DE LOS POSMODERNOS A LOS NUEVOS ROMÁNTICOS

[En los últimos años hemos asistido a un cierto agotamiento del paradigma clásico socialdemócrata. Nuevos aires y cierta innovación del discurso parece que agitan el campo de la izquierda. ¿Representan los nuevos románticos un cambio significativo de paradigma? ¿Son los nuevos líderes la gran esperanza blanca de la izquierda]

Hubo un tiempo en que los aguerridos socialdemócratas se afanaban en robustecer el estado de bienestar.

Como tenían detrás a los sindicatos, la cosa consistía en ir reformando poco a poco el sistema, haciéndolo un poquito más igualitario. Era la época de las “conquistas sociales”, de las mejoras salariales y de la protección al desempleo.

Después de la crisis de 1973 y de la aparición del dúo musical Reagan-Thatcher la cosa cambió.

Surgió entonces la época de la eficiencia económica, el neoliberalismo triunfante y de los retoques necesarios -inevitables, si queremos salvarlo, te decían-al estado de bienestar.

Fue entonces cuando Margaret Thacher les rompió el espinazo a los sindicatos obreros del Reino Unido. Y fue entonces también, cuando, de repente, se descubrió que el Estado era demasiado gordo y había que someterlo a una cura urgente de adelgazamiento.

Se puso de moda en toda Europa privatizar las empresas del sector público.

Y ocurrió que aquellos aguerridos socialdemócratas se encontraron, de repente también, hipnotizados por Popper y Hayek, ya que lo importante no era el color del gato, sino que éste cazase ratones.

A los aguerridos socialdemócratas también les sucedió que sintieron una repentina atracción fatal por el glamour de los relucientes salones de la derecha y se pusieron a pisar moqueta como quien baila el lago de los cisnes.

Hay que decir que, a los ricos de toda la vida, los recién llegados les parecían un poco patanes y faltos de pedigrí, sobre todo cuando intentaban hacerse perdonar los pecados obreristas de antaño.

Entonces apareció un guapo príncipe llamado Blair que dijo que la cosa estaba en la tercera vía, que, curiosamente, estaba al fondo a la derecha, que es donde brillaba con luz propia la estrella del camerino de Margaret Thacher, la prima ballerina.

Pasaron los años y la tercera vía se quedó atrancada en un sucio callejón de Bagdad, donde los cuerpos humeantes de los civiles bombardeados aún siguen esperando una respuesta.

Al cabo del tiempo, apareció también un dinámico príncipe francés llamado Sarkozy, que como si del flautista de Hamelín se tratase, sedujo a parte de esos socialdemócratas que frecuentaban los partys y los salones, y hay qué ver la larga fila de socialistas franceses que secundaron tales cantos de sirena.

Por esas mismas fechas aparecen los nuevos románticos. Los nuevos románticos son un grupo de jóvenes, socialistas, de izquierdas, un poco descreídos de sus mayores tan afanados por caerles simpáticos a las señoras de los banqueros, y que después de darle unas vueltas a la cosa se dijeron que no se podía seguir con tanta fiesta.

No son dogmáticos, ni excesivamente radicales, ni excesivamente socialistas, ni excesivamente de izquierdas, pero tienen su aquel, su prurito ético, su aquí no vale todo, sus deseos de cambio y sí, hay que decirlo, un leve aroma populista.

Los nuevos románticos, frente a los socialistas posmodernos, no creen tanto en el partido y su aparato; en los sindicatos o los esforzados trabajadores. Son pragmáticos y rehuyen de la sistematización ideológica No, les gusta apelar directamente a la sociedad, sin intermediarios, quieren los cambios y los quieren ya, sin esperar a que el perro le dé permiso al gato para cazar ratones.

No les gusta, como a sus mayores, las promesas grandilocuentes o en dejarlo todo para pasado mañana, pues nunca se dan las condiciones objetivas o no es el momento todavía.

Los nuevos románticos saben que Sarkozy se presentó a Presidente de La República más que nada por fardar, para llevarse a la chica. Y para eso necesitaba un poquito del encanto posmoderno de la gauche caviar, y vaya si lo consiguió.

Los nuevos románticos son Obama, Zapatero, Sególene y Veltroni. No son el no va más, pero tienen carisma. No son unos superteóricos, pero tienen algunas ideas. Y, sobre todo, unas inmensas ganas de cambiar las cosas.

Cosa que no es poco, en esta época.


GAUTAMA

18 comentarios:

Anónimo dijo...

