claro es que nuestra diplomacia actuó bien al conseguir la rápida liberación y que si embargo se falló a la hora de emplear una fuerza sobrada que teníamos desplazada en la zona, algo de lo que exijo a mi gobierno que de cumplidas explicaciones. Criticar cuando hay que hacerlo, también es de izquierdas, guiar un Estado a base de buenismos es de incompetentes, no de izquierdas.

Anónimo dijo...

Hoy hay que festejar los 200 años que nos separan de aquel día en el que una pequeña parte del pueblo de Madrid, harto de aguantar a la soldadesca francesa, se hizo el haraquiri en su inexistente condición de ciudadanos en ciernes y prefirió seguir siendo súbditos de las fueras cavernarias. El resto de esta vieja nación imitó su ejemplo y dirigidos por curas y terratenientes (en la sombra, puesto que no se sabe de ninguno que fuera fusilado en esas aciagas horas) enterraron lo que pudo haber sido un futuro digno bajo las luces ilustradas bajo la losa de un reaccionarismo que nos duró hasta 1978 con estelas aznaristas y aguirristas que aún pueden verse pululando. Por ello creo que hay que conmemorar en este dos de mayo lo que pudo haber sido y no fue, algo que no conviene olvidar, porque lo que fue ya lo hemos padecido suficiente, y en estos tiempos modernos la apuesta europeísta a fondo y sin complejos es la ilustrada y la caverna sigue abogando por una Europa de mercaderes parcelada en cotos políticos; hoy como antaño, el dilema persiste, ¿seremos capaces de ser esta vez clarividentes? creo que ZP lo tiene claro, sin embargo dudo que tenga el talento necesario para liderar ese proyecto en una época difícil con un continente en manos de la derecha. Ya se sabe que a ZP en demasiadas ocasiones le pierden las actuaciones huecas.

Anónimo dijo...

Hoy en día sabemos, como debería saberlo Bush en Irak, que por muy ilustrados que sean los cambios, si son impuestos, no son aceptados; la lección del 2 de Mayo es que la soberanía nacional no es solo mera retórica, tiene que ver con la lección democrática elemental que dice que los cambios, ilustrados o no, deben ser sancionados positivamente por el pueblo.

Como reconoció Fukuyama hace poco, la libertad no es algo tan obvio.

PD:

Por lo de pronto España está promoviendo una fuerza naval en la zona, para proteger a los marineros de los piratas, ya veremos como queda la cosa.