El proceso de crisis abierto en el PP a raíz de la derrota, teóricamente “dulce”, sufrida el pasado 9 de Marzo está suscitando una avalancha de artículos, opiniones y debates en los medios de comunicación en torno a la cuestión de qué debería hacer ahora el principal partido de la oposición.
Por supuesto, en el fondo subyace el clásico debate acerca de la democracia interna de los partidos. El artículo 6 de la Constitución establece al respecto que “su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos”. La Ley Orgánica de Partidos Políticos, concretamente en su artículo 7, sobre organización y funcionamiento, se limita prácticamente a reproducir la exigencia constitucional remitiéndose a los estatutos o reglamentos de los partidos. En un sistema jurídico tan reglamentista como el nuestro, en el que existe una proliferación de normas en todos los ámbitos que ha llevado a algún jurista a hablar de “diarrea legislativa”, es tremendamente llamativa la omisión de cualquier exigencia concreta respecto al funcionamiento democrático de los partidos.
Esa omisión permite que haya quien diga que los partidos políticos tienen que funcionar como rodillos, que no deben mostrar ninguna fisura de cara al exterior porque nos encontramos en una democracia mediática en la que los partidos que muestran cualquier atisbo de debate interno son penalizados por los electores. Esta afirmación, como todas las afirmaciones rotundas, merece ser matizada. A los electores les gusta que los partidos den muestras de reflexión, de debate y, en suma, de democracia interna. Lo que piden es que ese debate se haga de forma responsable y en el momento adecuado. Es más, en mi opinión, los partidos que no debaten internamente son los que acaban penalizados.
Supongamos que en el momento presente no se utilice ningún mecanismo democrático en el PP y que Rajoy lleve adelante su voluntad de presentarse como candidato en el 2012. Es evidente que un candidato cuestionado por su propio partido, por los medios de comunicación afines y, por supuesto, por los hostiles, tendrá muchas menos posibilidades de ganar las elecciones. Pero es que si Rajoy reflexiona y decide no presentarse, puede sentir la tentación (muy humana, desgraciadamente) de hacer lo que hizo Aznar con él y nombrar digitalmente un sucesor que le complazca. Pues bien, el sucesor digital tendrá menos posibilidades de éxito por la sencilla razón de que su legitimidad procedería de alguien (Rajoy) que habría agotado la suya. Es más, tendría menos posibilidades porque su ascensión no sería fruto de la selección natural ( sinónimo, en este caso, de democrática) sino de una completamente artificial. Estoy seguro de que los electores del PP prefieren que se utilicen mecanismos democráticos para decidir quién dirige ese partido en los próximos años. Otra cosa es que lo consigan. Si el próximo congreso del PP se queda en un congreso a la búlgara, habrá ganado tal vez Rajoy y habrán perdido su partido y la democracia.
Por citar ejemplos más cercanos, en la última asamblea de la agrupación socialista coruñesa se produjo un fenómeno tan novedoso en la trayectoria reciente de la agrupación como positivo desde un punto de vista democrático: hasta seis militantes tomaron el micrófono para hablar de temas que les preocupaban, en algún caso de forma abiertamente crítica. Este hecho no debería ser algo excepcional en la vida de una agrupación socialista. El socialismo se caracteriza por hacer un diagnóstico crítico de la realidad y la crítica bien entendida debe empezar por uno mismo. Si no somos conscientes de nuestros errores porque nadie los explicita, los cometeremos una y otra vez. Si no hay debate político interno, las ideas serán tan débiles como las personas que las representen. Las asambleas, entre otras cosas, están para eso, para permitir que se escuche la voz de la militancia. Si no fuera así, su existencia tendría muy poco sentido. Igual que la militancia política. Serían una forma vacía de contenido como lo son los congresos a la búlgara, solamente adecuados para los antiguos satélites soviéticos, perversiones del socialismo, perversiones de la democracia.
ANISAKIS
22 comentarios:
Totalmente de acuerdo con el artículo.
De hecho, lo mejor para Rajoy, sería que Esperanza Aguirre se presente en un proceso abierto de primarias, y ganarle públicamente a ojos de todos.
