Hay aniversarios que
nos recuerdan lo que fuimos, que nos golpean en la memoria para evitar que nos
perdamos en la confusión del presente, que contienen el don de orientarnos bajo
el laberinto de la rutina y las sombras de la desconfianza, y que poseen,
además, la utilidad de recordarnos que hay una parte de nuestra dignidad que no
debemos perder.
Porque siempre encontraremos
en algún lugar del tiempo, en algún rincón de eso que llamamos humanidad, el
legado vivo de determinados fechas que podemos llamar momentos luminosos.
Un momento o una
época luminosa es aquel instante de la historia donde los pueblos, las
sociedades, los países, deciden romper las ataduras y tutelas para proclamarse
dueños de sus destinos.
Un momento luminoso sucede
cuando
los pueblos se convierten en propietarios orgullosos de sus aciertos y de
sus errores, de sus progresos y,
también, de sus derivas, en constructores activos de esa armadura cívica y
jurídica necesaria que les permita edificar su destino con plena conciencia de su
libertad para poder asumir las responsabilidades que conlleva toda tarea
colectiva.
Un momento luminoso
fue el 14 de abril de 1931, el día que se proclamó la república, hace ahora
justamente ochenta y un años.
Y ese momento luminoso
dio paso a una época luminosa: los años en los que tuvo lugar la Segunda
República Española.
Época luminosa donde
el pueblo se otorgó a sí mismo los derechos sustraídos por caciques y señoritos
que, bajo el manto opresor de monarquías ineficientes y despóticas, impidieron
durante tantos años el disfrute de la
libertad al que toda sociedad tiene derecho, incluso para equivocarse.
Y porque significó el
intento más serio para lograr conectar a España con las mejores tradiciones y
costumbres europeas, esas que eran hijas directas de la Razón Ilustrada.
Porque el amanecer
republicano del catorce de abril fue una apuesta por dejar atrás los anclados
atavismos del subdesarrollo económico, de trascender de una vez por todas la ignorancia
y la incultura a las que durante siglos fue sometido el pueblo español, de superar
las enormes injusticias y desigualdades sociales a las que históricamente
estuvo sujeta la invertebrada sociedad española.
El catorce de abril
inauguró una época luminosa, donde un pueblo, el español, históricamente
cautivo y condenado a la sumisión, que tanto fue sojuzgado por monarquías
inoperantes de raigambre absolutista como por dolorosas dictaduras uniformadas según el
humor cuartelero del momento, pudo, por
fin, de forma pacífica y festiva, despojarse de sus cadenas e iniciar la senda
del civismo y la palabra, del voto y los derechos ciudadanos, de la elección
democrática de los representantes, de la separación y equilibrio entre los
distintos poderes, del laicismo y de la instrucción pública gratuita y para
todos.
Época, en fin,
luminosa donde se desplegó con toda su riqueza social el desarrollo de las
artes, de la cultura, de la ciencia, del conocimiento, de la inteligencia.
Porque fue en esa época luminosa e iluminadora donde Antonio
Machado y Federico García Lorca, Pedro Salinas y Juan Ramón Jiménez, León
Felipe y Miguel Hernández, Juan Negrín y Severo Ochoa, Luís Buñuel y Luís
Cernuda y tantos otros, ofrecieron lo mejor de sí mismos a la sociedad española,
porque ellos mismos formaban parte activa de ese sueño colectivo para hacer crecer y crear en libertad el arte y la
cultura con el pueblo y para el pueblo.
Y como decía Luís Cernuda, hoy tenemos el
deber de recordarlo nosotros y recordárselo a otros, para no olvidar hasta qué
punto debemos estar siempre alerta y
sentirnos “asqueados de la bajeza humana,
iracundos de la dureza humana”, de la que son capaces los sepultureros de
la libertad.
Pero, mientras en nuestros corazones no pueda
habitar el olvido, mientras en nuestra mente no haya lugar para la desmemoria y
la amnesia colectiva, tendremos siempre presente el legado que dejó en nosotros
la experiencia cívica de la Segunda República Española, y repetiremos una vez
más las palabras de Shelley, el poeta romántico inglés:” en tanto que el futuro, a olvidar al pasado no se atreva, perdurarán su
fama y su destino como una luz y un eco eternamente.”
Guillermo
de la Fuente
11 comentarios:
"Te llaman porvenir
porque no vienes nunca.
Te llaman: porvenir,
y esperan que tú llegues
como un animal manso
a comer en su mano.
Pero tú permaneces
más allá de las horas,
agazapado no se sabe dónde.
...MAÑANA!
Y mañana será otro día tranquilo
un día como hoy, jueves o martes,
cualquier cosa y no eso
que esperamos aún, todavía, siempre"
(Ángel González)
Portada del día 14 de abril de 2012:
EL REY HA CAÍDO ..................La monarquía por su parte parece que sigue, por el momento, gozando de cierta salud.
Un abrazo a todos.
RAS: te deseo a tí más salud que la que tiene la Monarquía española.
