Me pregunto: ¿ahora que se han retirado al completo las tropas judías de Gaza, para qué ha servido la matanza de miles de palestinos? ¿Con esa matanza se ha solucionado el problema de Oriente Medio? Y, por cierto ¿ha ganado algo Israel, aparte de haber quedado una vez más ese país completamente desprestigiado, con esta guerra que claramente ha perdido? Esta es la cuestión: un país, por su poder, no puede (no debe) imponer su ley, su justicia unilateral en base a su poderío armamentístico. Arrasar a un pueblo, alegando legítima defensa (a la que, obviamente tiene derecho) considerando que ese mismo pueblo había impuesto a la facción terrorista (por no emplear eufemismos) que ahora ataca derrocando a la OLP tiene, cuanto menos, su cinismo. Otro tanto diría de los USA cuando “derrocaron” al Sha de Persia para colocar, por pura incoherencia e ignorancia, al Ayatolá Khomeini. Pero no me voy a desviar aquí del tema en cuestión. De la CIA hablaremos otro día…
Pues bien, lejos de los aires subversivos que caracterizaron el nacimiento del marxismo y de los movimientos revolucionarios en Europa, la izquierda se ha plegado ante la visión de sionismo sobre la cuestión judía abandonando los principios intelectuales que caracterizaron el marxismo y a sus herederos, la Escuela de Frankfurt, en su mayor parte miembros de la comunidad judía europea.
A muchos ciudadanos europeos nos parece incomprensible la incapacidad de nuestros políticos, especialmente de la izquierda, para denunciar y oponerse a la estrategia genocida y de limpieza étnica a la que Israel lleva sometiendo a los palestinos desde su creación en 1948, incumpliendo numerosas resoluciones de la ONU y violando sistemáticamente las leyes internacionales, lo cual los convierte en cómplices de un régimen tan odioso como lo fue el de la Alemania nazi. Debemos recordar, por ejemplo, que la Internacional Socialista recoge en su seno al Partido Laborista Israelí, al que pertenecieron sionistas como David Ben-Gurión, que proclamó oficialmente la creación del Estado de Israel, o Shimón Peres, dos veces primer ministro (1984 - 1986 y 1995 - 1996) y actual presidente del Estado de Israel.
Pero el gran problema de estos políticos de izquierda no es sólo su miedo (o su cobardía), o su prejuicio de ser acusados de antisemitas, sino su ignorancia para comprender cuál es el origen del problema judío en general y el de un estado artificial impuesto por la fuerza de las armas al que se le perdona y bendice toda clase de tropelías y de violaciones de los Derechos Humanos. Aclaro, antes de nada, que tan semita es un judío como un palestino, o un árabe, pues ambos pueblos tienen un mismo origen: ambos son semitas.
Quizás el problema originario sea el olvido, consciente o no, de las fuentes ideológicas en las que se fundamenta la ideología de la izquierda, especialmente de las organizaciones socialistas y comunistas, y el papel intelectual que jugaron personajes de origen judío como Carlos Marx, Rosa Luxemburgo, León Trotski o Vladimir Ulianov “Lenin”, o la famosa Escuela de Frankfurt integrada, en su mayor parte, por judíos continuadores del pensamiento marxista.
Para comprender el problema de la izquierda ante la existencia del estado de Israel y sus complejos, debemos remontarnos a sus mismas fuentes y, para ello, nada mejor que echar mano de un texto escrito en 1843 por el propio Carlos Marx titulado “La cuestión judía”.
Para el sionismo, la justificación para reivindicar la legitimidad de la instalación del Estado de Israel en territorio palestino, se halla en la “Biblia y la historia”. Se basa fundamentalmente en la consideración de Palestina como su “patria histórica” fundada en la “promesa” del Mesías al pueblo judío. Por supuesto que históricamente, esta pretensión es infundada: los reinos judíos de David y Salomón, duraron setenta y tres años e incluso si se considera como independiente la entera historia de los antiguos reinos judíos, desde la conquista de Canaán por David en 1000 a. C. hasta la erradicación de Judea en 586 a. C, llegamos a un régimen judío de sólo 414 años. Los reinos judíos no fueron más que uno de los muchos períodos en la historia de la antigua Palestina.