Gautama, felicidades por un artículo tan polémico.
A mí siempre me ha molado mucho el nuevo romanticismo pero discrepo contigo en unas cuantas cosas.
En primer lugar, la presunta crisis de la socialdemocracia es, en realidad, una mezcla de pensamiento débil y falta de ideas que, como sabes, no son, para nada, sinónimos. Más bien antónimos.
Asociados a la presunta crisis de la socialdemocracia aparecen figuras como Segolene, que vendió una renovación ideológica y un alejamiento de las estructuras oficiales del socialismo francés pero que, en realidad, cada vez que le preguntaban por algún tema concreto se escurría cual anguila. Y así se la pulió el cachondo de Sarkozy que, como Aznar, tenía 2 o 3 ideas equivocadas pero, eso sí, muy claras ( y entre ellas no figuraba Carla Bruni).
En cuanto a Obama, su principal aportación a la socialdemocracia, suponiendo que pretendiera hacer alguna, cosa que dudo, es el “yes we can”. Vale, podemos, pero; ¿Qué podemos?.
En resumen y, por no extenderme, creo que das una visión edulcorada de un grupo heterogéneo de líderes de izquierda que comparten, eso sí, encajar en la permanente aspiración de renovación de la izquierda, unos con más éxito (ZP) y otros con ninguno (Segolene).
Me tengo que ir.
Ya seguiremos.

Anónimo dijo...

Prosigo: si Segolene tiene carisma, entonces podemos decir que Rouco Varela también. O es que le llamamos carisma a cualquier cosa.
El asunto es que hay un permanente anhelo de renovación en la izquierda porque la izquierda es eso, cambio y cuando llega alguien que acierta a encarnarlo se lleva el gato al agua. Ejemplo: Obama.
El problema es que, frecuentemente, detrás de esa apariencia de renovación lo único que hay es el vacío.
Vivimos, como decía Norman Birnbaum en "un mundo de complejidad abrumadora" y frente a esa complejidad hay que oponer ideas y más ideas. Ideas prácticas, concretas, realizables pero ideas. Y después comunicarlas adecuadamente.
No empaquetar el vacío para venderlo por televisión.
Esa es mi idea de la política.

Anónimo dijo...

Bueno, anisakis, la intención de mi artículo es provocar. De ahí el título, más relacionado con el mundo del arte o de la música que con el de la política. Estoy de acuerdo contigo en que Ségolene y su "democracia participativa" adolecen de cierta ambigüedad. También Obama y su mensaje electoral pecan de lo mismo, pero recuerda que en 1982 Felipe González se presentó bajo el eslogan, no muy concreto, "por el cambio". Y el mismo Guerra dijo, ya en Gobierno, que el programa de los socialistas se podía resumir en "que España funcione", frases que hoy hasta suscribe Rajoy. La labor de Obama como senador de Illinois es impresionante. Por otra parte comparto la tesis de Birnbaum sobre la "complejidad abrumadora del mundo y del sistema social. Es más, creo que hace falta más innovación en las ideas políticas y nuevos enfoques para encarar los retos de este nuevo siglo y, en cierta manera, la vieja política, los rígidos aparatos de los partidos políticos, no son los instrumentos más adecuados para enfrentar los complejos problemas que están delante de nosotros. Detecto en los "nuevos románticos" un intento más o menos novedoso de abordar la praxis política en la resolución de dichos retos. Otra cosa es que lo consigan. El dirigente de Iniciativa per catalunya, Joan Herrera, reinvindicaba hace unos días una vuelta a las recetas de la "socialdemocracia clásica". Pero los tiempos cambian y la vuelta a fórmulas "clásicas", me temo, no suele resultar. Es fácil criticar a Ségolene porque perdió, pero el aparato del partido socialista francés no se lo puso nada fácil y, ahora, más que Ségolene, lo que está en crisis es todo el partido socialista francés y no precisamente por culpa de ella. Hay que estar muy pendiente de Obama, porque si Obama ganase finalmente en noviembre sería un auténtico terremoto político en las tierras del Imperio. Y qué quieres que te diga, prefiero antes un temblor de tierra que las aguas estancadas donde nada se mueve...

Anónimo dijo...

Buen debate Gautama y Anisakis, pero ¿creeis que Obama va a llevarse el gato al agua? eso de que un negro presida USA lo veo tibio de momento (aunque cualquiera sabe) me temo que al final tendremos ósculo de la paz y componenda política al estilo Washington con una probable Hillary de candidata a Presidente y un Obama a Vicepresidente. Que los norteamericanos acepten una mujer por presidente ya es un gran logro, que acepten un negro me parece hoy por hoy un milagro. Hillary tiene un sabor a aquella primera ministra británica tan amiga de Reagan y es más vendible entre los electores. De todas formas a Obama nadie le quita lo bailao, se ha portado como un purasangre de la política: ese hablar a los ciudadanos directamente sabiendo que no cuenta con el apoyo de su partido, y los espectaculares resultados de tal osadía deberían de reforzar la convicción existente entre parte de la clase política española de que mejor no abrir las listas al congreso no vaya a ser que se caigan los mediocres y sobrevivan sólo los buenos políticos.