Viva la República!
Para aquelos y aquellas, ciegos y ciegas que pasean desnudos y desnudas por la agrupación y fuera de ella.
"El día o la noche en que por fin lleguemos
habrá que quemar las naves
pero antes habremos metido en ellas
nuestra arrogancia masoquista
nuestros escrúpulos blandengues
nuestros menosprecios por sutiles que sean
nuestra capacidad de ser menospreciados
nuestra falsa modestia y la dulce homilía
de la autoconmiseración
y no solo eso
también habrá en las naves a quemar
hipopótamos de wall street
pingüinos de la otan
cocodrilos del vaticano
cisnes de buckingham palace
murciélagos del pardo
y otos materiales inflamables
..............
es bueno que se sepa desde ahora
que no habrá posibilidad de remar nocturnamente
hasta otra orilla que no sea la nuestra
ya que será abolida para siempre
la libertdad de preferir lo injusto
y en ese solo aspecto
seremos más sectarios que dios padre"
..............
(Mario Benedetti)
Me considero republicano, pero considero, no obstante, que a este país, por desgracia, aún le falta un hervor para abordar tal cuestión con seriedad. El mero hecho de pensar en un Aznar o un ZP como presidentes de la república, no deja de provocarme fundada inquietud. Salud y república.
COMO LECTOR ASIDUO ,ECHO DE MENOS LOS COMENTARIOS .PARECE QUE YA NO QUEDA NADIE CON GANAS DE DEBATIR.
no será que nos estamos contagiando de la tristeza que hay en lacalle.
ANIMO compañeros .
Soy republicano, de izquierdas, nada cerrado en ideas, y viendo el panorama actual.
Me quedo con alguna cosa que escuché a alguna persona, " a los habitantes del Estado español, nos une sólo dos cosas o instituciones, o como se quieran llamar, la monarquía, y la selección nacional de fútbol"
Esto lo digo, porque en las manifestaciones de izquierda, sólo se ven banderas republicanas, cosa que no critico, todo lo contrario, pero hace dos años
Si hace dos años, cuando la selección española de fútbol avanzaba hacia el premio de la victoria, todo el mundo en general, incluso personas nacionalistas e independentistas abrazaban esa bandera, no por ser monárquica, o ser española, o constitucional, sino por sentirse dentro de un Estado plurinacional, con una bandera que iba como cabecera de esa selección.
La figura del rey, hasta hace dos días, o menos, incluso personas muy republicanas la veían, desde luego como una parte de unión entre las distintas ideologías, o entre distintos territorios.
Con ello no trato de defender a nadie, ni nada, cada uno es libre de pensar lo que quiera.
En este momento de crisis muy sería, a mí ser monárquico o republicano me da igual, me preocupan los garbanzos; el escaso nivel de economía productiva que tiene el Estado, de como se nos van sacando derechos sociales, o como un gobierno de derechas se ha olvidado de su programe electoral, y se ha subido a las directrices que lleva marcando la CEOE, desde hace años. En algunos libros se puede leer como USA, FMI, BM, y el poder económico mundial, empresas y banca, promueven que EUROPA, deje de tener su estado de bienestar, se asemeje a lo que es USA, en sus reglamentos laborales, y por supuesto en lo que son sus empresas de seguros privados, sus planes de pensiones, y otras formas que conlleva el que el individuo tiene que luchar por si mismo, sin que el Estado como tal le pueda socorrer sino llega a triunfar en su vida laboral, o económica.
Por eso lo de la monarquía, para mí es segundo plato, claro que sigo sintiendo ganas de poder algún día votar a un presidente del Estado, y por supuesto que la democracia no sea sólo votar cada 4 o 5 años, y los gobiernos con los votos hagan lo que les dé la gana, sino que se consulten las cosas importantes en referéndum, hay ejemplos en algunos Estados avanzados...
La militancia está muda ante el liderazgo tan creativo en el concello, es tan creativo que los concejales del Psoe se confunden con los del PP. Están tan ocupados en otras aventuras de la Agrupación que el simplismo de esta oposición socialista en María Pita,¡¡ ASUSTA!!! El estilo Leire Pajín en sucedáneo se está imponiendo para satisfacción de Flores, primero y Negreira después. Eso de limpiar cañerías, se ha olvidado, mucha jeta y mucha irresponsabilidad. Esta oposición dejará, huella en la historia de la ciudad, aver si la quemamos por San Juan. Mucha salud, mucha complacencia, poca república y menos compromiso. Es lo que hay.