Continuará.
Fernando Rubín
6 comentarios:
De una cosa no podrá acusarse a Israel y a sus gobiernos: de falta de coherencia. El hilo conductor de su política desde el ya lejano año de 1947 es simple y llanamente el aplastamiento de los palestinos y el aplastamiento de todo movimiento político-militar palestino que reivindique el derecho a tener un Estado independiente para éstos.
La razón de la masacre de Gaza es de tipo temporal y obedece al contexto histórico: relevo en la Casa Blanca y las inminentes elecciones generales en Israel. A Obama hay que marcarle el territorio desde el principio y ése es el motivo de machacar Gaza. Desde el principio hay que decirle al mulato quién manda y quién establece las reglas. Al mismo tiempo Kadima y el Partido Laborista necesitan subir puntos en las encuestas frente a Nethanyahu y cada 300 palestinos muertos dos puntos más para Kadima y para los laboristas. Así de ética es la política israelí; así de éticos son los ciudadanos hebreos de Israel(porque también hay ciudadanos árabes de Israel, últimamente y cada vez más ciudadanos de segunda).
Israel puede hacer lo que hace porque, primero, tiene uno de los ejércitos más poderosos del mundo y, segundo, siempre ha contado con cierta complacencia en la opinión pública mundial y cierta condescendencia entre la izquierda europea, desde los socialdemócratas alemanes y franceses, pasando por los laboristas ingleses o los socialistas españoles, desde los tiempos de Felipe González.
A los israelitas se les perdona y se le termina perdonando estos “pecadillos” que a otros no se les pasaría por alto. Que un personaje tan nefasto como Simón Péres pueda pasear su palmito por los salones de la Internacional Socialista debería no sólo avergonzar a todo aquel que se considere socialista sino también a la portera de mi casa.
Pero ya hace mucho tiempo que Europa y la llamada izquierda europea(sí, ésa que a veces gobierna) han perdido la vergüenza y la dignidad más elementales. Lo cual no debe extrañarnos: todo parecido con la realidad es mera coincidencia. Y así vemos a ciertos gobernantes socialistas actuales sacando de la chistera “pactos para el retorno” con pagas íntegras de la prestación de desempleo para que miles de inmigrantes vuelvan a sus países de origen. Y es que todos los países tienen sus “palestinos”. A lo mejor, Israel lo que está haciendo es crear “tendencia” y los orgullosos europeos terminan creando “gazas” particulares en su territorio y, quién sabe y por qué no, algún día acabamos bombardeándolos para acabar con el problema.
Esta noticia, sacada de un periódico de hoy, aclara mucho las cosas:
"El relator especial de la ONU sobre la situación de Derechos Humanos en Gaza, Richard Falk, afirmó hoy que Israel cometió crímenes de guerra durante su última ofensiva en Gaza.
"La evidencia de la violación de la ley humanitaria es tan clara que no tengo ninguna duda de la necesidad de una investigación independiente que demuestre que Israel ha cometido crímenes de guerra", aseguró Falk en una rueda de prensa telefónica desde su hogar de California, Estados Unidos.
Falk, puntualizó que él considera que Israel cometió crímenes de guerra y contra la humanidad, antes incluso del último conflicto, al aplicar "un bloqueo sostenido durante 18 meses, un bloqueo ilegal de comida, medicamentos y combustible que puede haber afectado a la población de Gaza de por vida".
Además, para el relator de la ONU, judío de religión, los crímenes de guerra se agravan por el hecho de que Israel no permitió a la población civil abandonar el territorio antes de bombardearlo.
"No hay precedentes de que una población entera quede bloqueada en zona de guerra y sin posibilidad de huir y de convertirse en refugiados", explicó. Falk agregó que el crimen es aun más grave porque el 70% de las población de Gaza son menores de 18 años, "con lo que la guerra se libró contra los niños".
