Acabada la segunda guerra mundial, Israel se proclamó unilateralmente país independiente luego de ser ahogada en un baño de sangre la resistencia palestina. Los ejércitos de los países árabes vecinos (Egipto, Irak, Líbano, Siria y Jordania) atacaron de inmediato, pero fueron incapaces de impedir la consolidación del estado sionista. Esto fue por desigualdad en cuanto al poderío militar pero también por las limitaciones políticas de estos regímenes. Sólo la Haganah, la organización semiclandestina fundada por la Agencia Judía para “colonizar mediante las armas”, sin contar las otras organizaciones terroristas judías, superaba ampliamente las fuerzas de los países árabes que entraron en la guerra de 1948 (la llamada “Guerra de Independencia”). Esta organización tenía en 1946 65.000 hombres y en 1948, 90.000. Un año antes de la guerra contaba con 10.000 fusiles, 1900 metralletas, 600 ametralladoras y 768 morteros y en los meses anteriores a la Partición ese armamento se multiplicó.
Mientras tanto, el total de las fuerzas árabes puede estimarse en 21.000 hombres mal equipados: en Egipto reinaba el corrompido rey Faruk, cuyo primer ministro Nokrashy no tenía el menor interés en mandar hombres a Palestina, desafiando a los ingleses que aun ocupaban el canal de Suez, en Irak gobernaba un títere de los ingleses, Nuri as Said, Siria acababa de independizarse de los franceses y su ejército no superaba los 3.000 hombres, el “ejército” libanés tenía apenas 1.000 reclutas, la Legión Árabe, la única fuerza de alguna importancia militar, reunía 4.000 hombres adiestrados y conducidos por oficiales ingleses. Pero el Foreign Office llegó a un acuerdo con el rey Abdullah, por el que se impidió a la Legión violar la frontera israelí.
Así, no sólo no impidieron la fundación del Estado de Israel sino que éste emergió de la guerra, en 1949, con un territorio mayor que el que proponían las Naciones Unidas.
Así, no sólo no impidieron la fundación del Estado de Israel sino que éste emergió de la guerra, en 1949, con un territorio mayor que el que proponían las Naciones Unidas.
Más de la mitad de los palestinos habían abandonado sus hogares expulsados o corridos por la brutal represión. La mayoría de ellos vivían como refugiados en Cisjordania, territorio que fue anexado por el reino hachemita de Transjordania, y en la Franja de Gaza, que pasó a ser administrada por Egipto.
Puede decirse, como conclusión (y para no aburriros demasiado), que el Estado de Israel es la expresión política del sionismo que se da en el marco de la necesidad imperialista de colocar un gendarme en Medio Oriente frente a la amenaza que significaba la creciente “resistencia de las masas árabes”. Bajo la máscara de una justificación religiosa puede verse el rol de Israel como enclave del imperialismo en Medio Oriente. La política de Theodor Herzl, el padre del sionismo, y sus sucesores fue la de aprovecharse del proceso de expansión colonial imperialista para ocupar Palestina. Y el imperialismo se sirvió de la ideología sionista para poner al Estado Israel como gendarme del mundo árabe. Así, la burguesía judía con el aval del imperialismo, impulsó un movimiento para: 1) confinar a los judíos más pobres en la Tierra Santa, apartándolos de la lucha de clases en Europa y de los partidos de la izquierda; 2) librarse, en primer lugar ellos, de la furia antisemita que crecía y 3) constituir un Estado Judío en un punto estratégico, en medio de las mayores reservas de petróleo del mundo, amenazadas por el ascenso de las masas árabes. El Estado de Israel nacía como enclave del imperialismo en la región, el gendarme del mundo árabe.
La financiación de Israel es reveladora de la naturaleza de ese Estado. Todas las corrientes sionistas reconocen que el Estado de Israel es desde su inicio financiado por los EE.UU. y los poderosos lobbies de millonarios judíos. Sólo en los primeros años de su fundación, entre 1949 y 1966, Israel recibió 7.000 millones de dólares. Una cifra que define con claridad la naturaleza del estado israelí es que ya en los años 70-80 el total de la ayuda norteamericana -sin contar la ayuda de la "Diáspora" ni los prestamos- representaba 1.000 dólares por habitante/año, lo que por sí solo equivalía a más de tres veces el Producto Nacional Bruto por habitante de Egipto y de la mayoría de los países africanos. Es sobradamente conocido el dato de que anualmente EEUU aporta a Israel ayuda directa por valor de 5.000 millones de dólares.