Anónimo dijo...

Habéis escuchado a Rajoy tildándose de socialista ante Buenafuente, si es que tiene razón, lo que hay que hacer es votar socialista, al original socialista, que siempre será mejor que la copia.

Anónimo dijo...

La economía española ha crecido un 3,9 % en 2007 (año en el que empezaron a notarse los efectos de la crisis USA), una décima menos que en 2006, año en teoría estupendo: buena noticia para los españoles, mala noticia para el PP y para Rajoy. Lo siento Mariano, España de momento no se hunde. Me temo que en esta campaña el PP va a tener que elevar aún más sus cotas de realidad-ficción a las que nos tiene acostumbrados.

Anónimo dijo...

Romántico, lo que se dice romántico, pues no lo veo. Al espíritu romántico no le gusta la realidad, la falsedad de la burguesía decimonónica le desespera y caído en la turbación odia sin paliativos su existencia, pues la comprende inalterable. La reacción es despegarse de la realidad -cosa que Zapatero no hace-, negarla desde el mismo absoluto que le oprime e idealizar el pasado al que se transmuta en paraíso terrenal ante la falta de fe en un futuro mejor. El romántico cae en la depresión, ama la soledad pues no soporta al ser humano real y prefiere disfrutar de ensoñaciones pobladas por seres místicos y perfectos. No, yo opino que Zapatero no es romántico, más bien todo lo contrario: es un luchador, con los pies en la tierra, activo, que cree en un futuro por construir y en la libertad del ser humano para enfrentarse al universo. Ese es Zapatero, y nosotros por esas mismas razones, lo apoyamos.

Anónimo dijo...

Ornitólogo, evidentemente la cosa no es nada fácil y un negro lo tiene muy difícil para conseguir ser presidente. Pero yo lo enfoco de otra manera: puede que sea un sueño, pero ya el mismo hecho de que Obama fuese presidente de USA, siginificaría un cambio de tal magnitud que nuestros esquemas de análisis de la realidad política tendrían que ser revisados. Digamos que en el caso de Obama el cambio no es el mensaje, el cambio es el candidato. Y las consecuencias para el resto del mundo y, sobre todo, el tercer mundo, serían enormes. Soñemos pues, de momento, que es gratis. Además soñar activa la imaginación y ésta en los tiempos que corren es necesaria.

Mensaje a Carlos: utilizo una metáfora en el caso de los "nuevos románticos". No te tomes el concepto de forma tan literal y entra al trapo. Seguro que tú y yo podemos debatir con mucho arte. Un abrazo

Anónimo dijo...

Gautama, vale, acepto romántico como animal de compañía, pero tal y como va la derrota del debate creo que debemos ser muy prudentes a la hora de vaticinar futuros. En concreto:

Obama, antes que afroamericano es estadounidense.
Obama será presidente del imperio y, por consiguiente, emperador. ¿Dejará de ser imperialista? Parece lo mismo que esperar a que los lobos pastoreen ovejas. El realismo se impone desde los grupos de poder a la política internacional de EE.UU. Pocas opciones puede barajar el emperador…

Y si fuera así: ¿es factible creer que le van a dejar hacer políticas no ya humanitarias, sino meramente humanas? Recuerda a Kennedy. ¿O tenemos dudas de quién se lo apioló y por qué razones?

Saludos socialistas y muy poco románticos.

Anónimo dijo...

De acuerdo, Carlos, comparto tus dudas sobre Obama, pero también te diré que mientras Hillary representa un mero continuismo del establishment político de Washington, Obama representa una cierta ruptura con dicha clase política. Y ahí, y quizás peco de cierta ingenuidad, radica la esperanza. Creo que en cierta medida y en distinto grado, los "nuevos románticos" apuntan en una dirección muy interesante: la "superación" de cierta "clase política" que se ha adueñado del aparato de los partidos políticos y, de esta forma, se ha enseñoreado de forma casi vitalicia de los cargos institucionales. Esta oligarquización del aparato y de las instituciones no concuerda muy bien con lo que debería ser la praxis política de la izquierda. En el campo de la derecha esto es su hacer "natural", pero en el campo de la izquierda eso es una perversión de la misma naturaleza de la izquierda y así se explica el comportamiento de los "gurús" del socialismo francés: si no ganan los nuestros, aceptemos las migajas que nos ofrece Sarkozy, pues el acceso a "los cargos" es la razón de ser de un "profesional" de la política. Humano, demasiado humano, que diría Nieztsche.