Pero es que todo esto no es nuevo, los crímenes y abusos contra la humanidad ya vienen de lejos.Israel desde los años 50 con las desviaciones de agua del Jordan y las severas restricciones a la perforación de agua, plantación y riego impuesto a los palestinos ha mantenido en un bajo nivel la cantidad de agua disponible para la población palestina. Ya la ONU (organismo inútil donde los haya, del que se podría hablar largamente con ese sistema demócratico con derecho de veto en su comité de seguridad) denunció que las políticas israelíes garantizan que la mayor parte del agua de Cisjordania se filtren subterráneamente a Israel y que los colonos israelíes dispongan de un acceso preferencial a los recursos hídricos. Derivando todo ello en una crisis del agua y socavando las condiciones de vida del pueblo palestino.
A esto se le llama abuso, toruturas y matar de sed. Un holocausto II.
Quisiera, me gustaría más, que entraseis en el tema de la Internacional Socialista, para debate. Considero que IS es una pura entelequia... Y ahí lo dejo.
Un abrazo, Fernando Rubín
Supongo que tras la última matanza habrá que seguir intentando conseguir la paz. Israel a lo largo de estos años ha probado todas las fórmulas posibles con Gaza. Convivió con una Gaza dominada por Egipto desde 1948 a 1967 con el breve interludio de la Guerra de Suez de 1956. Tras su ocupación en la Guerra de los Seis Días, Israel combinó la mano dura contra los representantes de la OLP con esfuerzos por dotar a la Franja de infraestructuras de transportes, salud y educación, esbozando lo que se quiso describir como una “ocupación ilustrada”, que haría que los palestinos se dieran cuenta de que les convenía vivir bajo dominio israelí. La combinación funcionó, más o menos, hasta 1987, cuando un estallido de ira espontáneo contra una patrulla militar desencadenó la Intifadah, que pilló por sorpresa incluso a la OLP en Túnez. Las condiciones de vida de los palestinos en esos momentos eran notoriamente superiores a las de la media del mundo árabe.
Israel reaccionó a aquello con dureza, justificando los disparos a niños que lanzaban piedras, llegando al punto de dar orden de romperles los brazos, para que aprendieran… No funcionó. El mismo Rabin que justificaba tales órdenes optó entonces por la negociación secreta que desembocó en los Acuerdos de Oslo. Rabin llevaba muchos trienios ejerciendo de “halcón” y su cambio de posición no respondió a una súbita conversión a la causa de las “palomas”. Al contrario, se dio cuenta de que para poder seguir siendo un Estado de mayoría judía y democrático, Israel tenía que renunciar a los territorios que había conquistado en 1967.
Sin embargo Oslo tampoco funcionó. Israel siguió ocupando la mayor parte de Gaza y de Cisjordania en función del lento gradualismo de Oslo, negociando férreamente la más mínima concesión mientras los asentamientos seguían expandiéndose. Parte de los palestinos – Hamás incluida – cometió el tremendo error de rechazar Oslo de plano porque no aceptan que Israel pueda existir: toda la tierra entre el Jordán y el Mediterráneo – del agua al agua es su maximalista eslogan - debe ser palestina, árabe. Así que no es de extrañar que siguiera luchando contra los ocupantes israelíes, sin miramientos a la hora de asesinar civiles de todo pelaje a la hora de mayor tránsito en los centros urbanos.
La OLP, de la que Fatah es el principal elemento, es otra cosa. En su Congreso de Argel en 1988 aceptó la legalidad internacional, es decir, las resoluciones del Consejo de Seguridad 242 y 338 que, tras las guerras de 1967 y 1973, llamaban al establecimiento negociado de dos Estados contiguos para judíos y árabes. En Oslo aceptó incluso la autonomía como paso previo a la independencia, que debía haber culminado cinco años más tarde. Pero las negociaciones empezaron a retrasarse y Rabin no fue capaz de ser fiel a su máxima de que había que luchar contra los terroristas como si no hubiera negociaciones y negociar como si no hubiera terrorismo: frecuentemente los ataques de Hamás suspendieron las negociaciones y las represalias afectaban al conjunto de los palestinos, en Gaza y Cisjordania, y no sólo a sus autores. En consecuencia, la población palestina no sólo no experimentó ningún rédito tangible de la paz sino que sufrió un deterioro continuado y progresivo de sus condiciones de vida, lo que conllevó su progresiva radicalización, fenómeno que también tuvo lugar en el electorado israelí.