Si no lo hace así, existe el riesgo de que Esperanza Aguirre siga dando la murga en el futuro, dado que, al menos, es una "no perdedora", y jugara con esa incertidumbre, porque siempre habrá quien diga que si se hubiera presentado ganaría.
Es cierto, y es así, que solo en democracia se pueden forjar liderazgos reales, al pasar el cedazo público del apoyo de los ciudadanos.
En Estados Unidos están mucho más acostumbrados que aquí a que miembros de los mismos partidos discutan públicamente, sin que por ello se cuestione el liderazgo ganado democráticamente por tal o cual candidato, y sin que ello justifique caer en el insulto y la descalificación.
Estoy de acuerdo además con que, aquí en España, los ciudadanos sí valorarían más una imagen de los partidos más democrática y abierta, y no tanto los ejércitos de ahora.
Quien más revuelo monta por esto son algunos medios de comunicación, no la gente de la calle.
Saludiños.
Dices bien, Anisakis.
Uno de los problemas de las democracias actuales, generador de no poco abstencionismo, es el absoluto triunfo de los partidos políticos como cauce para la gestión del poder; ese rotundo éxito los ha convertido en entes finalistas de poder, abandonando su vocación inicial de cauces. Mucha gente, movidos por la ignorancia o la malicia, opta por atacar al sistema de partidos, ignorando que a quién se ataca con esa táctica es a la propia democracia.
Sentado pues que los partidos políticos son la menos mala de las opciones para que funcione el menos malo de los sistemas políticos, cualquier esfuerzo honesto debería de encaminarse a la dinamización de los mismos.
El sistema actual de partidos al uso en España, ciertamente monolítico, le ha permitido entrenarse en democracia a toda una generación educada bajo el franquismo, se precisaba de partidos fuertes y se tuvo que premiar la concentración bipartidista, el sistema cumplió pues su función. Es posible que sea llegado el momento de las listas abiertas al Congreso, lo que es seguro es que mejoraría la calidad de la democracia e incrementaría la participación ciudadana. En cuanto a las pretensiones de IU de favorecer electoralmente a las minorías, el ejemplo italiano me da miedo, aun cuando es cierto que la situación de IU es profundamente injusta. De momento lo único cierto es que al PP le toca seguir la senda que en su momento siguió el PSOE y que igualmente al PSOE coruñés, tras 25años de éxitos, probablemente le toque ya adentrarse en la misma vereda de la renovación, algo que siempre debe de hacerse de abajo hacia arriba y en todo caso cuando se pase a la oposición, salvo claro está que los líderes sepan estar al nivel que cabría esperar de ellos y la intenten desde el poder, suele ser lo más difícil, pero cuando se logra, se tarda más en perder dicho poder.
Izquierda Unida no quiere "premiar a las minorias", entonces ¿que se está haciendo con CIU y el PNV ya ahora?, Izquierda Unida quiere algo muy logico, muy razonable y muy democratico: que se valore igual el esfuerzo de cada cual para tener representación.
Actualmente, en el Congreso, el voto de cada nacionalista catalán vale igual que el voto de cinco comunistas.
Eso, podrá ser cualquier cosa, pero democrático no.
www.congreso.es
Añado:
Si el partido bisagra fuera IU, y no CIU o el PNV, la estabilidad institucional sería sustancialmente mayor, y por lo tanto, absolutamente todo lo alejado del modelo italiano.
Recordemos que la direccion de IU en Madrid no es, precisamente, Ezquer Batua.