Israel, aunque formalmente se reconoce como una república parlamentaria, en realidad es una república teocrática en la que el judaísmo ortodoxo ocupa un lugar predominante en detrimento de las otras corrientes del judaísmo. La ideología sionista considera la ortodoxia religiosa como una cuestión fundamental que define el carácter de "pueblo elegido de los judíos". La legislación de este estado artificial lo demuestra. Por ejemplo, la Ley sobre ciudadanía, aprobada en 1971, permite que cualquier judío que "exprese su deseo de instalarse en Israel" se convierta automáticamente en israelí. En cambio, los árabes cuyos antepasados vivieron durante siglos en Palestina, son obligados a vivir como seres de segunda categoría. O la Ley para la Adquisición de Bienes de los Ausentes, que tuvo como finalidad la clasificación de los bienes árabes que debieron abandonar temporalmente para escapar a la guerra o porque fueron declarados zonas de seguridad por los militares sionistas. O el artículo 125 de la Ley de Defensa que se ha empleado para impedir a los árabes regresar a sus tierras cuando han sido designadas por las fuerzas de ocupación para el establecimiento de una colonia judía. Con la excusa de la seguridad, casi la mitad de la tierra que estaba en poder de los árabes antes de la creación del Estado sionista, ha pasado a los kibbutzim.
Es que, para Israel, la guerra expansionista es una tarea esencial para mantenerse en pie. En la medida en que la razón de ser del Estado sionista es llevar al "pueblo sin tierra" a la "tierra sin pueblo", la expansión es indisoluble de su naturaleza misma.
Un abrazo, Fernando Rubín
5 comentarios:
Un buen recorrido de la historia y las causas del conflicto Fernando.
RAS realizó un comentario muy completo en la primera parte, y poco podría añadir. Estoy además muy de acuerdo con lo dicho. Solo un par de reflexiones:
Tanto Israel, como gran parte de la izquierda, han defendido tradicionalmente la importancia de la estabilidad material como base de la estabilidad espiritual. La lógica materialista ha imperado en Israel, con evoluciones ideológicas insertas en la evolución ideológica general (el capitalismo moderno como simbolo del bienestar material frente a sistemas proteccionistas de antaño), pero la lógica es la misma.
Así, llevar el libre mercado a países "liberados" es una nueva forma de revolución. Ya comenté que los ideólogos originarios del movimiento Neoconservador en Estados Unidos eran trotskistas huidos de la represión de Stalin (efectivamente, muchos de ellos judios), y dieron forma a las ideas de la "revolución conservadora" que hoy en día puede verse en organizaciones como la Fundación para un Nuevo Siglo Americano, en donde se vende la necesidad de un Imperio Norteamericano que invada paises sin democracia ni libre mercado y bajo una "dominación necesaria y temporal" se "culturice" a la población local en costumbres occidentales.
La invasión de Irak o Afganistán se convirtió en ese campo de pruebas para realizar un "efecto espejo" en la zona, y convertir estos países en trampolines de una transformación cultural masiva. Israel lo fué en su momento como bien recuerda Fernando. De todo esto que digo hay articulos escritos por los compañeros de viaje de Bush.
Israel lleva tiempo haciendo campaña explicando que en Israel hay divorcio, se protege la dignidad de la mujer o hay uniones civiles de homosexuales. Sin embargo para los europeos existe una jerarquía de derechos que hacen cínica una promoción de este tipo, cuando en Israel se pueden casar dos homosexuales pero su ejército bombardea colegios de la ONU con niños dentro.
Si para la izquierda israelí estos avances pueden formar parte de su convicción ideológica, para la derecha es un instrumento frío y calculado de generación de adhesiones, por comparaciones interesadas.
Por otro lado, la guerra forma parte de la política. La guerra es política; parte de un conflicto, a veces como parte de negociaciones diplomáticas o políticas infructuosas, como consecuencia de un conflicto de poder y también para condicionar a una de las partes en conflicto. Es decir, estoy totalmente de acuerdo en que Israel está intentando doblarle el brazo a Obama.
En un conflicto que se diga se quiera resolver, es clave entender que entre intereses contrapuestos, los que apuesten por la resolución deben ayudarse entre ellos ante quienes no la quieren. Todos los sectores expuestos aqui, y principalmente la clase política israelí y la palestina, tienen electorado al que satisfacer, y en este caso sectores radicales a los que alimentar, "halcones" a los que tranquilizar.