Anónimo dijo...

El problema es que las sociedades occidentales están cansadas del "político profesional" , aquel que antepone su ego a todo lo demás y su supervivencia política a su ética personal.

Obama tiene éxito por representar una forma nueva de afrontar las cosas , especialmente su cercanía al ciudadano demostrada en el día a día de cuatro años de trabajo y no sólo en los quince días de campaña electoral en el que muchos políticos establecen su único contacto con la ciudadanía.

Obama es la antitesis de despotismo ilustrado que hoy campa a sus anchas entre los políticos actuales. El “Todo para el Pueblo pero sin el Pueblo” , que hoy viene siendo “Ustedes voten, que luego ya nos encargamos nosotros y ya les avisaremos dentro de cuatro años”.

Anónimo dijo...

Manolo, lo del despotismo ilustrado constaba de 2 componentes: despotismo + ilustración, no? Yo despotismo veo alguno pero ilustración, la verdad, no la atisbo por ningún lado.

En cuanto a lo del Obama presidente, Ornitólogo, la verdad es que Obama es negro pero no demasiado, vamos, es un negro café con leche y eso no parece demasiado rupturista. No es como si Myke Tyson llegara a la casa blanca. En todo caso, como desconozco la gestión de Obama en Illinois (impresionante, según gautama) me abstengo. Pero sí creo que puede llegar a presidente.

Por otro lado aprecio la vocación provocadora del artículo de Gautama, aunque sigo pensando que meter en el mismo saco a Segolene, Obama, Veltroni y ZP es incorrecto.

Sí estoy de acuerdo en la jubilación de las viejas guardias y en su importancia de cara a la credibilidad política de la izquierda, para bien o para mal, siempre tan exigente. El problema de la credibilidad es un problema muy gordo que irá traduciéndose en una progresiva menor participación a medida que la gente se desencante. Y el problema es que se desencanta mucho más fácilmente en la izquierda. Por eso debemos tener un plus de exigencia con quienes nos representan.

Anónimo dijo...

Sin duda Anisakis; la izquierda se ve compelida a renovarse cada cierto tiempo para seguir siendo creíble ante los ciudadanos, cosa que por desgracia no ocurre con la diligencia que sería aconsejable, sobran ejemplos.

Anónimo dijo...

No sé si habéis visto la noticia de hoy en la prensa: Los Albertos (Cortina y Alcocer) quedan limpios por obra y gracia del Tribunal Constitucional, en otra de sus fantásticas reinterpretaciones a la carta de las instituciones jurídicas, siempre al servicio del señorito. Vergonzoso. ocurrió algo parecido con el affair llamado Caso Naseiro (el FILESA del PP) ocurrió con el proceso a Botín, aunque por supuesto no ocurrió con el caso GAL, aquí a la inversa, la reinterpretación de la presunción de inocencia fue girada hasta el absurdo para conseguir condenar a Barrionuevo por la mera declaración de un coimputado (vivir para ver), es lo que hay, siempre que el Supremo o el Constitucional tienen que salvar a un señorito, lo hacen sin contemplación, si por el contrario lo que toca en juzgar a un pobre desgraciado o a un político socialista, lo tiene claro. ¡Qué país!, ¿qué justicia!, menos mal que aún nos quedan las tonterías del teniente general Mena, otro cavernícola recién jubilado.

Anónimo dijo...

Es lo que tiene, por mucho que el PSOE invente meter abogados progresistas por el cuarto turno, la mayoría en cuanto entran se vuelven conservadores en mayor o menor medida, debe de ser cosa de algún virus.

Anónimo dijo...

Aparte de debatir sobre el sesgo conservador de la magistratura,más antiguo como el marmitako, recomiendo ( me lo mandó hoy mi amigo Jonás )el artículo de Manuel Pimentel que viene hoy en el País:
"¿Hay vida después de la política?". La respuesta, con matices, es positiva: parece que Manuel Pimentel ha conseguido sobrevivir e incluso insinúa que otros podrían hacerlo.
Revolucionario, no?

Anónimo dijo...

Absolutamente revolucionario a fuer de sincero, lo que pasa es que para tener buena vida después de la política hay que ser inteligente y tener talento ..., para saber buscarse esa vida por supuesto, por estos lares no atisbo ni lo uno ni lo otro por lo que seguiremos instalados en esa mediocridad que permiten las listas cerradas.

Anónimo dijo...

Perdón, quería decir más antiguo que el marmitako. Es que el marmitako es bastante antiguo...
ZP presidente