Los que arriesgaron por la paz no fueron capaces de llevarla a término. A Rabin lo mató un fanático israelí pero Peres y Arafat tuvieron la paz al alcance de la mano y no tuvieron las agallas de dar el último paso. Como tampoco Netanyahu, halcón donde los haya pero que cruzó el Rubicón evacuando el 80% de Hebrón, la segunda ciudad más sagrada para los judíos, ni Ehud Barak, hoy Ministro de Defensa pero antaño Primer Ministro con un mandato amplio para la paz que fue incapaz de traducir a la realidad en Camp David y luego en Taba, por arrogancia, cobardía o estupidez, quién sabe.Su fracaso aupó a Ariel Sharon, el vilipendiado carnicero de Sabra y Shatila. Arrinconó a Arafat hasta la muerte e incursionó a sangre y fuego en Cisjordania y Gaza pero, a la postre, no tuvo más remedio que rendirse a la evidencia de que la ocupación de Gaza era una sangría absurda para Israel, poniéndole fin con la evacuación forzada de todos los colonos y soldados israelíes. Tampoco funcionó, en parte por negarse a pactar la evacuación con la Autoridad Palestina, frustrando así el aumento de su credibilidad que quizás le habría permitido mantener la Franja bajo su control. Al contrario, con la bandera de que había sido su resistencia armada la que había expulsado a Israel, Hamás ganó las elecciones legislativas, también en Cisjordania.Israel se negó a aceptar al nuevo Gobierno palestino salido de las urnas hasta que Hamás reconociese la legitimidad de Israel como Estado y renunciara a la violencia. Por supuesto, Hamás se negó a dar cualquier paso en esa dirección hasta que Israel no pusiera fin completamente a la ocupación, sin ninguna garantía de que entonces fuera a renunciar a sus postulados maximalistas. Por su parte, la vieja guardia de la OLP no quiso tampoco renunciar a su monopolio del poder palestino y torpedeó todos los intentos de su Presidente, Abu Mazen, y de Qatar y Arabia Saudí, por llegar a un acuerdo de reparto del poder que permitiera a aquél negociar un acuerdo de paz con Israel que luego habría de ser refrendado por el pueblo palestino. Cabe decir que la vieja guardia contó con el apoyo soterrado de Israel, EEUU e incluso de Egipto y Jordania, muy interesados en que el Gobierno de Hamás no pudiera servir de ejemplo para sus versiones locales de los Hermanos Musulmanes.Finalmente Hamás se hartó del acoso de los hombres de Fatah en Gaza y les hizo huir como conejos, consumándose la división del futuro Estado palestino antes incluso de llegar a nacer. El círculo vicioso de lanzamiento de cohetes contra ciudades israelíes y operaciones de castigo israelíes contra Gaza se reanudó con vigor. Entonces sí intervino Egipto que, tras múltiples esfuerzos consiguió gestionar una tregua indirecta entre Israel y Hamás que se ha mantenido, mal que bien, hasta mediados de diciembre pasado.