Todo esto que comentáis tiene mucho que ver con los mass media: la necesidad de noticiar, de transformar cualquier hecho común (como puede ser el natural intercambio de opiniones en el seno de un partido democrático) en todo un acontecimiento singular, vital, de suma trascendencia para el funcionamiento de la sociedad. El camino usado para la transformación mediática es la sustitución de la información por la opinión. Tal opinión se le da el carácter de verídica, que supuestamente describe la realidad de forma objetiva. El resultado lo conocemos: al ciudadano -aquí mero consumidor de noticias- se le hurta el derecho a conocer la realidad y juzgarla por sí mismo. Y que seis militantes del PSOE de A Coruña expresen su opinión y enriquezcan el debate, como es su derecho y en total normalidad, se transforma por la vía de la sustitución en la preciada mercancía de los medios, realidad reconstruida, al fin, mera opinión: Hagamos un pequeño ejercicio de manipulación:
Descripción de la asamblea según un medio imaginario:
“En la última asamblea del PSOE en A Coruña, numerosos militantes de base se amotinaron y tomando el micrófono atacaron orquestadamente a la actual directiva. La división creciente en el seno del partido indica un descontento general con los resultados electorales y tal y cual…”*
Descripción de la realidad de forma objetiva:
“En la última asamblea del PSOE en A Coruña, seis militantes tomaron la palabra para aportar su opinión sobre varios temas importantes y mostrar su apoyo a la actual directiva para recuperar con la participación de todos y renovada ilusión la mayoría absoluta. La directiva agradeció las palabras de apoyo y se comprometió a aumentar aún más la participación de los militantes en la lucha por esa mayoría.
Las cosas son así, y los medios tienen un poder que las democracias no le han otorgado, sino los mercados. He aquí el problema: incluso los partidos se ven obligados a acatar las reglas del juego mediático no para mejorar la realidad, sino para evitar toda realidad transformable en noticia.
Saludos,
Sísifo
* Ruego se acepte la exageración por razones didácticas, aunque me temo que algún medio cercano desvirtuaría aún más la realidad.
¿Habeis visto las amenazas de Artur Mas ante la posible reforma de la Ley Electoral?, uuuy que miedo tienen....
"Un voto una persona, ¡menuda desfachatez!" Artur Mas, mas chulo que un ocho.
Completamente de acuerdo sisifo
Sísifo, obviamente todos somos plenamente conscientes de que vivimos en democracias mediáticas y que los medios tienen la capacidad de tergiversar la realidad pero lo que no es admisible es que los partidos abjuren de sus esencias democráticas para intentar, sin conseguirlo, no mostrar ningún flanco débil, por pequeño o hipotético que sea, ante esa posibilidad de tergiversación. Eso puede llevar a que en vez de democracia tengamos algo así como una mediocracia, es decir, un sistema de gobierno en el que la legitimidad del gobernante se basa en la capacidad de generar noticias agradables para el electorado, aunque sean falsas. Estoy seguro de que te das cuenta de que eso es extremadamente peligroso y puede degenerar en un rollito de tipo orwelliano.
Yo más bien matizaría el tema del poder de los medios. No pasa nada porque en un partido haya debate siempre que sea en una asamblea, restringida a los militantes y sin la presencia de periodistas. No pasa nada porque un partido como el PP, que ha perdido las elecciones, se líe a tortas en un congreso a 3 años de las próximas generales y a varios meses de las próximas autonómicas. Es más, lo lógico es que lo haga. Lo que no podemos es vivir pendientes de si a uno de los múltiples medios que hay en España se le cruzan los cables o nos quiere mal. Así, en vez de prestar una atención tan desmedida a las presuntas vibraciones negativas podríamos concentrarnos en mandar vibraciones positivas a los medios, cosa que parece que en Coruña últimamente se nos resiste bastante.
Ah, se me olvidaba, estoy de acuerdo con lo que dice Groucho sobre IU.
Me gustaría matizar algunas opiniones sobre el tema de la crisis del pp y sobre el tema, colateral y extensible a otros partidos democráticos-PNV, CIU, PSOE, etc-sobre la “democracia interna” dentro de los mismos.
La crisis actual del pp tiene su origen en la última derrota electoral del 9 de marzo. Es una crisis aplazada, ya que lo que está pasando en esta crisis tiene muchas de sus causas en la derrota del 14 de marzo de 2004. Dos derrotas consecutivas, más una crisis aplazada en su momento por un apresurado cierre de filas, genera inevitablemente una crisis grave. Y eso es lo que está ocurriendo. Pero las crisis en los partidos últimamente son más de personas que de ideas, aunque, evidentemente, las personas son las que encarnan las ideas y las disputas mezclan un poco todo ello, pero en la lucha descarnada por el “poder” suelen primar más los aspectos personales que los meramente ideológicos.