Que un sector haga una "causa general" contra el sector opuesto es una estrategia muy poco inteligente, porque alimenta a sus sectores radicales. Estos se sienten justificados al decir que la mano blanda es poco rentable y empujan a los sectores moderados a la oposición interna, a ser minoría.
El principio rector debería ser entonces el de "si quieres que te ayude, ayudame a mi con los mios". Humillar a la Presidencia palestina, y a toda Palestina como un conjunto es un grave error por parte de la clase política israelí, que debería encontrar más matices y distinguir en el bando contrario a "gente útil" que sea capaz a su vez de ganarse el respeto de una masa suficiente de su sector radical.
En la sociedad se producen conflictos constantemente, y como siempre ha recordado FG, la política es la única solución posible y realista.
El esfuerzo merece la pena, hay mucha gente inocente muriendo, y sufriendo, y eso no es justo. Nunca lo es.
Saludos.
A Fernando Rubin
Me ha gustado más esta segunda parte de tu artículo. Evidentemente, la historia de este “viejo conflicto” sirve para ilustrar la complejidad de encontrar una solución “definitiva” al mismo. Pero lo que hay que subrayar es la nula voluntad del Estado de Israel de poner fin al problema, dado su inmenso poderío militar. No hay muchos ejemplos en la historia, donde el país que tiene una manifiesta superioridad militar “ceda” alegremente, en un proceso negociador, a la otra parte alguna de sus principales demandas.
El error fundamental de Al Fatah, y de su líder desaparecido Arafat, fue permitir que el conflicto saliese del marco de la ONU. A partir de este dato, que tuvo su origen en la imposición americana a raíz de la primera Guerra del Golfo(1991), las negociaciones bilaterales Israel-Palestinos- Conferencia de Madrid(1992)-y los acuerdos de Oslo, lo único que se buscaron fue la rendición de los palestinos y su renuncia a tener un Estado territorialmente viable e independiente. Fuera de la legalidad internacional-sin la ONU-los palestinos sólo podían rubricar una rendición incondicional-disfrazada de “autonomía” tutelada por Israel-.
Para aquellos que todavía creen que demonizar a Hamás como organización terrorista-la UE, por ejemplo-significa poner por delante un principio ético, habría que recordarles que lo que ahora se dice de Hamás ya se dijo de la OLP. La OLP, cuya facción mayoritaria es Al Fatah, ya fue proscrita como “terrorista” en los años setenta y ochenta del siglo pasado. Habrá que recordar que la invasión israelí de un país árabe “independiente” como Líbano en el año 1982, tuvo como principal objetivo liquidar físicamente a la OLP y su líder, Arafat. Las tropas judías llegaron hasta Beirut y tras un largo asedio a la plana mayor de la OLP y a Arafat, y tras arduas y largas negociaciones, el Tsahal y los mandamases israelitas “cedieron” a que éste se exiliase en Túnez.
Al cabo de unos meses, una operación de comandos mató en su casa de Túnez al número 2 de la OLP: los asesinatos selectivos que hoy impunemente comete Israel con los líderes de Hamás, ya se realizaban con toda la alegría del mundo con la OLP en la década de los ochenta.
Conclusión: la única manera de “solucionar” el conflicto sería que los árabes tuviesen un poderío militar equiparable al de Israel. Sólo así, se podría, ante la amenaza de una destrucción mutua asegurada, intentar una negociación equilibrada que satisfaciese a ambas partes. Pero esto es política ficción. A los palestino sólo les queda seguir poniendo los muertos y a los demás, Europa incluida, seguir mirando hipócritamente para otro lado.
Antes de nada quiero felicitar a Fernando por su excelente artículo y comentar que estoy básicamente de acuerdo con la línea argumental que habéis desarrollado entre todos.
Sólo unas breves anotaciones:
1) "Una vez establecido el Estado [judío] crearemos un gran ejército, aboliremos la partición y nos expandiremos a toda Palestina"( Ben-Gurion)
Esta es la piedra angular, la planificación preventiva de una estrategia despiadada de colonización y exterminio, de depuración étnica, cuyo argumento legitimador central vendría a ser esa inevitabilidad dictada por una hermenéutica obscena e interesada de ciertos textos sagrados y determinismo histórico.