Yo no soy monárquico, pero dudo de que este país esté preparado para asumir un cambio como el preciso para pasar de una monarquía a una república, y los experimentos, como decía Romanones, con gaseosa. Tenemos una de las peores clases políticas de nuestra historia, son funcionarios de la política que jamás tendrían relevancia alguna fuera del pesebre público: las barcones, moredas, lages o romeus representan el ínfimo nivel en el que hemos caído; ni ética ni políticamente están capacitados para nada. Son la resultante de unos tiempos que en el futuro serán considerados como turbios y oscuros, son los tuertos en un país de ciegos. Cunto antes nos libremos de ellos y confiemos el futuro a líderes con menos cara dura, que demuestren haber hecho algo por los ciudadanos, que puedan demostrar experiencia en la gestión de los asuntos públicos, más cerca estaremos de recuperar moralmente el espacio político. Nadie se debería de presentar a unas listas sin haber dedicado al menos veinte años a la sociedad civil, a los problemas de los ciudadanos: a la política se va a aportar no a beneficiarse, ¿cuántos años de aprendizaje en la vida privada tenían Moreda, Barcón o Lage Tuñas? ninguno. Todos ellos no valen nada fuera de su cargo público, la sociedad civil no se identifica con ellos, son garantía de fracaso, son la clase política que nos han llevado a la crisis económica y moral que padecemos. O NOS REGENERAMOS O ESTAMOS CONDENADOS A UNA PERMANENTE OPOSICIÓN. LAGE TUÑAS = MAR BARCÓN = OPORTUNISTAS PERDEDORES y sino ... al tiempo. Vota cambio, vota caras nuevas, vota futuro, o la agrupación socialista de A Coruña no será más que un permanente recuerdo de lo que fue con Paco Vázquez y de lo que pudo haber sido, si Javier Losada y Mar Barcón no la hubiesen destrozado.
Esta bien eso de no actualizar el blog, porque mira que tener que poner el desaguisado del apoyo a Caamaño de una cuarta vía. Eramos pocos y parió la abuela
LA ASOCIACIÓN XABIER PITA, ONG. DEFIENDE EL DERECHO A LA ASISTENCIA SANITARIA DE LOS INMIGRANTES INDOCUMENTADOS
En relación al Decreto Ley 16/2012 del Gobierno español con el que se introducen diferentes modificaciones legislativas en la asistencia pública sanitaria, la Asociación Xabier Pita, ONG, quiere hacer públicas sus consideraciones al respecto:
1. El mencionado Decreto Ley, entre muchas otras medidas que no son objeto de nuestra atención aquí, elimina del derecho a la asistencia sanitaria a las personas extranjeras sin autorización de residencia en España, un derecho reconocido hasta ahora por la Ley de Extranjería. La asistencia ya sólo se mantendrá en los casos de urgencia por accidente o enfermedad grave hasta el alta médica, mujeres embarazadas y menores de 18 años.
2. Desde nuestro punto de vista, esta medida, de dudosa constitucionalidad, representa una grave e inaceptable involución en materia de derechos humanos, al restringir gravemente el derecho a la protección de la salud y a la asistencia médica de las personas afectadas, reconocido en el art. 25.1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, poniendo también en peligro su derecho a la vida y despreciando su dignidad humana. Asimismo, supondrá un factor de inseguridad y exclusión social para estos colectivos, lo que se añade a la creciente precariedad que sufren ya, enviando un mensaje populista y muy peligroso de estigmatización de los extranjeros.
3. En nuestra opinión, esta medida no se puede justificar por la intención de reducir el déficit público, dado que el ahorro económico que representa en el conjunto del presupuesto sanitario es mínimo. Al contrario, es más que probable que, en muchos casos, el hecho de no prestar la asistencia médica oportuna generará posteriormente un coste económico superior, cuando muchas patologías acaben derivando en enfermedad grave. Además, esto puede contribuir a colapsar los servicios de urgencias. Tampoco se puede justificar por el hecho de que existan casos de fraude en la utilización de los servicios de salud por parte de algunas personas extranjeras ("turismo sanitario"). En todo caso, se necesitan medidas para evitar o reducir el fraude que se pueda producir, en vez de eliminar la asistencia de forma generalizada a todo un colectivo.
4. Desde nuestro punto de vista, esta medida se integra en una tendencia preocupante de políticas que, en el actual contexto de crisis económica, perjudican especialmente a los colectivos sociales más vulnerables y que debilitan gravemente el Estado del bienestar o Estado social. Esta forma de Estado es una conquista irrenunciable de justicia social, que Europa debería mantener y reivindicar como modelo de referencia global.
5. Por todo ello, instamos al Gobierno español a rectificar esta medida y a continuar ofreciendo asistencia médica a toda persona que lo necesite. Cualquier emigrante es una persona humana que, como tal, tiene derechos fundamentales inalienables que deben ser respetados por todos en cualquier situación. Comprendemos la exigencia de reducir el déficit público, pero entendemos que existen otras políticas que pueden obtener los mismos resultados sin poner en peligro prestaciones tan esenciales como son la educación básica y la atención sanitaria universales y gratuitas. La reducción del déficit se puede conseguir con la racionalización del gasto público en diferentes aspectos: la disminución del enorme gasto militar español, la lucha más activa contra todas las formas de corrupción, de abuso de los servicios públicos y de fraude fiscal; la mejora en la gestión y el uso más responsable de los servicios públicos, y un reparto más equitativo de las cargas públicas en función de los niveles de renta, entre otros.
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