“Papá” Aznar tenía “sujeto” y en calma al Partido Popular por la sencilla razón que el mejor “cemento” para ahuyentar toda crisis existencial se llama tocar “poder”. Y tocar “poder” significa sencillamente tener la llave del sistema de “recompensas”-puestos de responsabilidad, ministerios, secretarías de estado o fulgurantes embajadas en Washington D.C.-que el líder máximo puede otorgar. Cuando en un partido político no existe ése “cemento”-el poder-las recompensas no pueden ejercerse-estás en la fría y solitaria oposición-, luego, el modelo de “unión” basado en las fidelidades y los agradecimientos deja sencillamente de funcionar.
Primera ley de la termodinámica: todo partido alejado del poder durante cierto tiempo, inevitablemente orbitará sobre una crisis existencial hasta que las expectativas de poder recuperar dicho “poder” se muestren alcanzables a corto plazo, pues de esta forma se podrá volver a utilizar el sistema de recompensas establecido para los líderes de segundo nivel de dicha formación.
Segunda ley de la termodinámica: sólo aquellos líderes que tras de sí puedan arrastrar a los militantes en un proyecto que pueda encarnarse en una victoria electoral efectiva son los que pueden “cerrar” las crisis partidarias.
Tercera ley de la termodinámica: la participación “democrática” o “la democracia interna” dentro de los partidos no es ni la causa de las crisis internas ni su consecuencia, pues la llamada “democracia interna” no es más que un mecanismo que “podría facilitar” en determinadas condiciones el recambio del equipo dirigente, pero eso no siempre sucede pues la cosa es más compleja de lo que parece, pues la emergencia y/o elección de un líder o de un equipo dirigente tiene que ver más con los compromisos y las renuncias que con la crítica abierta entre diferentes facciones.
Notas: Sobre esta tercera ley véase lo ocurrido recientemente en el PNV: Urkullu se repliega ante Ibarretxe, pues una disputa abierta entre los dos conllevaría una casi segura derrota electoral en las próximas elecciones autonómicas. Por el contrario, lo que está impidiendo el consenso en la crisis del PP es la toma de partido por parte de la COPE y EL MUNDO con uno de los bandos, lo que amplifica enormemente la disputa e impide el acuerdo entre las distintas facciones. En los dos casos la denominada “democracia interna” está ausente o ni se sabe o no contesta.
Y ahora entra San Gil en juego, desde luego, las cosas se le complican al amigo Rajoy. Me sigue sorprendiendo el nivel de confusión que sigue el discurso pepero: María San Gil es una señora con un notable mérito personal pero con discutibles aptitudes políticas, desde que preside el PP vasco han empeorado los ya de por sí malos resultados de esa formación, es decir, como política, sus soluciones para Euskadi no las quiere nadie en Euskadi. Dicho esto debemos reconocerle a la buena señora su valor como icono de la derecha, es una Juana de Arco que les permite (perdón, permitía) ganar votos en el resto de España, debiendo de dejar eo sí claro que en el resto de España la visión de la realidad vasca que vende el PP es de "Roberto Alcazar y Pedrín", usease, de opereta.
Sentado este particular, se puede concluir que a Rajoy le puede resultar problemático perder tal aliada, pero a nuetro país y a sus circunstancias le trae sin cuidado el porvenir político de la señora San Gil, representa a una minoría de vascos y sostiene posturas que por su decidido maniqueismo, no sirven de nada para afrontar la solución de los complejos problemas que la realidad vasca plantea.
Urkullu fue puesto ahí para contentar a los que querían cambio, los que apoyaban a Imaz, con su discurso, mientras que a la vez, no cambie nada en su política, que sigue siendo la de Ibarretxe y la linea dura.
En cuanto a Aznar, hace tiempo leí un artículo...
http://www.elmundo.es/2000/05/30/sociedad/30N0086.html
Perdón el enlace era este:
http://www.elmundo.es/2000/05/30/sociedad/30N0086.html
Después de esa dirección le poneis un PUNTO HTML, que parece que el Blogger lo capa.