Y así, tras años y años de incursiones nocturnas, de expropiaciones ilegales, de nuevos asentamientos, de secuestros preventivos y torturas, de derribos de pueblos enteros, de asfixia y terror... han conseguido sus objetivos fundamentales:
a) impedir que los Palestinos dispongan de lo que llamamos Estado( contorno complejo definido y diferenciado de instituciones, legitimidad internacional, funciones, actividades, independencia económica, pluralismo y normalidad democrática,...)
b) Disponer de un Gulag funcional, con muros que se abren para que entre mano de obra barata y secuestrar inpunemente a cualquier sospechoso de algo y con muros que se cierran para todo lo demás, en concreto todo lo que suene a derechos.
c) Continuar su expansicón por todo el territorio.
d) Enquistar el círculo vicioso de la violencia tratando de convertir en seres llenos de odio y ávidos de venganza a la mayor parte de los palestinos. Es una estrategia muy calculada la del derribo de viviendas de familiares o el del bombardeo de hospitales o colegios. Por cada uno que cae, cinco toman su relevo, lo que le viene muy bien a Israel para su a la hora de hablar de "terrorismo", legitimando así su "solución final" mediante la previa "deshumanización" del pueblo palestino.
e) Continuar recaudando fondos de sus mecenas en EEUU y resto del mundo a expensas de su inestable situación. Y, como el estado parapolicial y militar que es, tampoco hay que olvidarse de los réditos y beneficios que esta situación de alerta naranja-roja perpetua genera en sus arcas. Los negocietes multibillonarios en seguridad, servicios secretos, tecnología militar, etcétera... es un ingrediente a tener muy en cuenta en una sociedad de estas características.
O sea, que todo esto, al fin y al cabo, es más fácil que apalear a un mendigo. Aquí en el 2008 no se trata de acabar con Hamas, no nos engañemos, se trata de nutrirla, de retroalimentarse bombardeando población civil, arrasando hospitales y escuelas, demoliendo viviendas...
Multiplicar el odio y la violencia, alimentar el resentimiento, financiando una fábrica de mártires y "fanáticos" que continúe creciendo en el amurallado Gulag de la que Sión se siga aprovechando.
Esta es la maquiavélica estrategia y camino hacia el abismo.
El capitalismo de la sangre es así. El sacrificio de tres judíos en un centro comercial por un mártir o un cohete artesanal no será en vano. Millones vivirán de ellos. Se pedirán nuevos créditos, se rearmará el ejército con la última tecnología después de quemarla sobre el Gulag, los servicios secretos y la seguridad privada continuarán maximizando beneficios, los rabinos se harán más fuertes, los periódicos venderán más en tiempos de guerra y las audiencias televisivas crecerán, los think tanks funcionando a todo gas, los políticos que quieran subir dos puntos en las encuestas masacrarán ufanos escuelas y hospitales y hablarán de protección y tranquilidad...
Sí una dimánica obscena y despiadada, pero la maquinaria tiene que seguir funcionando a pleno rendimiento.
Aunque sea a costa de repetir los viejos errores y modernizar adecuadamente términos como Gulag y Holocausto.
Por cierto y hablando de izquierdas e internacionales, el único que los ha tenido cuadrados en este sentido ha sido Chávez.
Saludos de Jim a los Eloi y a los Morlocks.
Fernando, me parece un artículo de lo más interesante, de todas formas creo que la imposibilidad de un acuerdo duradero reside en una cuestión tan básica como el agua de los Altos del Golán -que pertenece a Palestina- sin la cual el Estado de Israel el inviable.
Los recursos naturales son la motivación principal de las guerras del siglo XXI y fueron motivo en los siglos anteriores de una gran parte de los conflictos.
Saludos y enhorabuena por tu artículo.
Carlos Raya
Un breve inciso:
¿ Para qué gastarnos un duro los sociatas en la campaña si ya nos la hacen gratis los demás?
" Autarquía de subnormalidad mental", "Goebbels sería un pobre aprendiz de este gobierno", "hace falta un esfuerzo de salvación nacional"( Arias Veira)
Gran fichaje del PSdG para estas elecciones el de este economista de verbo fluido e imagen cordial y tolerante, que entre esta retórica hiperbólica y churrigueresca propia de la emisora de los obispos y el nadismo sobre actuado de los ripios más manidos va a dar el campanazo.
Un comienzo magistral, digno de Tarantino.
Gracias, Carlos y Alberto, los sociatas sabremos agradecéroslo.
Aun ayer me decía un amigo mientras tomábamos de noche unas cervezas:
- No, si los socialistas tampoco sois gran cosa, pero comparados con los otros ganáis mucho.
Saludos de Jim.
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