¿Por qué Hamás renunció a su prolongación? Las causas son variadas y no son tan estúpidas como podría concluirse atendiendo a la escandalosa disparidad de fuerzas. Supongo que la razón fundamental fue el agravamiento de la crisis económica en Gaza. La tregua “egipcia” no era perfecta. Hamás no liberó a Gilad Shalit, soldado israelí secuestrado desde hace dos años y medio en algún sótano siniestro de Gaza, y por cuya libertad exige la liberación de mil prisioneros de Hamás en las cárceles israelíes. Israel tampoco quedaba obligado a permitir la entrada de suministros básicos, instrumento que utilizó a su antojo para tratar de reducir las pretensiones de Hamás y para responder a los lanzamientos esporádicos de cohetes que se seguían produciendo.Por otra parte el bloqueo impedía a Hamás ofrecer buenos resultados económicos que avalaran su gestión y, en su defecto, su mejor recurso es el enfrentamiento con Israel, que la tregua impedía. Aduciendo como pretexto una operación aislada de Israel contra milicianos islamistas, Hamás reanudó el hostigamiento, a sabiendas de que el ejército israelí llevaba meses preparándose para la ofensiva que, por lo tanto, iba a resultar terriblemente dolorosa para la población de Gaza. Hamás sabe también que Israel no quiere volver a ocupar el avispero de la Franja por lo que, antes o después, podrá “venderle” a la opinión pública palestina que ha sido capaz de hacer frente al Tsahal, como lo fue Hezbolá en el verano de 2006 en el sur del Líbano.¿Pero por qué Israel cae entonces en la trampa? Fundamentalmente porque hay elecciones a principios de febrero y el líder del derechista Likud, el ínclito Netanyahu de nuevo, exige mano dura contra los que hora sí, hora también, bombardean ciudades israelíes sometiendo a sus ciudadanos al terror constante por más que los cohetes sean artesanales y casi nunca provoquen daños personales. En este contexto, la Ministra de Exteriores y líder del centrista Kadima, Tzipi Livni, y el Ministro de Defensa y líder del Partido Laborista, compiten entre sí por demostrar al electorado que son más recios que nadie a la hora de defenderles del terror de Hamás. Por otra parte, el ejército israelí está encantado de poder asestar un buen golpe a Hamás, el más duro posible antes de que la llegada de Obama a la Presidencia pueda volver a limitar el campo de acción de Israel. No sé cuántos palestinos van a morir todavía y tampoco cuántos soldados israelíes serán víctima de las emboscadas de Hamás, también preparadas desde hace meses. Lo que sí se es que cuanto más favorable a Israel sea el horrendo balance de víctimas, paradójicamente más posibilidades de éxito tendrán de gobernar los políticos israelíes más pragmáticos, es decir, que más cerca están de la visión de Rabin de que la creación de un Estado palestino, guste o no, es la mejor garantía de seguridad y viabilidad de Israel a largo plazo. Pero como ya he dicho, cuanto más dura sea la operación, más reforzado moralmente saldrá Hamás de la misma cuando Israel se retire, por muchos arsenales o milicianos que pierda durante su curso.
Bajo estos parámetros parecería que no hay solución. Y sin embargo sí la hay. Desde septiembre de 2006 la frontera israelo-libanesa está en la más completa calma. Gracias al despliegue de una fuerza multinacional bajo bandera de Naciones Unidas en el sur del Líbano, a la que España aporta 1.100 efectivos en el vértice de la frontera israelo-siria, la zona más peligrosa, Hezbolá no ha vuelto a disparar un solo cohete contra Israel ni ha podido hostigar a sus tropas en la frontera. Israel tiene así la zona de seguridad que infructuosamente venía buscando desde que invadió el sur del Líbano en 1978. Y a diferencia de todos sus intentos previos, sin disparar un solo tiro o sufrir una sola baja. El precio es que se ha visto obligado a consentir el desarrollo no constreñido de Hezbolá, una fuerza que aboga por su destrucción con el apoyo de Irán pero que representa a centenares de miles de libaneses chiítas, eternamente discriminados por el reparto de poder interno orquestado por Francia cuando dejó Líbano.
Dado el aislamiento geográfico de Gaza – Hezbolá puede seguir aprovisionándose a través de Siria – la entrada en la Franja de un contingente militar internacional serviría también para impedir que Hamás siga rearmándose con vistas a un futuro enfrentamiento, permitiendo al tiempo el flujo de mercancias hacia la Franja bajo su directa supervisión. Ojalá Fernando que sea ésto lo que finalmente suceda porque de lo que todos estamos seguros es de que el mundo no puede permitirse esta carnicería continua.
no ha servido de nada los más de 1300 muertos, hombre, mujeres y niños, todos ellos palestinos.
ISRAEL, ha podido demostrar, que matar es muy fácil, sólo se necesita un buen ejercito como tiene, con el apoyo de su gran alidado USA, y decir como es verdad, que hay paises que no lo reconocen como estado, pues lo tienen por enemigo, caso de SIRIA, LIBIA, IRAN, y algunos más.