Algunos socialistas asisten encantados ante la penúltima trifulca pepera. El vodevil protagonizado por María San Gil es de los que marcan época. Pero más allá de la polémica, los demócratas deberíamos hacernos un par de preguntas. La primera es ¿qué se está dirimiendo en el pp? Y la segunda es ¿qué “alma” del pp conviene que triunfe para el bien de España?
Primero habrá que hacer un pequeño prólogo. Aquellos que, apoyados por poderosos medios, están pidiendo que haya “debate” o “libertad de ideas” o una especie de “primarias” sui generis con varias candidaturas son los mismo que esperan que el susodicho cónclave sea la gran oportunidad que le dé “vidilla”al ala talibán. Tanto Acebes como Esperanza, Mayor Oreja o Zaplana, o la mismísima protagonista San Gil son fundamentalistas de la “unidad” de España y aborrecen de cualquier trato carnal con los nacionalistas-son el eje del mal hispano-, luego, a mí, particularmente, lo de la libertad de ideas o las reflexiones o las varias candidaturas para el congreso de junio del PP me las trae al pairo. La trifulca entre destacados dirigentes peperos es un “debate” en las “alturas”. La militancia de base del PP asiste perpleja ante tamaña escenificación de cuchillos afilados ante las cámaras. ¿Es que de pronto estamos asistiendo a la democratización del principal partido de la derecha española? Venga ya! Lo que hay es un combate a muerte entre los talibanes aznaristas de turbante negro y los neoyuppies de Ventura Pons, Arriola, Pío García Escudero, Soraya y demás marianistas. ¿Un congreso a la búlgara? ¿Una refundación talibán del PP con silbidos y fracturas “superdemocrática”? Por favor!, que este país está harto de radicalismos extremistas. Yo prefiero una buena crema Pons hidratante que la Esperanza de que el debate sea aguerrido? España no puede permitirse el lujo de que el partido de la derecha se parezca más a a la “banda de los cuatro” maoísta que a lo que propugna la señora Merkel.
Bueno eso de la crema Pons y la esperanza ....
La patria necesita iconos y una mujer como San Gil lo es, hembra de pro que exhuda valentía por todos los poros. Mi propuesta es que se presente al Congreso de Valencia, Maricomplejines en demasiado timorato y lo que hace falta es un nuevo Aznar, en versión mujer, por eso de la cuota.
A San Gil le falta bigote
Estoy completamente de acuerdo con lo que afirma Anisakis en el artículo. Es bueno que haya diversidad siempre que haya sentidiño, cosa que no parece que vaya a ocurrir en el Partido Popular, sobre todo por culpa de Rajoy. Enhorabuena a los que hablaron en la última asamblea. A seguir así.
El PP tiene cada vez más vías de agua, la cosa recuerda al PSOE de 2000 pero en peor, los mismos que se dedicaron durante estos últimos cuatro años a mentir a la sociedad y a hacer contínuas trampas, están aplicándose sin escrúpulos ahora e mentirse y hacerse trampas entre ellos. Se veía venir desde hace cuatro años que era el PP y no España la que se rompía.
La situación actual casi garantiza las elecciones de 2012, el estado de putrefacción popular hace casi imposible recuperarse en cuatro años, desde luego ZP tiene una flor en el ...., me alegro, ahora lo que hay que hacer es mejorar la nefasta política de comunicación que hemos padecido la anterior legislatura y seguir gobernando, España nos necesita más que nunca.
Dio gusto ver ayer en el congreso a Rajoy actuando por una vez en estos últimos cuatro años como un político con sentido de Estado, se ha podido ver lo mismo que en 1996, que la crispación en España es siempre artificial y creada interesadamente por la prensa amarilla (entiéndase Cope y El Mundo), lo único malo de esta situación nueva es que así como en 1996 al llegar Aznar al poder se acabó la crispación en cuestión de días, ahora los buitres dirigirán sus mandíbulas al equipo de Rajoy, dejando de paso gobernar en paz al PSOE, puede parecer lamentable, pero a esta derecha siempre le pasa lo mismo, que lee demasiados evangelios pero no entiende nada ... quien a hierro mata a hierro muere, solo que el pobre Rajoy ni siquiera fue capaz de matar políticamente a ZP, ... qué país.
foza vazquez
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