Ha desmotrado ISRAEL, a OBAMA, que tieene que hacer o aguantar lo que ellos quieran, puede, pero espero que de una vez, OBAMA Y CLINTON, se pongan las pilas, y aparte de condenar los atentados terroristas, como pueden ser muchos de los ataques que recibieron los ciudadanos de ISRAEL, también le marquen a ISRAEL, el cómo, el cuándo, y el cuánto, se puede atacar al terrrorismo.
yO CREO QUE FUE UN ERROR HSITORICO CREAR EL PAIS DE ISRAEL, en el lugar donde está, pues a su alrededor tiene todo un conjunto de paises de procedencia árabe, con cultura, religión, y forma de ver al vida completamente distinta, por esta razón; los paises árabes, los que peor se llevan con los judios, tratan de golpear como sea a este pais, y utilizan a los pobres palestinos, para golpear con actos terroristas a la población civil; ISRAEL, responde con el ejercito, ese que tiene gracias a USA, al poder económico-politico, de los judios americanos, y su influencia en la politica norteamericana.
OBAMA, quiere o eso prentede acabar con este conflicto, tener de una vez dos paises, en igualdad, con fronteras, con respeto, con progreso, PALESTINA E ISRAEL, lo tiene complicado, o tal vez no tanto, pues ya es extraño, que incluso FIDEL CASTRO, vea en el nuevo presidente americano, una buena persona, CLINTON y su equipo tienen un papel muy dificil, hay que desear que las cosas no se tuerzan, y que logren de una vez, PAZ, que ISRAEL fume lal pipa de la paz, con los paises árabes, y que estos los árabes, reconozcan pero con el corazón, el que vivan a su lado un pais de otra culura y otra religión.
Pero yo desde mi punto de vista veo que todo lo que ha pasado desde el nacimiento de ISRAEL, como estado, y todo los problemas, guerras, y demás no es sólo culpa suya que también, sino una parte la tienen sus vecinos, y no me refiero a los palestinos, a otros que han dicho muchas veces que ese país, ese pueblo no puede estar ahí.
ISRAEL, tiene elecciones democráticas, muy influenciadas por todo el problema judio-árabe, pero es una democracia, y algunos de sus vecinos, me refiero a paises, en ellos no hay partidos, ni siquiera libertad ninguna, alguno son teocraticos, y alguno que tiene relaciones muy buenas con USA, pide que LAS NIÑAS DE 10 AÑOS SE PUEDAN CASAR, QUE ES UNA FORMA DE LIBERAR A LAS MUJERES, con esas ideas, y que las mujeres sean objetos, o tengan menos valor que un camello, con ese tipo de sociedad, creo que es dificil de dialogar, pues pondrán siempre su TEOCRACIA, su TEO, por encima de cualquier acuerdo, algunos incluso les gustaría realizar la GUERRA SANTA, con ello arrojar al mar a los infieles, pero estos los infieles tienen mejor ejercito que ellos, y están apoyados por USA, por EUROPA, y así seguiremos, años y años; tal vez la nueva era OBAMA, los cambios que pretende en todos los sentidos puedan dar fruto, aunque veo dificil que IRAN, entre por el aro de la democracia, el respeto a ISRAEL.
Aunque la esperanza es lo último que se debe de perder, el socialismo busca justicia, y libertad, igualdad, y también una sociedad LAICA, pues la religión debe de ser algo particular, privado, no público, por ello las TEOCRACIAS, deben de desaparecer, es más desde el socialismo, desde las ideas o sentimientos democráticos, no se puede entender que las leyes sean o vayan de acuerdo con las directrices que marcan desde las interprestaciones que les dan algunos a los LIBROS SAGRADOS.
Una sociedad debe de ser ante todo libre, justa, solidaria, buscar la igualdad, etc. Nunca dejarse influier por ideas o principios espirituales, por muy nobles que estos puedan ser, porque la vida en la TIERRA, la tenemos que organizar los seres humanos, no los LIBROS SAGRADOS, y menos unos cuantos señores que los interpretan según les viene en gana, y según su forma de pensar, o de querer dirigir temas civiles, la TEOCRACIA, para los templos, para la vida de los ciudadanos, la democracia.
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